12

11 1 0
                                    

Anna

-Cada uno de ustedes tiene una pelota -el profesor Corey caminada atrás de todos nosotros-. Cada pelota tiene un color, juntense con los que tienen el mismo color que ustedes.

Comencé a buscar a mis compañeros que tengan mi mismo color. Genial, tenía en mi grupo a Polina, John, Giovanni y Freddie.
Me acerqué a los chicos me miraron.

-Por fin, está alguien que conozco -John camino hasta mí.

-Nos conocimos hoy -solte una pequeña risa.

-Lo sé, pero eres la novia de mi mejor amigo, lo que implica que eres una conocida y cuñada.

-¿Sales con Cole? -Freddie soltó la pregunta sin filtro.

-No, es solamente mi amigo.

Nos sentamos todos en el tronco esperando que Corey y Gastón hablen. No sabía exactamente lo que querían hacer con los grupos, pero me agradaba la idea.

-Cada grupo tendrá una tarea, vamos a sobrevivir un día. Grupo negro, ustedes en grupo subieran la comida al árbol, así ningún animal nos deja sin comida.

-Mierda, yo quería hacer eso, que mala suerte -John agarro una roca pequeña y la tiro.

-Grupo amarillo, ustedes recogerán agua de la corriente.

-Esos somos nosotros -mire a mi equipo, Polina seguía callada.

Cuando Corey y Gastón terminaron de decir las tareas de cada uno, dejo al frente de cada uno, las cosas que necesitaríamos para nuestra actividad.

-Tenemos diez baldes, los cuales después vamos a tener que pasarlo a una olla y hervir el agua -Freddie se levanto del tronco y agarro dos baldes-. Creo que es la tarea más complicada.

-Opino lo mismo, pero la fuerza siempre está en todos nosotros -Giovanni comenzó a irse hasta la corriente.

-Creo que olvidas algo.

Me levante del tronco mientras agarraba los baldes e irme a llenarlos. Estábamos callados en el camino, cada uno estaba por su lado; la corriente se encuentra un poco lejos del lugar en donde acampabamos.

-Podríamos cantar la canción de los siete enanitos -John se posicionó a mi lado-. Tú...

-Yo... -solte una risa-. ¿Qué pasa?.

-¿Ya tienes con quien ir al baile?.

Me había olvidado rotundamente del baile, hqbian tantas cosas en mi mente que me hicieron olvidar del baile.

-Creo que iré sola.

-¿Sola?, ¿sabes que van a venir gente de diferentes escuelas, no?.

-Si -llegamos a la corriente y comencé a arraemangarme el pantalón-. Pero no creo que nadie me invite.

-Eres una chica demasiado hermosa, Anna -comenzo a sacarse la musculosa-. Tu cabello es muy bello.

-Oh gracias -le sonreí.

John era un chico muy interesante. Era de tes pálida, alto y un cuerpo bastante entrenado. Su cabello era castaño y rizado, tenía rapado a los costados para más volumen.
sus ojos verdes eran iguales a una esmeralda, eran precioso, sus pecas y lunares ayudaban a resaltar más su rostro perfilado.

El amor no se puede esconderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora