06. Distanciados

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Canción dedicada a Lara

Me desperté con la alarma a las 6:30, en medio del desastre de mi habitación, pero no me propuse a levantar u ordenar algo. Me levanté del suelo, agarré mis cosas de este, salí de la habitación y la cerré. Mis papás estaban allí, abajo. Los pasé con la mirada gacha y tomé mi desayuno en el cordón de la vereda, mi mamá sacó el auto y nos fuimos al colegio.

- Yo sé que te puede dar vergüenza, pero no quiero que te juntes con Augusto, es muy mala gente Cielito...

- Si ya sé, pero no quiero hablar- dije a regañadientes y con la voz ronca de tanto llorar.

- No es forma de contestarme.

- Bueno perdón. Pero en serio estoy muy cansada, no quiero hablar- en parte era cierto, estaba cansada de llorar y a decir verdad me dormí muy tarde.

- Bueno, igual ya llegamos, que tengas buen día.

- Chau.

Miré que mi mamá avanzó, pero al llegar a la esquina se detuvo y estacionó en una bajada ¿Por qué? Ni idea. Me acerqué a la entrada del colegio y le hice un ademán con la mano para que se fuera, pero no cedió ¿Estaba comprobando que entrara al colegio? No. Ahí caí en la cuenta. Augusto estaba detrás mío, y ella quería comprobar que no me acercara a él. No quería tener ni una escena en la escuela ni otro castigo, así que caminé hacia la entrada y lo ignoré de tal forma que pienso que merezco un Oscar por ello. Había llegado diez minutos antes de las 7, así que me dio tiempo para actualizar un pequeño capítulo de mi novela de Wattpad. Luego pensé, si mi mamá quería que me separara de Augusto ¿Con quién me iba a sentar? Guille y Mara no eran una opción, y menos que menos Bianca; Fede, un amigo de Augusto, es piola, pero me mantendría atada a él y por ende a su amigo, tampoco era opción; Chiara, no; Valentina, menos; Luciano, ni loca... Al final opté por sentarme con Augusto, pero sin dirigirle la palabra, lo cual se le daría muy bien a la antigua Cielo; pero ahora que sabía que Augusto era bastante insistente, se me iba a hacer más difícil evadirlo...

Primera clase: Catequesis.

¡Qué buena manera de empezar el día! Que se note el sarcasmo. La hora de catequesis estaba destinada exclusivamente para tomar mate o tereré con galletitas, hablar de nuestro fin de semana, etc, etc, etc... ¿Cómo voy a evadirlo ahora?

- Voy a perdonarte que no viniste cuando te llamé hoy a la entrada porque tu mamá estaba en la entrada, pero ahora sos bastante libre de dirigirme la palabra - me dijo Augusto mientras me pasaba el tereré.

- No tengo ganas, me siento mal - no sé si lo decía por el tereré o por lo de hablarle.

- ¿Llamamos a EMEPA? - dijo Fede entre risas.

No le respondí y me calcé los auriculares de una, puse el volumen a todo lo que daba y los ignoré por el resto de la hora.

El día se me pasó volando, justo cuando pensé que iba a tener que desistir y hablarle, sonó el timbre y anunció el almuerzo y la clase de Educación Física, en la cual no me sentía del todo cómoda, pero al menos era algo, Augusto ya no iba a fastidiarme.

En la hora de Educación Física, la profesora armó parejas para las evaluaciones de Vóley, Hockey y Básquet. A mí me tocó con una tal Iara, nunca le había hablado, pero sé que se quiere acercar al grupo de Augusto, porque no pertenece a ningún grupo definido. Definitivamente era lo medianamente mejor que me pasó en el día, porque con la mala suerte que porto, seguro me tocaba con Bianca. Al final Iara fue una muy buena compañera, le ayudé a perfeccionar sus tiros al aro y ella me ayudó con los golpes de Vóley. Al finalizar la hora me decidí:

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