Tuve que amarrarme el cabello, limpiar esas estúpidas lágrimas que siempre salían cuando les daba su gana y empezar a cambiar para dejar de sufrir como una puta magdalena.
Día 191 de 365.
Tuve que amarrarme el cabello, limpiar esas estúpidas lágrimas que siempre salían cuando les daba su gana y empezar a cambiar para dejar de sufrir como una puta magdalena.