Capitulo 3: Nikky

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Después de encontrarnos con unas mocosas de primero y darles nuestra ropa sucia para que nos hagan la colada, entramos en la clase de Historia en la segunda planta. Lizzie y yo nos sentamos una al lado de la otra en los pupitres “reservados” para nosotras. Nadie se atreve a sentarse allí. Dejo mis libros en la mesa y noto que pasa algo extraño. Encima de la mesa, siempre vacía, hay un objeto. Un balón. Un asqueroso y ovalado balón, manchando de hierba y barro. Lo miro con horror y lo cojo con los mínimos dedos posibles.

-Que asco-me dice Lizzie con la misma cara que yo.

Asiento y me levanto con el balón en alto y grito:

-¿Quién coño a dejado esto en mi pupitre?

Todas las personas que están hablando se callan y se giran hacia mí, algunos chicos se empiezan a reír.

-Es mío –dice el chico rubio entrando en la clase.

-Vale, bien. Ahora ¿porqué estaba en mi pupitre?- le replico desde mi sitio.

-Pues mira, rubia. He dejado el balón en mi pupitre y mientras iba al baño mis “amigos” lo han puesto ahí – dice acercándose a mí. Yo voy retrocediendo, ya que es un chico…y acaba de ir al baño.

La gente se gira y sigue hablando con sus  amigos. Ahora todos los compañeros de esta estúpida clase saben que el chaval rubio es tan borde como yo, y que no nos llevamos especialmente bien.

-Si no te importa- me dice estirando la mano,- el balón.

Pongo los ojos en blanco y le paso el balón con todas mis fuerzas. Debo ser buena en esto de tirar balones porque la pelota le pega en el pecho y le hace retroceder.

-Uuuuu…- en piezas sus amigos.

- Muy bien…-dice el rubio estupido,-no eres tan tonta como pensaba…

De repente un silencio incomodo inunda la estancia y yo le decido tanto odio en una mirada al rubio gilipollas aunque más buenorro de la clase que posiblemente lo hubiera matando. Siento que Lizzie se tensa, señal de ataque.

- A ver culoprieto, mejor para todos que te des la vuelta, aposentes tu culo en  el asiento y miras al frente para no ver tu asquerosa cara.

El rubio obedece y se sienta. Al instante su amigo moreno se empieza a reír.

Y tu gilipollas- grita Lizzie,- ¡no te rías!

El moreno se gira a Lizzie y le guiña el ojo. Mi amiga pone los ojos en blanco.

-  Hombres…- digo. Ella asiente y se sienta en su pupitre justo en el momento en el que Peter, el friki profesor de Historia, entra en clase. Empieza la clase y decido que, el rubio no me gusta tanto.      

Al salir de la aburrida clase de Historia Lizzie y yo vemos al odioso chico rubio y al graciosillo del moreno están apoyados en la pared, seguramente esperándonos para decirnos algo. Pongo mi mejor andar, rudo y orgulloso, con la cabeza alta, para pasar por delante y posiblemente decirles algo.

Justo en el momento en el que voy a pasar por delante de los chicos el brazo de Lizzie coje el mío y me arrastra dentro del cuarto de la limpieza.

-  No vallas a donde los chicos- me dice Lizzie.

-  ¿por qué?- pregunto.-  Tu trauma ya lo has superado Lizzie, les has plantado cara para defenderme…

-  ¡no Nikky!- me grita. Tiene lágrimas en los ojos.- No se como lo he hecho- susurra.

-  Eso significa que lo has superado.

-  Nikky, cada noche tengo pesadillas con mi padre y ya se que te gusta el rubio…

-  No me gusta,- la corto,- es imbecil.

-  Sí, te gusta y a mí también me gusta su amigo moreno- dice sonriendo, aunque con los ojos llorosos.- Nikky, lo siento de verdad, ya sabes que solo puedo estar con Zack y Will…

De repente las barreras de sus ojos se rompen y gruesas lágrimas caen por sus mejillas corriéndole el rimel. Rápidamente le rodeo con mis brazos, un abrazo que se ha repetido mucho durante estos días, ya que su trauma va ha más y no quiere ir a un psiquiatra.

-  Lo siento…- me susurra al oído.

-  Da igual- le digo apartándome. – Vencerás tu trauma, veras que sí, juntas. Llegará el día en el que podrás hablar con los chicos sin huir… pero, hasta que llegue ese día- empiezo limpiándole el rimel con el puño de mi jersey- iremos por otro camino.

Ella asiente con una pequeña sonrisa mientras pasa sus manos contra sus ojos para limpiar definitivamente el rimel.

-  Gracias, Nikky. Eres la mejor amiga que podría tener.

-  No tienes que agradecerme nada, Lizzie. Tú también eres la mejor. Venga, salgamos de aquí. Te acompaño a Filosofía antes de ir a Frances, ¿vale?

-  Perfecto, vamos.

Cuando salimos ninguno de los chicos está ahí. El pasillo vuelve a estar completamente desabitado. Noto como Lizzie se relaja a mi lado y coge mi mano para caminar por el pasillo.

Una vez llegamos a su aula, un piso por debajo que la de Historia, veo que Zack se acerca a nosotras. Con solo dirigirle una mirada y que él vea que los ojos de Lizzie aún están algo rojizos entiende que ha tenido un ataque. Me despido de los dos y me marcho a mi aula dos puertas más a la derecha. Antes de salir, me choco el chico moreno en la puerta.

-  ¿Estas ciego o que coño te pasa?- le grito enfadada.

-  No te e visto, lo siento…

-  Que lo sientas no me sirve de nada.

-  ¿está tu…?- empieza preguntando él mirando al aula.

-  Ni se te ocurra acercarte a ella, ¿me oyes? O si no te las veras conmigo. Créeme no te conviene tenerme de enemiga. Así que como me entere de que le has hecho daño, me encargaré de que lo pagues- tras decirle esto salgo por la puerta con paso firme y la cabeza bien alta.

Diferentes: PoderososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora