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For you I only are your bitch?


La mirada en los ojos de Annette era dura, había pasado por un fuerte entrenamiento para convertirse en una mujer noble espectacular. Noches enteras memorizando notas musicales para satisfacer el odio de su público, días sin dormir para aprender los pasos de baile, dolor en las muñecas luego de que no pudiera recordar alguna de las notas sobre comercio y cuidado del hogar de los grandes tomos de la biblioteca de su padre. Y todo para que? Ella aún seguía siendo despreciada frente a su brillante esposo...el más joven caballero que se haya conocido, alto de cabello rojizo y de impresionantes ojos azules.

El segundo hijo de un duque...Carsein.

Estúpidamente pensó que luego de que "la mejor amiga" de su esposo se casará, el hombre giraba la mirada y se dedicaría a tener un hogar bajo su tan conocida igualdad y humildad frente a los comunes..

Error, ella era tan estúpida, pero no podía hacer las cosas que la emperatriz Aristia hizo, no podía tomar una espada, salir afuera a jugar, y tener aventuras como un caballero. Ella era jovencita entrenada para ser la mano derecha de su marido y lograr llevar el apellido de su familia sobre sus hombres. Vaya estupidez...

Alguna vez sus brillantes ojos morados habían transmitido paz cuando Carsein le tomaba la mano, cuando besaba sus labios o cuando en la habitación se dejaba llevar por la livido y la hacía gritar de placer. ¡Fue estúpida! Ese hombre nunca la miro por lo que ella, era una sombra de la emperatriz, un cuerpo con el que podía tener sexo libremente alegando sus derechos conyugales mientras en su mente estaba la larga cabellera de la emperatriz.

¡Odiaba a Aristia! Ella podía ser una mujer revolucionaria, una gobernante a la par del emperador, pero era la mujer que no soltaba el corazón de su marido. ¿Era consciente del daño que les hacía? Esperaba muy dentro de su mente que lo fuera, quien quiere estar con un hombre que no puede olvidar la luz blanca de su vida.

Ese tonto esposo que sonreía a los sirvientes que ayudaba a la gente que trabajaba en los campos para ellos, que regresaba sucio luego de pasar algún tiempo con los caballeros y que se sentaría frente a ella en las cenas, dándole una sonrisa antes de agradecerle por estar en la cocina para ayudar al chef.

Su último recurso había sido atrapado por el estómago, pero parecía que no estaba resultando. Su madre preguntó muchas veces cuál era el problema y ella lo confesó sin temor, la sabia anciana llamó enseguida a su abuela y entre las dos ancianas comenzaron a darle consejos para hacer caer a Carsein a sus pies. La comida deliciosa debía ser parte de su plan, y cuánto sufrieron sus manos para conseguir tener un alto nivel de cocina. La desvergonzada abuela, sugirió que debería aprender a satisfacer a su hombre y con ayuda de una persona anónima, habían llevado a la vieja mansión a una prostituta para que le enseñara cómo tratar a su hombre. La mujer de la vida galante, le explicó con ayuda de un gran almohadón y varios dibujos del cuerpo de un hombre, los lugares que tenía que tocar, chupar y besar.

Su rostro era como un tomate cada vez que escuchaba las detalladas explicaciones de la mujer. Su abuela una mujer pervertida apoyo a su aprendizaje contándole las cosas que hacía con el abuelo dentro de la habitación.

La abuela y la mujer galante, le habían dicho muchas veces que para tener a su hombre a sus pies debía mantener su flor estrecha y la sometieron a un extraño entrenamiento para que en cada momento que su esposo apuñalará su flor fuera succionado por miles de bocas pequeñas dentro de su cuerpo. 

Se sentía tan sucia cuando las rutinas terminaban, pero no podía dejar pasar la oportunidad. Iba a pasar su vida entera con Carsein, ¡tenía que tenerlo a sus pies!

Pero de nada sirvieron los esfuerzos que había hecho en sus primeros tres años de matrimonio, cuando se anunció el embarazo de la emperatriz en un baile. Todos estaban aplaudiendo y la mujer de ojos amarillos se veía radiante, exudaba felicidad. Annette miró de reojo a su esposo y pudo ver como sus gestos se endurecian. Él seguía amando a la emperatriz, esa noche fue una de sus noches más salvajes, Carsein la tomó de una manera brusca, su vestido fue destrozado por él, su fina ropa interior había sido arrojada al piso de la habitación.

El hombre buscó refugio en su cuerpo y mientras hacía ruidos de satisfacción al estar dentro de su estrecho camino de flores, con un gemido duro y justo antes de derramar su semilla en su dulce olla de miel, gritó su nombre....

Un Aristia salió de su boca...cuando terminó de vaciar sus semillas salió de ella y pareciendo inconsciente de lo que había gritado mientras hacía uso de su cuerpo, se dejó caer a su lado con una sonrisa satisfecha.

Annette se tragó sus lágrimas mientras esperaba como una maldita prostituta que su cliente se durmiera para largarse.

Ella no era nadie para él, se sentía pequeña, utilizada, invisible. Su tan considerable status había sido machacado por un hombre que no podía olvidar a su luz de luna.

Cuando estaba segura de que Carsein estaba dormido, se escapó de la cama como una amante que esperaba no ser descubierta por la amada esposa de su hombre.

Se alejó cojeando de la habitación, antes de derrumbarse y llorar en una parte lejana de uno de los pasillos de la mansión, hasta que una de las doncellas la encontrara y la llevara a otra habitación. Las mucamas ayudaron a limpiarse cuidadosamente mientras mordían sus labios al  mir a su ama llorar de forma inconsolable.

Without your words, I can find my placeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora