CAPITULO 18 LA PRUEBA

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Roberto, Margarita y Marcela se quedaron varias semanas más en Cartagena.

El Doctor Antonio Martínez aconsejo a los señores Mendoza a quedarse un tiempo en Cartagena, porque el clima sería muy favorable para la recuperación de Roberto. Además Marcela estaba con una profunda depresión y tuvo que comenzar terapia con un psiquiatra. Marcela estaba como enloquecida por el abandono de Armando.

Alex estaba casi recuperado, no podía correr, pero ya daba paseos por la playa con sus papas y su abuelita Julia.

El Padre Jaramillo los visitó y les pregunto si querían hacer la prueba que les propuso hace como casi un mes. Armando y Betty después de pensarlo detenidamente y con tiempo decidieron que la harían.

No fueron los únicos que fueron a hacer la prueba, también fueron Margarita, Roberto y Marcela. Aunque a Margarita y Roberto les dijeron que sí querían reencontrarse con su hijo y ser perdonados debían ir a un Monasterio que había en una de las islas del Rosario y que era un lugar de reposo. A Marcela le dijeron que si quería reencontrarse con Armando y encontrar su equilibrio debería acudir a este Monasterio. Todos ellos aceptaron y Alex se quedo con su abuelita Julia.

Betty y Armando llegaron juntos en una lancha. El padre Jaramillo les dio la bienvenida, los hizo pasar a un cuarto, les dijo que se ducharan y se pusieran unas túnicas blancas que habían encima de unas camas. Solo habían dos camas separadas por una mesilla de noche y un austero armario donde colgaron sus ropas.

Al rato llegaron en otra lancha Roberto, Margarita y Marcela. El padre Jaramillo los recibió con unas sonrisa y los paso a los señores Mendoza a una habitación similar a la de Armando y Betty. A Marcela la pusieron en otra habitación con una sola cama, mesita de noche y armario. Todos se ducharon, se pusieron las túnicas.

El Padre Jaramillo paso por la habitación de Armando y Betty, les dio un vino dulce y les dijo que se tumbaran cada uno en una cama, que se tranquilizaran y descansaran, les deseo buena suerte y que a partir de ese momento comenzaba su camino.

Después del que padre Jaramillo se marchara, Armando se acerco y beso a Betty, dulce y profundamente.

A: Mi amor no olvides que te amo.

B: Y tu, que yo nunca deje de amarte.

Se tumban cada uno en su cama y se quedan dormidos.

EL CAMINO DE BETTY

Betty se encuentra rodeada de oscuridad, oye las voces de sus amigas del cuartel, de Don Roberto, Doña Margarita, Doña Marcela, Don Mario y Nicolás. Pero algo raro pasa, pues le llaman Armando y no entiende lo que esta sucediendo, el tiempo pasa. -Es un decir, porque no tiene noción de cuanto tiempo pasa en esta oscuridad, solo sabe de la angustia, la culpa que siente Armando, mientras se hace cada vez más oscuro, conforme pasa el tiempo. Armando ya no quiere seguir luchando por su vida y la oscuridad lo va hundiendo cada vez más, ya no quiere salir de ahí, su vida no tiene sentido sin Betty.-

Betty se asusta ante tales pensamientos. Ella nota como los signos vitales de Armando van debilitándose, oye hablar a los doctores y sabe que Armando se le esta escapando la vida por momentos y pronto morirá. Entonces oye su voz, nítida, clara y le dice que lo perdona, pero que no lo quiere cerca de ella. Armando ha reconocido su voz, desde sus primeras palabras y quiere salir de esa oscuridad, lucha y lucha por salir, pero su cuerpo no parece moverse, solo puede llorar ante las palabras de Betty, nota como ella lo ha abrazado y miles de descargas eléctricas inundan sus cuerpo, activa todas sus terminaciones nerviosas, pitidos ensordecedores empiezan a sonar.

Betty nota como el cuerpo de Armando comienza a despertar y una luz empieza a abrirse camino. Armando lucha por ir hacia esa luz, las palabras de Betty retumban dentro de él.

Coraje de madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora