Capítulo 6

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La clase había sido muy divertida para todos los presentes, pese a que habían quedado agotados estaban felices, y es que Jimin sabía cómo llevar adelante una clase de forma dinámica y disfrutable.

Uno a uno se fueron retirando todos, mientras Jimin y Jungkook se quedaron ordenando el lugar, acomodando elementos que se habían utilizado, limpiando el piso y dejando todo tal y como lo habían encontrado.

Eso los ayudaba a tener algo que hacer y evitar hablarse, porque no tenían idea de cómo seguir. Ese casi beso los había descolocado totalmente.



Jungkook de verdad creyó que había dejado atrás su enamoramiento por Jimin, pero haberlo tenido tan cerca, de esa forma, había movido todo en su interior. Lo veía con otros ojos, los mismo con los que lo había visto desde que tenía 6 años hasta antes de perder contacto, y no le agradaba. Se sentía molesto consigo mismo por no haber podido dejar atrás esos sentimientos, por haber hecho ese estúpido movimiento antes y haber provocado que estuvieran así de cerca.

Se arrepentía, y le molestaba no arrepentirse en realidad.

Le había encantado poder tenerlo tan cerca, Jimin se vio y se sintió más hermoso que nunca para Jeon, pero no podía ser. Ellos no podían ser. El pelinegro lo había dejado muy claro hacía años, y el menor no iba a volver a arriesgarse a ser rechazado y a volver a perderlo.

Iba a tener que manejar la situación.

Tal vez si hacía como si nada, Jimin dejaría de actuar distante y ambos podrían volver a sentir comodidad y buena onda para charlar y pasar el rato juntos. Solo tenía que restarle importancia a lo sucedido, aunque en su mente ese momento quedó grabado a fuego, y las cosas retomarían su curso.

Aunque el hecho de que Park pareciera dispuesto a besarlo, lo tenía demasiado confundido. ¿Lo había imaginado? ¿Se habían dejado llevar por el ambiente nada más?

No entendía, no sabía, y odiaba sentirse de esa manera.


─ ¿Todo listo hyung? ─ Quiso consultar, ya que el otro chico estaba en el otro extremo del salón, muy ensimismado en lo suyo, y por ello la voz de Jeon lo hizo pegar un salto y girar de golpe.

Jimin estaba con la cabeza en otra parte, pensando y repensando demasiadas cosas, y no se esperó para nada que Jungkook le hablara. No después de lo sucedido.

─ Si, todo listo, ya podemos irnos. ─ Contestó y se dirigió a tomar su bolso, intentando no mirar al otro muchacho ni una vez, ni siquiera cuando lo tuvo a su lado, ya que también tenía que buscar su mochila.

El mayor salió de ese salón como si algo terrible lo estuviera persiguiendo, y no volvió la vista atrás, seguro de que Jungkook lo estaba siguiendo.

Jeon siempre lo seguía, y Park jamás miraba atrás.


Pero es que en ese momento, el pelinegro se sentía como el mismo niño de 8 años a quien su mejor amigo se le había declarado. Sentía nervios, miedo, culpa y un sin fin de emociones que lo estaban sofocando.

Porque esa vez, Jimin no iba a rechazarlo.


Si Jungkook decidía rozar sus labios, Park había estado más que listo para corresponderle, y no tenía idea de dónde había salido ese deseo y seguridad de besarlo. Porque aunque podía apreciar que el castaño era alguien atractivo, él no pretendía verlo con otros ojos; además, había dejado atrás toda su historia para enfocarse en disfrutar de su amistad y recuperarse mutuamente.

Just Kids; jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora