Capítulo 10

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Jimin fue abriendo lentamente sus ojos esa mañana de miércoles. Se sentía cansado, y supuso que como cada día en que no debía escuchar su alarma, de todas formas se había despertado temprano, estando demasiado acostumbrado a esa rutina.

Intentó apartar un poco las sábanas y el acolchado para poder sacar su brazo y llegar a su mesa de noche, donde siempre dejaba su teléfono, y verificar la hora.


Pero el brazo en su cintura se lo impidió.


El recuerdo de la noche anterior lo sorprendió, y no pudo evitar sonreír ante lo ocurrido. Se había sincerado y confesado con su mejor amigo, quien lo había perdonado y le correspondía sus sentimientos, lo había besado, y habían pasado juntos la noche.

Demasiado bueno para ser real, pero lo era.


Olvidó su plan inicial, y prefirió darse vuelta lo más delicada y lentamente posible, para poder estar cara a cara con el lindo chico de cabellera chocolate que descansaba a su lado.

Se veía en paz, y demasiado lindo.


Pronto todo su cansancio desapareció, estando atento a cada detalle del rostro de "su pequeño", como le gustaba pensar. Sus ojos cerrados viéndose delicados, su nariz, la cual le parecía de lo más adorable, su boca que tenía una forma demasiado linda, y su cabello, el cual sin dudas estaba largo y por eso se le despeinaba con mayor facilidad.

Jungkook sin dudas era hermoso.


─ ¿Tendré que acostumbrarme a que hagas esto cada mañana?

Park pegó un pequeño salto debido a la sorpresa de que Jeon hablara en el medio de su análisis y del silencio que había en ese apartamento.

─ Casi me muero de un susto. ─ Respondió con fingida molestia, pero pronto volvió a sonreír, puesto que Jungkook lo había acercado más a su cuerpo y depositó un beso en su frente. ─ Podría acostumbrarme a esto, pero mis besos de buenos días deben ser en los labios. ─ Esas palabras provocaron una risa en el otro joven.


Segundos después se encontraba besando los rellenos labios de Jimin, delicadamente, casi con pereza, puesto que recién se despertaba, pero también porque quería permitirse saborearlos, como si tuviera todo el tiempo del mundo, para asegurarse de que eso no era un sueño y la noche anterior tampoco lo había sido.


─ ¿Contento? ─ Park estaba algo atontado por ese beso, y por la voz ronca que tenía Jeon en las mañanas, por lo que solo pudo asentir con la cabeza y reír cual tonto.

Era verdaderamente un niño cuando estaba con Jungkook, y le gustaba que así fuera.

─ ¿Tienes hambre? Podemos desayunar juntos si quieres. ─ Propuso mientras pasaba su mano por el ondulado cabello de su pequeño no tan pequeño. ─ Y no te atrevas a decir que solo quieres comer mis labios o te golpearé por cursi.

Jeon soltó la risa más genuina y hermosa que Jimin había oído, y su pecho se llenó de un sentimiento cálido al observarlo.


Sin dudas quería acostumbrarse a que las mañanas sean de esta forma. ¿Eso era muy pronto? No para él.


Just Kids; jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora