07| Nosotros mismos

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—Si quieres, ya puedes dispersar tu poder.—yo obedecí al ras de sus palabras, no quería parecer una intrusa en su mente más de lo que ya era. Me sentía mal, había escuchado su historia, pero verla y no poder hacer nada al respecto me hizo sentir peor.

Nos regresé a la realidad, volviendo a las escaleras, el sol entraba por la pequeña ventana de la puerta e iluminaba la habitación más que antes. Todoroki seguía tomando mi mano y al notarlo, mi corazón palpitó con más fuerza.

—Sayaka,—me llamó y yo reaccioné viéndolo a los ojos.—lo que acabas de ver...

—Descuida, no le diré a nadie.—prometí interrumpiéndolo. No quería traicionar su confianza.

—No es eso.—me explicó.—Lo que viste es la razón por la que no uso mi izquierda, pero, durante mi combate con Midoriya y el que tuve contigo, pensé en ello... y aunque ahora no sé bien qué hacer al respecto, admito que fui inseguro, y no quiero seguir siéndolo.—apretó mi mano sin querer al demostrar su determinación, y yo ignoré el pequeño dolor que me causó, pues era la mano que previamente él me había fracturado.

—¿Por qué me dices esto?—cuestioné.—¿Por qué has decidido confiar en mí? No lo entiendo.

Él solo sonrió con un ligero suspiro.

—Eso no importa.

Yo me atonté. Detestaba que siempre me respondiera así. Fulminada, le contesté.

—Creí que ya no evadirías mis preguntas.—repliqué, soltando su mano para posar las mías en mis caderas, demostrando mi ligera molestia.

Él, confundido, me observó para al final contestar.

—Tienes razón, perdón.—comenzó y desvió la mirada.—Quiero que tú también dejes de ser insegura.—confesó y yo calmé mi postura.—Pensaba que ambos podíamos intentarlo, así estaríamos... más motivados.

Su honestidad repentina no solo me tomó por sorpresa, sino que también me llenó el cuerpo de una sensación que, a pesar de desconocerla, me calmó. Era como si de nuevo, él cambiara su actitud al estar conmigo.

A mi cabeza regresó la imagen de mi hermano diciéndome: "Crees que te muestra lo que a los demás no." ¿Realmente sería eso?

—¿Cómo supiste que mi kosei nos mostraría lo que querías?—tenía muchas preguntas por hacerle, pero muchas de ellas no encajaban con el momento, por lo que procedí a esta. Él trajo de vuelta su expresión seria y calmada de siempre.

—Ah, fue una mera suposición,—contestó explicándome su análisis.—verás, durante nuestro combate, esa memoria estaba muy presente en mi mente, trayendo mis temores pasados. Supuse que si pensaba en ésta y usabas tu poder, se repetiría la acción.

—Comprendiste mi kosei mejor que yo.—susurré con la mirada baja y él se encogió de hombros.

—Fue una mera suposición.—trató de ser modesto. Yo estaba llena de emociones justo ahora.

Tenía decepción por no haber comprendido mi kosei en aquel momento, estaba algo triste por el pasado y las razones de Todoroki, confundida por lo que sentía y la forma en la que él actuaba... Yo era un mar de sensaciones.

—Tu madre, ¿dónde está ahora?—de todas mis preguntas, esta era la que más me intrigaba.

—Preguntas demasiadas cosas.—rió ligeramente en respuesta, haciéndome apenar. Yo le pedí perdón, pero él negó, diciéndome que no me preocupara.—Mi viejo la internó en el hospital luego de aquello. Ha estado ahí desde entonces.

No supe qué contestar al respecto, por lo que me quedé callada suponiendo que mi expresión lo dijo todo.

Me aliviaba saber que Todoroki y su madre no se veían, pues temía por la estabilidad de ambos, sin embargo, también me dolió el hecho de que, durante 10 años, él y su madre no se habían dirigido la palabra. La relación entre ambos estaba casi quebrada y Todoroki se culpaba por eso.

Nightmares (Todoroki Shoto y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora