Stony || Único

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Omegaverse

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Omegaverse

•Steve Omega
•Tony Alfa

[Basado en Locura de amor en las Vegas]


Era una mañana tranquila en New York, una mañana productiva para mucha gente.

Un Omega rubio, de ojos azules, se preparaba para su trabajo, un traje gris era el que llevaba puesto.
Se miró una última vez en el espejo, tomó su libreta, era su mayor tesoro, contenía todo lo que haría en la semana.

En otro extremo de New York, una Omega con lencería de colegiala entró al edificio de un Alfa castaño esperando con ansias, no eran pareja, no, pero siempre se encontraban para encuentros sexuales.
Aquel Alfa castaño es todo lo contrario a nuestro rubio, él no trabaja mucho, no le gustan las responsabilidades y mucho menos una relación, eso no era para él.

[•••]

Era una tarde tranquila en la vida del Omega Steve Rogers, su día en el trabajo salió a la perfección, tal y como lo tenía planeado. Así era él, siempre tenía que tener el control de todo, le encantaba planear lo que haría, si planeaba no se llevaría una sorpresa nunca.

Justo como hoy, después de su trabajo tenía planeado celebrar el cumpleaños de su Alfa, James Barnes.

Con ayuda de su gran amiga, Natasha Romanoff, habían planeado cada detalle para dicha celebración, todo tiene que salir a la perfección.

Unas horas después se encontraban todos los amigos de la pareja dentro del departamento esperando el momento en que el festejado apareciera.

—Yo iré por él y cuando entre todos gritan; sorpresa —dice mirando a cada persona frente suyo, su amiga pone los ojos en blanco mientras bebe una de las cervezas que se encontraban dentro de la nevera.

—Creo que necesito anotarlo en una libreta —comentó la pelirroja.

El rubio estaba a punto de decir algo, pero fue interrumpido por la alarma de su celular, James estaría por aparecer.

—Grita sorpresa cuando entremos, eso es todo, Nat —dijo para salir del departamento y encontrarse con las puertas del elevador abrirse.

En cuanto las puertas fueron totalmente abiertas y el pelinegro salió por completo de este, Steve sonrió y le dio un abrazo.

—Tengo que decirte algo importante —hablo el Alfa interrumpiendo el abrazo.

—Bueno, yo también tengo algo que decirte, vamos adentro y estando ahí me cuentas eso que me vas a decir —jaló del brazo al pelinegro, pero él no se movió.

—Tengo que decirte esto ahora, Steven —supiro—. No puedo más con esto, no puedo con tu obsesión por el control, porque se haga todo a tu manera y en tu tiempo. No lo disfruto, no soy feliz —la sonrisa en el rostro del Omega se esfumó por completo.

Steve  RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora