Capítulo 9

2.9K 210 28
                                        


Tal y como había sucedido aquel domingo por la tarde en que Jeon no le respondió el mensaje a Jimin, así habían seguido durante semanas.

Park no quiso insistir más, aunque moría de ganas por saber algo del muchacho. No tenían que hablar de lo suyo ni nada, él simplemente lo extrañaba, quería su compañía y saber qué tal le había ido en ese tiempo.

Sabía detalles como que tenía que entregar trabajos en su universidad, y más de una vez se encontró queriendo dejarle un mensaje deseándole éxitos con eso, y más de una vez lo había hecho, recibiendo solo un gracias acompañado de algún emoji.

Pronto dejó de intentar, no quería molestarlo y llegar a ser pesado.

Pero ahora nuevamente estaba deseando escribirle, y dudando mucho también, porque se acercaba el día de su cumpleaños y deseaba poder pasarlo junto a él; ya le había comentado ese detalle en alguna otra oportunidad, pero esta vez deseaba hacerle la invitación formal, una que no sabía si resultaría como una broma de mal gusto o si sería aceptada.

Se sentía como un niño.

Luego de convencerse a él mismo de que no tenía nada que perder, decidió enviar el mensaje y atraer toda la energía positiva que existiera para que el menor si aceptara presentarse en su casa dentro de dos días.




(...)



Jeon Jungkook se pasó semanas enteras intentando enfocar su mente en sus tareas y su empleo, porque su tema con Jimin quería ganar terreno y mantenerlo pensando y repensando.

No podía culpar a su propia mente, todo eso había quedado en nada y necesitaba un cierre.

Pero incluso luego de semanas tan cansadoras, nunca se sintió tan agotado de pensar como después de que su hyung le dejara un mensaje invitándolo a su cumpleaños.

Jungkook recordaba bien la fecha.

Aunque su memoria era muy mala, una fecha importante como la de su mejor amigo de la infancia había logrado recordarla cuando tan solo tenía 7 años. Sabía que el día se acercaba, y había tenido el pensamiento de ir de todas formas; o de no ir, porque tal vez ni lo quería allí; o de ir a dejarle un regalo y saludarlo, pero no quedarse a pasar el rato; o tal vez solo ir, dejarle el regalo y huir.

Eran demasiadas posibilidades.

Hasta se sentía algo tonto por haberse preocupado tanto por ese día y el qué hacer, pero cuando Jimin le dejó ese mensaje agradeció a su mente por haberle dado opciones.

Seguía pensando si ir o no, de todas formas.

Porque el hecho de que Jimin lo quisiera allí ese día, no significaba que su incomodidad al tenerlo cerca fuera a desaparecer, y no pretendía pasar un mal rato, ni hacer que el cumpleañero lo tuviera.

Estaban en malos términos, pero no iba a arruinar su día.

Por ello, al otro día de que Park lo contactara, le confirmó su asistencia, y puede que hasta hubiera hecho un pequeño puchero al ver el "Gracias por querer venir" que le había contestado.

No iba a mentir, se moría por ese chico y lo atractivo y tierno que le parecía, lo extrañaba mucho también, se había acostumbrado demasiado rápido a tenerlo en su día a día, y tenerlo lejos ahora era muy triste.

Just Kids; jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora