Capítulo 5

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Sehrazat inspiró hondo cuando sintió los besos de Onur en su hombro. Le había contado el resultado de la entrevista y él le había dado su impresión.

Una oportunidad de trabajo era siempre buena, sobre todo si hacía lo que le gustaba, a lo que se dedicaría... la arquitectura... aunque el sueldo, al principio no fuera el más justo, por supuesto...

-¿Tienes hambre?- le preguntó él en su oído, acariciándola con su aliento. Inexplicablemente se habían mantenido tranquilos al llegar, habían hablado y ahora estaban sentados en el sofá, abrazados, casi en silencio.

-En este momento, sólo tengo ganas de estar así, contigo...- le dijo y él besó sus labios un momento.

-Nada de hambre entonces...- le dijo él y alzó las cejas.

-Pues... se me ocurre que podríamos preparar una merienda y... bueno, podríamos comerla en la cama...- le dijo y se ruborizó un poco.

-¿Qué tal si primero vamos a la cama y luego nos preparamos la merienda?- le dijo y se puso de pie, tiró de ella y la hizo levantar.

La tomó entre sus brazos y sus labios acariciaron los de ella suavemente al principio. Ella tenía controlado su deseo, no quería parecer desesperada... la primera noche entre ellos había sido increíble, pero luego habían tenido bastantes problemas y ella consideraba que la próxima vez que estuviesen juntos, debían estar en la misma sintonía...

Onur la apretó contra su cuerpo y casi pierde la cabeza cuando con el roce de su pelvis con ella, la escuchó suspirar, anhelando mayor contacto...

Sus manos se deslizaron por los costados del cuerpo de Sehrazat y la acariciaron con intensidad, ella le devolvió los besos y dejó que sus dedos se colaran por debajo de su remera para acariciar su torso, recordándolo...

Onur desabotonó la camisa de ella y se separó un poco para observarla...

-Siento que hace una eternidad que estuvimos juntos... ha pasado tanto para volver a estar así...- le dijo mientras sus manos se deshacían de la ropa interior y acariciaban su pecho sin inhibirse.

-Ha pasado lo que tenía que pasar...- le dijo ella e interrumpió los besos para poder quitarle la remera...

Él la empujó hacia la habitación entre besos y cuando llegaron, se preocuparon de quitarse lo que les quedaba de topa...

Onur la besó intensamente mientras ambos disfrutaban del roce de sus cuerpos y se abandonaron a la percepción de todo lo que el otro les hacía sentir...

Sehrazat focalizó sus ojos en los de él mientras ambos se movían en esa danza tan particular, buscando el máximo placer para los dos...

Él sonrió con placidez cuando la vio tensarse, cerrar los ojos y echar la cabeza hacia atrás, cuando Sehrazat alcanzó el máximo placer, un buen rato después y luego él se dejó ir y llegó al suyo...

Se miraron sonrientes, agitados y ella lo besó húmedamente...

-Eres hermosa...- le dijo él y la hizo recostar y se colocó sobre ella, sin poder evitar seguir besando su piel, su deseo todavía en el pico de mayor intensidad y la sintió estremecerse...

-Onur...- dijo ella con lo poco que le quedaba de aire.

-Lo siento...- se disculpó él, sabiendo que ella necesitaba un poco de descanso.

-No lo sientas...- le dijo y lo besó húmedamente, deseándolo- si me das un rato, podré reponerme...- le dijo agitada y sonrió.

-Mmmm- dijo luego de besarla un momento más- iré a preparar algo de comer... estoy hambriento...- dijo y ella lo miró irse, desnudo y admiró la forma en que él se movía, seguro de sí mismo, distinto a como ella se lo había imaginado...

Onur preparó unos sándwiches especiales, agregándoles de todo un poco y cuando preparaba un té para cada uno, ella apareció y lo abrazó por detrás, llevaba puesta la remera de él y Onur sintió que todo su cuerpo reaccionaba a la forma en que esa remera se ajustaba a su cuerpo y llegaba a cubrirla apenas...

-¿Acaso me echabas de menos? - le preguntó y ella perdió su nariz en el cuello de él.

-Digamos que me repuse mucho antes de lo que había planeado...

-¿Buscando un segundo round? - le dijo él cuando ella lo hizo girar y sus manos se deslizaron por sus hombros y luego su espalda, intensamente.

-No se a qué te refieres...- le dijo ella y buscó sus labios.

Él la alzó en sus brazos y la sentó sobre la mesada, levantó la remera y se la quitó para acceder a su piel rápidamente...

-¿Para qué te pusiste la remera? - le dijo entre besos.

-¿No te gusta que use tu ropa? - le preguntó ella jugando.

-No hace falta que lo hagas ahora...- contestó él mientras descendía sus labios, haciéndola suspirar...

Hicieron el amor más rápido esta vez, porque la motivación venía desde hacía un rato y ella se rio a carcajadas cuando él se desplomó sobre ella, mordisqueando su hombro y haciéndole cosquillas con su barba apenas crecida...

Se llevaron la merienda a la cama y se pasaron el resto del tiempo allí, abrazados, hablando de todo un poco, compartiendo el momento...

Cuando se hizo de noche, él la miró alzando las cejas y ella sonrió...

-Temo preguntarte y que pienses que te presiono...- le dijo él y ella sonrió con ternura.

-Adelante... siéntete valiente...- le dijo perdida en sus ojos.

-¿Te gustaría quedarte esta noche?

-Me encantaría...- le dijo ella con una sonrisa.

-Pero...

-Pero nada... avisaré a mi tía que me quedaré en casa de una amiga...

-Entiendo...

-Te imaginas que no podría decirle que pasaré la noche contigo... la mataría, pobre...- le dijo ella y él asintió y besó la punta de su nariz.

Salieron a cenar pero terminaron comiendo una pizza a las apuradas porque se quedaron un buen rato mirando el mar y se les hizo tarde...

Cuando volvieron al departamento de Onur, él la tomó entre sus brazos y sonrió al verla tan relajada, feliz...

Se quitaron la ropa y él la abrazó por detrás para dormir, estaban agotados, pero se sentían totalmente conectados...

Onur la despertó en mitad de la noche, besando su piel, deseándola y ella correspondió a sus caricias, y terminaron haciendo el amor otra vez...

Él se quedó dormido un buen rato cuando casi amanecía, ella se quedó mirándolo, sintiéndose afortunada de haberlo conocido...

Se levantó un buen rato antes y sonrió al ver que él protestaba y se abrazaba a la almohada...

Le preparó un rico desayuno, ese que ella le había rechazado luego de su primera noche juntos y cuando llegó a la habitación, lo dejó sobre la mesa de noche y lo besó para despertarlo...

Él quiso tomarla en sus brazos para seguir durmiendo y ella murmuró en su oído...

-Onur... te preparé el desayuno...

-Mmmm... ahora no querré que te vayas nunca...- le contestó y la escuchó reír.

Ella se levantó y cuando consiguió que él abriera los ojos, le entregó la bandeja...

-Creí que me despertaría a tiempo para preparártelo yo... te lo debo...

-Nadie dijo que no lo harás, otro día...

-¿Planeas pasar muchas noches aquí, señorita Sehrazat?

-Si tú me invitas...- le dijo y se inclinó a besar sus labios...

Compartieron la comida y aún sin hablarlo, ambos sintieron esa mañana como un símbolo de un nuevo comienzo... uno real y verdadero entre ellos...

Bueno, esto sigue pronto! Muchas gracias por leer!

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