Veintidós. Hielo y fuego.

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La tienda de campaña se estremeció por el viento y yo con ella

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La tienda de campaña se estremeció por el viento y yo con ella.

Cada vez hacia más frio. Una helada sensación atravesaba el saco de dormir y la chaqueta que me envolvían.

Me sentía completamente entumida a pesar de tener varias capas de ropa y unos calcetines gruesos junto con unas bostas de montaña.

—¿Q-que ho-ra es? —pregunte. Mis dientes castañeaban tanto que apenas podía pronunciar algo.

—Las dos. —contesto Edward.

Él se encontraba en la esquina más alejada de la pequeña tienda, temeroso de enfriarme más de lo que ya estaba. La tienda estaba completamente a oscuras así que no podía ver la expresión que tenía, pero por el tono de su voz podía apreciar la desesperación y la preocupación.

—Quizá...—

—N-no, estoy b-bien, la v-verdad, no me q-quiero i-ir. —tartamudee.

Ya había intentado convencerme muchas veces de irnos corriendo de ahí, pero me daba miedo de que el frio me calara más afuera. Si ya hacía frío adentro, no quería ni imaginar lo congelado que debería de estar el viento ahí afuera.

Además echaría a perder todos los esfuerzos del día anterior. Ya estaba preocupada de que con la tormenta se hayan borrado los esfuerzos no quería que se echara a perder lo único que tenía que hacer solo porque no soportaba el frio.

—¿Qué puedo hacer? —suplico Edward.

Sacudí la cabeza.

En el exterior Jacob aullaba de frustración.

—V-vete d-de a-aquí. —le ordene a Jacob.

—Solo está preocupado por ti. —tradujo Edward. —Él está bien, su cuerpo está diseñado para soportar esto. —

Solté un suspiro tembloroso e intenté hacerme más bolita para conservar más el calor. Ya hasta me ardía respirar.

Jacob volvió a hacer ruidos que sonaban como chillidos de lamento.

—¿Qué quieres que haga? —gruño Edward con nerviosismo. —¿Qué la saque con la tormenta? No sé en que puedes ser de utilidad. ¿Por qué no te vas y te consigues un lugar más cálido? —

—N-no p-peleen, e-estoy b-b-bien. —

Por el gruñido que soltó Edward y el aullido de Jacob estuvo claro que no logre convencerlos.

Un aullido fuerte sonó. Edward puso mala cara.

—Eso apenas va a servir. —dijo. —Y es la peor idea que he oído en mi vida. —alzo la voz.

—Mejor idea que la tuya claro que sí. —dijo Jacob. —"¿Por qué no te vas y te consigues un lugar más cálido?" —imito a Edward. —¿Qué crees que soy un san bernardo? —

As if it's your lastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora