Mientras Parkinson intentaba convencer a Granger de que le dijese a la señora Weasley que fuese el fin de semana a Hogsmeade, un león y una serpiente se encontraban en una montaña cercana a Hogwarts. Se habían escapado del colegio y ahora estaban disfrutando del aire fresco y del sentimiento de libertad que les causaba el hecho de no tener que estar en el colegio, encerrados en las paredes del castillo.¿Cómo habían llegado ahí? Sencillo: Blaise llevaba algún tiempo hablando con el chico Weasley, pero su plan original siempre fue llevarlo a un lugar donde estuviesen solos. ¿Por qué? Con todas las chicas que había estado Blaise únicamente por diversión, les encantaba el hecho de que las llevara a algún sitio donde estuviesen solos; por lo tanto, supuso que con el pelirrojo no sería muy distinto.
Cualquier personas que no se hubiese fijado mucho en la actitud de Ron, supondría que él se negaría y que Blaise lo llevó a rastras, pero no fue así.
El pecoso siempre se mostró sumamente receptivo con el moreno, casi hasta sumiso. Llegaron a llevarse bien, pero únicamente porque se podía decir que a Ron le ponía un poco Zabini, a pesar de que no lo admitiese. En cualquier otra situación, Ron ni siquiera hubiese aceptado compartir dos palabras con él, porque vamos, era un slytherin y parte de la pandilla de Malfoy; claramente no era una persona con la que él se juntaría normalmente. Pero... El moreno tenía algo, que él no sabía explicar. Un algo que le atraía muchísimo.
—¿Vienes o te quedarás embobado toda la tarde? —preguntó el moreno, saliendo de la tienda de campaña. El pelirrojo solo negó con la cabeza, hablando.
—El sol se aprecia muy bonito desde aquí, ven para que lo veas —le sonrió, jalándolo suavemente por la mano y posicionándolo a su lado. El moreno apreció las vistas y notó que tenía razón, así que sonrió de manera casi imperceptible.
—¿A que nunca habías visto algo así? —susurró con orgullo, pasándole un brazo por la espalda.
—Seguramente lo habré hecho, pero no lo recuerdo —murmuró, rascándose la nuca—. ¿Y tú?
El moreno tuvo que morderse la lengua para no decir que había follado con una chica en ese mismo sitio y con una puesta de sol parecida, ya que el pelirrojo se veía muy interesado y tampoco debía enterarse acerca de su vida sexual... Al menos, no aun, ¿no?
—Creo que nunca —admitió, encogiéndose de hombros—, únicamente veía los atardeceres y amaneceres.
El contrario asintió y se sentó en el suelo, cruzado de piernas y con los codos apoyados sobre sus rodillas. Admiró el cielo como si fuese la cosa más hermosa que sus ojos habían visto alguna vez, y eso removió algo dentro del estómago del moreno, que lo hizo poner una mueca.
No. No debía sentir pena. Eso era una apuesta y él no iba a perderla. Él no podía gustar de la comadreja, no podía sentir nada por un traidor de sangre.
Mientras que el pelirrojo se distraía en sus pensamientos y su admiración hacia el frente, el moreno se sentó a su lado. Notó que el contrario estaba algo incómodo, ya que se movía cada poco y cambiaba sus brazos de posición constantemente, a pesar de no quitar la vista del cielo. Hizo una seña hacia el pelirrojo y el aludido le miró, mientras que él le hacía señas para que recostase su cabeza en su regazo.
Ninguno dijo nada. Ron solo se sonrojó levemente y se volteó, apoyando su cabeza en las piernas ajenas. Blaise suspiró, intentando relajar el incómodo revoltijo que cargaba en su abdomen, mientras que el pelirrojo se acomodaba estirando las piernas y mirando ahora hacia arriba. El moreno notó que el chico le miraba, así que le devolvió la mirada y el color gris platino y el azul cerúleo chocaron. Supo que el pelirrojo estaba avergonzado con tan solo analizar un poco su mirada, así que para calmarlo, volteó un poco su rostro para que quedase mirando al frente como antes y comenzó a dejar suaves caricias sobre su cabello.
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Maldito Veritaserum; Pansmione.
FanfictionA pesar de que no hay mucha información sobre ello, se sabe que las serpientes son apostadoras por naturaleza. ¿Qué pasaría si la apuesta más ridícula les llevase a la perdición? Digo, después de todo, en este libro, terminaron ganando los leones, q...