Charcos

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Hacia frío, bastante frío. Había charcos aislados, pues hacia pocas horas que había dejado de llover. Yo me encontraba en uno de esos charcos, moviendo el pie derecho en círculos mientras observaba a Alvaro sin saber que decir ni hacer. Él seguía en la misma posición, me miraba a mi y luego pasaba a mirar a Alberto, quien no se atrevía a decir nada ya que temía que le diera un puñetazo. Alvaro estaba apretando sus puños con bastante fuerza a la vez que sus lágrimas caían de sus ojos. Me dolía verle así por algo que no era cierto, Alberto no tiene nada conmigo ni yo con el, simplemente fue un malentendido. Noté como dos figuras aparecían detrás de Alvaro y se sentaban en un banco mientras miraban la situación en silencio. Ladeé levemente la cabeza y pude ver que eran Nuria y su novio. En estos momentos la envidio, ¿por qué mi relación con Alvaro no puede ser como la suya con "Niall"?
-Si esto no es lo que parece al menos digo yo que me merezco saber que es lo que en realidad pasa,¿no?
Alvaro se había decidido a hablar. Me miraba y seguía llorando. Tenía una ganas enormes de abrazarle pero no era el momento, en verdad no sabia si tendría otro momento para hacerlo, estaba muy enfadado.
-Sandra me estaba consolando. No estamos en ninguna relación, es mas, la conversación era sobre una chica que me gusta.
Alberto se había levantado del banco y se acercaba a Alvaro. Este le miraba menos enfadado que antes, pero aun enfadado. De repente me miró a mi y supe que tenía que decir algo, pero no sabia que podía decirle.
-Alvaro te prometo que solo hay una amistad entre nosotros.
-Sandra es que me das largas, como si no te interesara. Luego te veo con uno y estáis abrazados y pues la verdad es que ponte en mi lugar y pensarías que solo fui una diversión para ti.
Empezó a llorar de nuevo. Miré a Alberto para que nos dejara a solas y se fue al banco en el que estaban Nuria y "Niall" observando la situación.
-No he querido quedar contigo porque me daba miedo.
No podía mirarle a la cara. Simplemente miraba al suelo, apreciando el movimiento de mi pie derecho en el agua el charco.
-Oh vamos Sandra, ¿aún sigues pensando que te quiero violar? Estoy enamorado de ti, no haría eso.
-No tengo miedo a eso. Tengo miedo a una relación, a una relación contigo.
Se hizo un silencio. Levanté la mirada para mirar a Alvaro y le encontré mirando a mis zapatos, al igual que había estado haciendo yo.
-Me alegra saber que yo no te doy miedo. Que solo tienes miedo al amor. Pero...-Dirigió su mirada hacia mi y se acercó poco a poco.- Prometo que no tienes de que preocuparte. Si me darías la oportunidad de estar contigo te demostraría que el amor es precioso. No te voy a hacer sufrir.
Escuché un "ohh" procedente de los tres personajes que se encontraban sentados en el banco. Me fue inevitable reír y a Alvaro también.
-Eyy chicos, aquí un beso quedaría bien eee.
No se bien quien de los tres había dicho eso, supongo que Nuria, estaba demasiado concentrada en la sonrisa de Alvaro. Había vuelto a sonreír y eso me encantaba.
-Sandra le puedes contestar al pobre hombre.
Esta si que había sido Nuria. Ella y su facilidad de destruir momentos bonitos con Alvaro.
-Encantada te daré una oportunidad.
-Pero como la rompas el corazón te las veras con las dos.
-Dios Nuria intimidad por favor.
-Pues no habléis de esto aquí.
Alvaro comenzó a reír y se acercó a mi, seguramente para besarme, pero le esquivé y me senté en el pequeño hueco que quedaba en el banco ocupado por mis amigos.
-Y luego soy yo la que estropea vuestros momentos.
-Quizás yo ayude un poco.
-Un poco bastante.
Reímos levemente y Alvaro se acercó a nosotros.
-Vaya, no me habéis dejado ni un hueco pequeñito.
-Espera un momento barbitas.-Nuria se sentó encima de "Niall".-Ya está.
Ella y su pareja eran adorables. El pobre hombre estaba algo rojo, pero sonreía mientras le acariciaba una mano a Nuria. Alvaro al igual que yo, se quedó mirando unos instantes a la feliz pareja, y luego se sentó en el hueco que Nuria le había dejado, justo a mi lado.
-Gracias por la oportunidad.
-No las des. Tampoco creas que no quería ser tu novia.
Comenzamos a mirarnos y a sonreír. Me encantaba estar cerca de Alvaro, pero en ese momento estábamos demasiado pegados, así que me acerqué un poco a Alberto, que estaba con la mirada perdida. Mientras volvía a hacer círculos con mi pie en un charquito vi como Alberto se fue hacia un columpio. Seguramente no podría ver a dos parejas felices y el sin siquiera poder hablar con Carol, pues ella no le daba la oportunidad. Volví a hacer círculos con mi pie, mientras Alvaro me miraba sonriendo. Nunca me cansaré de su sonrisa. De repente se escuchó otro golpe seco. Alberto se había caído de nuevo del columpio. Este hombre me da que jamás aprenderá a columpiarse solo.

Smile for meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora