Debra

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-Mañana tenéis el examen, que no se os olvide. Entrarán los dos últimos temas. Ya podéis iros.
En ese momento sonó la campana. Ultima clase antes del examen de matemáticas y no tenía ni la mitad de los conceptos claros.
Guardé los libros y mi estuche en la mochila y salí de clase, me dirigí al aula de física, donde estaba Nuria. Me apoyé en el marco de la puerta y vi como al fondo del pasillo estaba Debra, una rubia de bote que se las trae de reina pero me da pena, sin su chico cachas semanal no sabe sobrevivir. A menudo se reía de mi diciéndome que me quedaría soltera para siempre o que encontraría al típico chico gordete con el que tendría una única oportunidad. Prefiero eso a estar con uno diferente cada semana.
-Hola Sandri.- Nuria salía del aula de física.- ¿En qué pensabas?
-Mmm, en nada.
-Estabas pensando en Alvaro que lo se yo.
¿Por qué todo el mundo estaba obsesionado con que me gusta?
-No estaba pensando en el. Por cierto, luego hemos quedado para estudiar, por favor no te pongas histérica, no va a pasar nada.
-Ah que bonito, prefieres que el te ayude antes que yo. Que sepas que eso me ha dolido. Ale que te vaya bien con ese barbitas.
-Pero no te me enfades que yo te prefiero a ti. Además entre estudiar y Niall casi no tienes tiempo para mi.- Fingí que lloraba para ver si la daba pena y se la quitaba el enfado.-
-Por dios ya no se cuantas veces te he dicho que no se llama Niall, pero si estas feliz así llámaselo pero delante de él no que te conozco. Que sepas que eres una muy mala actriz.
Nos empezamos a reír, normalmente nuestras peleas siempre acababan en risas. Es una de las muchas cosas que me gusta de ser su amiga.
Dejamos los abarrotados pasillos del instituto y salimos. Busqué con la mirada a Carlota, Lidia y Alberto. No me costó mucho encontrarles, estaban donde siempre, apoyados en las verjas de la entrada. Agarré a Nuria de la muñeca y fui corriendo hacia ellos.
-Holaaa- Dijimos todos a coro.
Me apoyé en la pared esperando a que llegaran mis padres a recogerme. Alberto se estaba quejando de no se que, creo que de Debra, esa mujer es insoportable.
-Sandra, ¿tú qué opinas?
- ¿Que? Perdón Alberto, estaba pensando en mis cosas.
-En el barbitas seguramente.- Dijo Nuria mientras levantaba la vista del teléfono. Seguro que estaba hablando con Niall.
- No estaba pensando en el, no estaba pensando en nada.
-Uy Sandra no nos has hablado de ese chico eee.- Dijo Lidia mientras me guiñaba un ojo. Carlota y Alberto imitaron a Lidia y me guiñaron un ojo.
-Que pesados estáis todos, es un chico que me va a ayudar hoy con las matemáticas.
- Y con el que has cruzado varias miraditas.
-Nuria cállate, un error le tiene cualquiera.
- Bueno dejando a un lado al chico ese, te iba estaba diciendo que hay un chico que pobrecito...será la próxima víctima de Debra. Menudas miradas le esta echando.
Miré a Debra. Es verdad, estaba mirando demasiado a un punto fijo y luego sonreía. Pobre chico. Por curiosidad busque al chico que recibía tanta atención de Debra. No, no era posible. Debra estaba mirando a un chico que estaba apoyado en una moto, el estaba algo lejos de mi pero le reconocí enseguida. Si, era Alvaro. Mi duda es que estaría haciendo aquí.
-Si, po...pobre chico.- Me costaba articular palabra, algo dentro de mi estaba mal, quería dar un puñetazo a Debra. Ay no, ojalá no sean celos. No pueden ser celos.
-Sandra estas algo nerviosa.
-¿Yo? Para nada.
-Que se acerca el chico. Por favor que mono es.
Lidia y Carlota le miraban embobadas. ¿Es normal que las quiera dar una torta?
Alvaro se acercaba a nosotros. Pasó junto a Debra sin mirarla, cosa que me provocó un leve ataque de risa, que cara se la había quedado. Alvaro se paró a unos tres metros de nosotros, sonrió y siguió caminando.
-Hola.
-Hola.- Le respondieron todos a coro.
-Sandra, ¿podemos hablar?
-¿No me puedes dar clases hoy? No importa.
-No es eso. Me han llamado tus padres para que venga a por ti. Les ha surgido una cosa y han tenido que irse.
-¿Estan bien? ¿Le ha pasado algo a mi hermana?Alvaro dime que pasa.
- Nada importante, el coche se estropeo. Tu hermana esta con una amiga.
- Menos mal que no es grave. Tranquilo que puedo ir andando a casa y luego ya voy a la tuya.
Todos nos miraron asombrados. A saber que estarían pensando.
- Te llevo a mi casa ahora. No tengo nada que hacer.
-No voy a ir a comer a tu casa. Y mucho menos pienso ir montada en una moto.
- Vendrás a mi casa en la moto.- Me sonrió de forma desafiante y me cogió en brazos.- Diles adiós a tus amigos.
Se estaban partiendo todos de risa. Ojalá les atropelle un camión lleno de frailes.
- SUÉLTAME AHORA MISMO.
Se dirigía conmigo en brazos a la moto. Me posó sobre ella y me dio un casco.
- Anda que te prometo que no te caerás.-Sonrió y se montó. Arranco y nos dirigimos a su casa.
Juro que algún día le acabo matando. A el y a mis amigos por reírse. Me acababa de raptar, tengo testigos.

Smile for meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora