Un cliché de nuestra sociedad.

3.1 Los padecimientos diarios.

Al adentrarse en el conocimiento mediante la lectura, de una forma simple, nos encontramos con obstáculos, tensiones y un sinfín de problemas. Los cuales, solamente llevan a la desmotivación continua. Siendo esto no menor. Es muy difícil lograr que una persona, aplique el mayor de los compromisos sin una luz al final del camino.

Pero aún estas problemáticas, son mayores al indagar a la realidad directa. Reclusos y reclusas cuentan su problemática cotidiana. Estos van desde, la prohibición de la conformación de centros de estudiantes, logrando que los y las privadas de libertad no se organicen; el no desarrollo de lugares específicos para que puedan estudiar, imagínese usted que difícil seria realizarlo en un cuarto con 10 personas realizando otras actividades; la destrucción de los lugares conquistados, donde por ejemplo, en una unidad se ha cambiado un espacio de estudio por una oficina para agentes penitenciarios, por la simple razón de que era cómoda; la no adquisición de material de estudio y la adquisición de un solo tipo de material, ¿Cómo se genera una ideología con un único punto de vista?; atropellos constantes por parte del personal penitenciario, que inician desde llegadas tarde a horarios educativos -provocando perjuicios a los y las estudiantes-, rechazo de salidas para dichas actividades, maltrato a personal educativo, incautación de materiales de estudio, y un sinfín de actos, que se encuentran dentro de la violencia institucional que las personas de los establecimientos penitenciarios sufren a diario.

Este un pequeño abanico, de los obstáculos que alguien privado de la libertad debe afrontar. Si entendemos a la educación como valor fundamental ¿Cómo lograremos que los y las privadas de libertad adquieran estudios? ¿Cómo lo lograrán con tantas limitaciones? ¿Lograremos una sociedad con un bien común? ¿Lograremos la felicidad plena en nuestro mundo?