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—Metawin, recuerda que aún tengo que usar muletas, carajo.

—Vachirawit, recuerda que la ayuda nunca está de más—Win desplomó una colorida variedad de verduras sobre la enrome canasta beige que Bright sostenía desinteresadamente sentado sobre una silla de la cocina, frente al amado huerto del pelinegro. —Además de que sigo un poco crudo por lo de anoche, muchas gracias por haberme cuidado después de embriagarme, maldito.

El sarcasmo no logró molestar al joven de piel bronceada quien se encontraba plácidamente sentado bajo el sol que atravesaba por los delgados árboles hasta reposar en él, en su lugar solo esbozó una fría sonrisa.

—Ni siquiera cuido de mí mismo, apenas y lo haría por alguna modelo jodidamente atractiva y dispuesta a chupar-

— ¡No tienes por qué explicarme!—farfulló el pelinegro lanzándole una mirada asesina. —Conozco muy bien cómo funciona tu retorcido cerebro de idiota, solo traseros, traseros, traseros.

—Tú eres solo plantas, plantas, plantas.

Win se incorporó de pie ágilmente mientras seguía golpeando los costados de su overol de mezclilla azul tratando de que la tierra se le desprendiera, llevaba puestos unos enormes guantes anaranjados de jardinería y el rostro también repleto de suciedad. El lado bueno era que ya había terminado con sus tareas del huerto aquel soleado dia, lo malo era tener que convivir con alguien tan molesto como Bright, y aun pese a aquello lo obligaba a permanecer cerca no fuera se sintiera solo. Win sabía muy bien lo terriblemente pesado que podía llegar a ser la soledad, y si en sus manos estaba ayudar a Bright a tener compañía, eso haría.

—Me das mucha lastima Win, te pierdes de tantos buenos traseros.

—Tu podrías prestarle más cuidados a la naturaleza.

Se quitó lentamente uno de sus enormes y calurosos guantes de jardinería para poder pasarse la delgado mano por sobre su frente empapada en sudor, solo para poder apartarse unos pocos pelos que le caían despreocupados por su delgado rostro.

—Eres la persona más patética que conocido—Win se giró a verlo con una mirada de cansancio y estrés total antes de encaminarse hacia él.

De repente, un agradable y extremadamente alegre tono de llamada comenzó a sonar con fuerza antes de que el pelinegro saliera corriendo hacia un pequeño espacio hueco dentro del tronco de un árbol cercano, que era donde este celular se encontraba y tan pronto como Win lo sostuvo en sus exhaustas manos, lo contestó armoniosamente.

— ¿Estás aquí?

Bright, quien se había mantenido igual de despreocupado como siempre mientras Win corría con una gran velocidad hacia su celular, repentinamente giró todo su cuerpo violentamente hacia Win, sin poder comprender exactamente porque razón Drake los habría visitado. Supuso con rapidez que se trataba de algún regaño fuerte o algún evento importante que se aproximaba, sin embargo, no obtuvo respuestas sino hasta que el pelinegro colgó la llamada y salió nuevamente disparado hacia el enorme y obscuro portón que habría muy raras veces.

—Buenos días Win, traje todo lo de tu lista como siempre.

El joven castaño a como pudo y en muletas, logró con lentitud llegar también a aquel encuentro esperando ver al joven de cejas gruesas y personalidad fuerte, sin embargo por nada del mundo había imaginado encontrarse con una persona nueva. Esta nueva persona era un poco más bajo que Win, era pelinegro de igual manera y portaba una piel perfectamente bronceada al igual que él. Apenas ambas miradas se encontraron la mirada del desconocido se estrujo con rapidez y hazlo una ceja por lo alto antes de fruncir los labios.

—Win, ¿Por qué el artista pop más genérico del mundo está detrás de tu puerta? —Win dio un pequeño salto del susto al darse cuenta de que Bright había sido descubierto por alguien, cosa que claramente Drake había prohibido estrictamente. Ese había sido el punto de Bright viviendo allí, punto que ya no existía después de aquello. — ¿Eres Bright Vachirawit mocoso?

Eterno Resplandor || BrightWin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora