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Beberly no conseguía dejar de pensar en lo dicho por el hermano de Riza. Necesitaba saber si era cierto. Era de madrugada y aún no podía dormir, pensando en aquel berenjenal. Salió de la cama y camino por el pasillo de la nueva casa de su Padre. Cuando sus padres firmaron el divorcio no lo asimilo de prisa le costo tiempo adaptarse a algo nuevo. Pero sabia que su madre aun suspiraba por su "Gabi" como ella le llamaba con cariño. Estaba segura de que habia chispa entre ambos aún. Las voces en la planta baja hicieron que arrugara la nariz, bajo las escaleras con cuidado. Se agacho en silencio bajando las escaleras con cuidado para no ser vista. Fue hasta la pared tracera de la cocina donde habia una pequeña entrada en arco. Pudo ver con claridad a su padre de espalda hablando. - Alex entiendeme, por favor.-

- ¡No! Quien tiene que ponerse en mí lugar eres tú, Gabriel llevamos 5 años.-

- Lo se, pero solo te pido un tiempo. Sabes que es difícil para mi.-

- No hay más tiempo Gabriel. Cinco años te he dado cinco años. Y no conoco a tú hija o a tu familia. Por que tienes miedo a salir del maldito closet.-

- Alex no es tan fácil para mi, tengo a Beberly. Y ella..-

- ¿Y que Gabriel? Vas a esconderla tras la faldas de su madre moribunda por no decirle que tienes un marido y que te gustan los hombres. -

- Beberly es delicada sabes que no puedo decirle del estado de Marieta.-

- Si puedes, pero has tomado la deción de mandar todo por la vorda por sostener mentiras. -

- Alex, sabes que te amo, llevamos mucho tiempo juntos. Solo dame una semana.-

- ¿Una semana? ¿Una semana? Gabriel, he esperado cinco años a conocer a tú hija, soy tú familia tambien. ¿Como crees que me siento. -

- Lo se Amor, no sabes como me arrepiento. Pero ella ya esta aquí con nosotros. -

- Tratas de convercerme con palabras melosas. Sabes, has rotos muchas promesas, me has mentido. Y aún sigo aquí pero eso cambiara si no le dices a tu hija, sobre nosotros.

- No se como abordarle el tema. -

- Si piensas así mejor me voy a la cama. -

- Alex, espera mi amor. - Gabriel tomo el brazo de Alex tratando de detenerlo.

- Ya dije: !No voy a esperar! Si lo hago seré yo quien le diga a tú hija que tienes un marido y que soy yo. Ya lo hemos ocultado cinco años. !Cinco Gabriel!  Y si no tienes los pantalones para decirle que Marieta se esta mueriendo, tambien se lo digo yo. - Alex de un tirron se liberó del agarre de Gabriel.

Beberly no conseguia pasar la saliva por su garganta. Su respiración era regular pero no conseguia mover su cuerpo luego de toda aquellas declaraciones. Mientras su padre y amante salian de la cocina por la entrada frontal de la cocina. Un leve temblor le recorio el cuerpo al escuchar las palabras del tal Alex. Marieta su madre estaba muriendo. ¿Cómo podria ser aquello posible? No simplemente, no creeria tal calumnia. Su madre poseia una salud de hierro. Nego con la cabeza repetidas veces. -!No!- Soltó una risa temblorosa. - No es pasible, ella no me haria éso, no me mentiría.- Ella entrelazo sus manos colocandolas atras de su nuca. ¿Como podía ser todo aquello verdad? ¿Cuanto tiempo lo habian ocultado? Se pregunto con los ojos llenos. Se debatió entre la opción de tomar un vuelo de regreso con su madre para enfrentarle o enfrentar a su padre. Todas las opciones eran un desstre. Ella no esta enojada esta rabiosa por que alrededor de su vida todo eran mentiras. Tiro de su cabello con frustración, sin saber que hacer. Su celular vibro sostenido por el elastico de su pijama. Número desconocido ponía en la pantalla.

- ¿Estad dormida? - Leyó en la pantalla.
- ¿Quien es?- Recleo de vuelta.
- Responde mi pregunta primero.-
- No me da' a gana-
- Que volátil-
- !Cállate! Estoy ocupada.-
- Ya tan rápido andas en la cama de otros. Pensé que te gustaba Evan. -
- ¿Quien te dio mi número? -
- Evan por supuesto. -
- Acosador-
- Me halaga que me llames acosador. -
- Aparte de acosador loco, en estos momentos no necesitos tús bromas.-
- ¿Por que no es el momento?-
- No te importa-
- Estonces, para que me dices. -
- Ya callate Jack y dejame sola necesito pensar.-
- ¿En que vas a pensar? -
- En como meterte dentro de un horno para que deje de exitir. -
- Me encanta esa idea, me encantaria que me saxones con tus manos. Como los pavos antes del día de gracias, es exitante. -
- Tú realmente quiere morir, deja de escribirme. Adiós. -
- Mejor deberias caminar a la puerta y abrirme. He esperado mucho tiempo afuera.-

El celular resbaló de las manos de Beberly. Aquel mandito, llego a su casa sin invitación. !Que enfermo!

- Sal, hablemos un rato. -

-Adios Jack.-

- Que aburrida eres.-

Beberly inclino su cabeza aún lado mientras peinaba su cabello. Tratando de mantenerse calmada. Pero no podía, nesecitava liberar lo que llevaba dentro. Camino a paso rápido a la puerta principal Jack estaba allí de pie recostado del marco de la puerta. Ella tomó a Jack de jacket verde y los empujo a pasar. Necesitaba distraerce tomaría a Jack como esa distración.

- Pensé que no abririas la puerta -

Cállate, ella coloco una mano sobre su boca. - ¿Vienes en auto?- Miró a Jack acentir.

- Vamos por alchol, será una larga noche. -  Jack asintió mirando a la chica a en pijama de lineas a colores. Ambos pasaron aquella noche juntos y ebrios contando sus más profundas penas.

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 Besos RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora