24

8 1 0
                                    

A mediados de octubre, cinco meses después. Las emociones estaban en un punto más alla de lo que Evan pudo pensar alguna vez. Ahora no solo su respiración se agitaba, o sentia aquellas mariposa en su estomago o tenia el deseo de matener su sonrisa. Queria pasar el mayor tiempo posible al rededor de Riza, compartir su vida junto a ella. Era algo que no habia añorado con tanto ahínco antes el permanecer a su lado. Los sentimientos comenzaron a crecer casi al mismo ritmo que los hacian sus hijos. En tan solo unos meses las cosas habían cambiando para bien para casi todos. Menos para Jack quien sufría la partida temporal de Beberly, ella había regresado a New York con su madre, acompañada de Gabriel. Por lo que Riza estaba un poco decaida. Estaba sentada en la cama con tres almohadas tras su espalda con una expreción triste. Al recibir la repentina noticia de la despedia de Gabriel.

- Riza cambia esa cara, el vendra de vuelta. Me siento celoso de verte así por otro hombre.-

- Crees que vuelva antes del nacimiento de Damian y Valentine. -

Ha dicho que solo será un mes como maximo. Tú misma le aconsejaste ir, le recordo sus palabras.

- Eso es por que no estoy de acuerdo con todas las mentiras. Si el ama a su hija debe ir con ella y ayudarle a enfrentar la verdad del estado de su madre.-

- No será fácil, pero Gabriel parece un buen hombre. Aunque todavía no lo apruebe. - Y era cierto jamás aprobaria ningún hombre cerca de ella.

Riza estiró la mano tomando un cojín blanco a su lado. El cojin impacto la espalda de Evan. Lo que le hizo sonreír. - ¿Estas celoso?-

- Responderé esa pregunta en el sitio correcto. Quiero llevarte a un lugar secreto.-

- Nunca has mencionado nada sobre eso antes, has estado raro los ultos días. -

- Siempre con las preguntas cariño. Deja las cosas fluir, ya vamonos o llegaremos tarde. - Se doblo buscando los zapatos por la habitación.

- Esta bien, pero promete que no caminare demaciado.-  El vientre de Riza era demaciado grande a su siete meses de embarazo. No podia mirar sus pies o colocar sus zapatos. Era complicado tener un embarazo multiple. Evan y Jena ayudaban en todo lo que podían lo que agradecía. Al salir al pasillo pudo persibir el olor a pintura fresca proviniente de la habitación de preparaban para los bebes. - ¿Que haces, Jenna? - Abrió la puerta y se sorprendió al encontrar a Jenna en una escalera con algunas manchas de pintura en la ropa. Gina salto dejando caer la brocha al suelo.

- Riza, me asustaste-  Jenna llevo la palma al pecho asustada, por la aparición silenciosa de Riza. Bajo de la escalera con cuidado para tomar la brocha.

- Lo siento, no era mi intención asustarte es solo que oli la pintura fresca.

- Se supone que era una sorpresa.- Evan hablo detras de Riza. Los ojos de Riza fueron directo a las paredes escaneando el color blanco hasta posar los ojos en la pared a colores en acrilico haciendo una increible combinacion de colores fuertes, claros con una trancición suave entre los colores. - !Es increible! Me encanta-

- Abrazaras a Jena luego debemos irnos. Jenna no dejes entrar a extraños la alarma estara ensendida. Volvere en un pas de horas máximo.

- Estare buen puedo cuidarme sola.- Jenna hablo mientras se subia de nuevo a la escalera.

- ¿Como Jenna movio todos los muebles de los niños.-

- Lo hizo ayer mientras ibamos a la doctora.-

- Esta haciendo un trabajo increible.-

- Los Taylor puede hacer lo que sea, recuerdas.-

- !Pesumido!-

Luego de un tiempo mirando la carretera recordo a donde llevaba aquel camino por el Evan estaba conduciendo. Hacia algún tiempo habian estado en aquel lugar, lo recordaba por que era su lugar ademas de aquel parque cerca de su antigua casa. Incluso pensar en antigua casa le hacia tener la sensación de todo el tiempo que habia trascurido.

Al llegar ella bajo apresurada por sentir la brisa contra su rostro. Pero Evan coto su camino con una mirada sería. - Abre la guantera del auto, primero.-  Ella le miro haciendo un puchero. Rendida fue y abrió la guantera del auto allí habia un sobre. -¿Un sobre? -  Preguntó Riza. El sobre era largo de color mostaza. ¿Por que le estaba dando un sobre? Eso solo podia significar una cosa, sola una y no estaba lista. Necesitaba más tiempo. ¿Como podría hacerle aquello en aquel momento? Hiba a dejarle embarazada con sus hijos. Quizás incluso fue el motivo por el que Jenna pintaba la habitación en secreto. El nunca tubo mas que cariño por ella, no habia más sentimientos de por medio. Sus ojos picaron y parpadeo repetidas veces para no soltar lagrimas de rabia de desilusión. Al final era la verdad todo aquello era un trato entre ambos. Sabría que todo eso podria pasar. Tenian un termino un año. Y este estaba llegando a su fín.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
 Besos RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora