Malfoy Manor nunca ha sido un lugar "cálido", desde que Draco tiene memoria siempre es observado por molestos retratos de sus antepasados, cada uno más critico que el otro, no puede dar ni un solo paso sin recibir una mirada calculadora, como si todo estuviesen esperando a que se cayera, a que se equivocara, porque nunca sería digno de ser un Malfoy.
Volviendo al punto, Malfoy Manor nunca se siente como un hogar, su "madre" lo obliga a hacer cosas que no quiere y su verdadera "madre" no está nunca en casa. Un gemido de dolor escapa de sus labios, hematomas de diversos tonos entre morado y rojo cubren su blanquecina piel.
- Duele... -
Murmura sabiendo que la persona frente suyo lo escucha a la perfección. Efectivamente, Narcisa quien tiene un ceño fruncido en el rostro asiente con la cabeza.
- Sigues sin estar a la altura de un Malfoy -
- Madre- -
- ¡Silencio! -
La mujer toma a su hijo por el cuello con una fuerza abrumadora. El niño la molesta... "¡Se parece a Lucius!" Es su único pensamiento. En el fondo pero muy en el fondo de su ser, Narcisa sabe lo "cruel" que puede estar siendo con sui hijo, prácticamente se desquitaba con el pequeño por no tener la vida que había deseado. En sus días de Hogwarts recuerda observar al príncipe Slytherin por quien sabe cuánto tiempo, pero ¿quién no lo hizo? Era después de todo el único hijo de Abraxas Malfoy, el heredero de la distinguida familia Malfoy. Cuando sus padres le dijeron que se había acordado un compromiso entre ella y el príncipe rubio, estaba que desbordaba una inmensa alegría ¡De todas las chicas que asistían a Hogwarts, de todas las chicas en el mundo mágico mejor dicho! ¡Ella fue la escogida!
Pensó que, al ser un compromiso ya oficial, podía acercársele, pero el rubio nunca estaba sólo, Severus Snape lo seguía como una persistente sombra, tan fiel con cada paso que su enamoramiento daba, eso la puso celosa en muchas ocasiones... Por razones que nunca comprenderá, Bella siempre sacaba algún comentario para alterar sus nervios, desalentándola a perseguir su sueño de estar con Malfoy, vaya hermana que tiene...
Una tos seca interrumpe sus pensamientos, ah... al parecer asfixiaba a Draco, lo había olvidado. Sería tan fácil acabar con la vida del niño, porque él le temía y no haría nada si le apuntaba a punto de susurrar la maldición asesina o si lo golpeaba hasta llegar a la inconsciencia, nunca la detiene...
- No llores Draco, ese comportamiento es indigno de un Malfoy –
Descubrir el secreto tras Lucius Malfoy la cambio, porque cuando por fin obtuvo lo tanto deseado se dio cuenta de que nunca será completamente suyo, Lucius jamás se sentirá cómodo en una relación con una mujer... es por eso que sus deseos cambiaron y quiso quedar embarazada; muy a su disgusto el veela fue el que acabo embarazado. La naturaleza es impredecible porque nunca imagino que su "esposo" siendo el hombre en la relación daría a luz al bebe.
Pero ese hecho Draco lo desconocía...
Que le diga "madre" es pura formalidad porque su verdadera madre quien lo dio a luz fue Lucius Malfoy. Otro deseo que le arrebató.
Con una mueca en el rostro, suelta al rubio, el niño comienza a toser en su posición de rodillas intenta recuperar el aire que perdió, es demasiado. Draco puede detestar cada retrato en la Mansión, puede ser herido con cada insulto que le den, deprimirse por días, pero nada se compara a la viva presencia de su madre dañándolo constantemente. Siente como sus ojos se siguen humedeciendo, no puede contener las lágrimas, ya no, pero si no lo hacen le pegara, Debe prepararse para los inevitables golpes que en algún momento llegaran.
Una alarma resuena por todo el lugar, es el aviso de un nuevo visitante, Narcisa se lleva una mano a los labios indicándole que guarde silencio, en primer lugar no pretende hablar...