CAPITULO 5 AMNESIA

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UN MES DESPUÉS

Armando ya ha sido dado de alta en el hospital, prosigue sin recordar nada.

El médico le ha aconsejado que vuelva a su casa, a la empresa en la cual trabajaba y que los recuerdos irán apareciendo poco a poco, que no sé preocupe que recuperara la memoria en un tiempo.

D.M.: Roberto podemos llevar a Armando a casa hasta que recupere la memoria.

D.R.: No, sería mejor que volviera a su apartamento, podríamos quedarnos con él, pero tiene que volver allí porque esa es su casa y era donde vivía.

D.M.: Puede irse a casa de Marcela, también vivía allí, no estaría solo y podrían retomar su relación.

D.R.: Margarita eso no puede ser bueno. Armando no ama a Marcela.

D.M.: Pero es perfecto, él estaba confundido, se pueden casar y ella lo cuidaría y volverían a enamorase y estar juntos de nuevo. Sería una nueva oportunidad para ellos. Ella es la mujer ideal para Armando, elegante, de su misma clase social y hacen una pareja ideal.

D.R.: No me parece correcto. Armando amaba a otra mujer.

D.M.: Eso son puros bulos. No creo lo que dijo Mario, que amaba a esa doctorcita.

D.R.: Si la ama Margarita, yo lo leí en su diario.

D.M.: ¿Y dónde esta ese diario?

D.R.: Lo tiene Betty.

D.M.: Pues se hace desparecer el diario. Armando y Marcela se tienen que casar, en cuestión de un mes arreglamos la boda, se casan y veras como son muy felices.

D.R.: ¿Y qué harás el día que Armando recupere la memoria?

D.M.: Estara enamorado de Marcela y nos lo agradecerá.

D.R.: Yo no estoy seguro de eso. Puedes perderlo por hacerle casar con Marcela.

D.M.: Eso no pasara jamás Roberto. ¿Me oyes? Jamás. Esa doctorcita no es nadie, solo fue un capricho de Armando.

Doña Margarita fue a reclamarle el diario de Armando a Betty y esta le contesto que lo había perdido. Betty nunca pudo acercarse a Armando y hablar con él. Siempre estaba su mama o Marcela con él. Ya había escuchado sobre la próxima boda de Armando con Marcela. Las pocas veces que le había visto en la empresa, él no pudo quitarle los ojos de encima, pero no la reconocía como tampoco reconocía al personal que trabajaba allí.

Betty no podía creer que le estuviera haciendo esto, sabiendo que iban a tener un hijo juntos.

Estaba en la sala de juntas cuando escuchó a Mario hablar en voz alta con Armando.

C: Hermano reaccione. Usted no sé pude casar con Marcela. No recuerda a nadie, no puede casarse con alguien a la cual no recuerda.

A: Según mi madre estábamos muy enamorados y a punto de casarnos cuando me dio el infarto.

C: Mire eso es cierto, hasta cierto punto, pero ya le digo que su relación con su novia era caótica, siempre estaban a la gresca, le ponía los cachos con cuanta modelo se ponía por delante de usted, no se soportaban.

A: Eso no es lo que dice mi madre.

C: ¡Dios Armando! ¡Ojala recupere la memoria antes de casarse! Porque hermano lo que le espera es un infierno.

A: ¿Por qué tengo que hacerle caso a usted? Solo es otro desconocido para mi.

C: Armando, yo soy como su hermano. Nos hemos ido de cacería muchas noches juntos, nos lo contábamos todo.

Coraje de madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora