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Anna

-Cole me estaba sacando tierra del ojo, si eso -me levanté del suelo y le di una mirada a Cole para que dijera algo.

-Si -rodeo los ojos y golpeó el pasto-. Eso.

-Ya veo...

-Si, yo... -señale atrás mío-. Iré a ver que necesita el profesor Corey.

Comencé a caminar hasta la tienda del profesor Corey, se encontraba sentado con las piernas cruzadas, en sus brazos se encontraba su guitarra la cuál estaba afinando.

-Oh Anna -el profesor levanto la mirada-. Dime que necesitas.

-Solo quería ver si necesitabas ayuda en algo profesor.

-No necesito ayuda en nada, ¿te arruinaron el momento?.

-¿Disculpa? -mis ojos se agradaron y comencé a ruborizarme, me había visto con Cole.

-Vamos Anna -Gilbert salió de la tienda y comenzó a caminar con su guitarra en brazos-. Sígueme.

Comencé a seguirlo, caminábamos por el bosque, mientras se escuchaban los ruidos de lo pájaros cantar y el silbido del profesor.

-¿Y como son sus padres, Gilbert?.

-Oh bueno, que buena pregunta, Anna. -un pájaro salió de las hojas de un árbol y comenzó a volar-. Mis padres estaban afuera todo el tiempo...

-Yo tengo medio papá que no está nunca...

-Jamás dejaría que alguien creciera así -con su brazo izquierdo rodeó mi cuello y me dio un calido abrazo-. Te diré algo, si un día necesitas a alguien con quien hablar de cosas muy importantes, acá estaré Anna, si no esta tu padre, me tienes a mí y también a Gastón.

-Gastón como padre no lo veo, imagínatelo -solté una pequeña risa-. Si es celoso conmigo, que depara de sus hijos.

-Créeme, él es así porque te quiere Anna...

-¿Jamás estuvo en algo Gastón? Es un hombre muy apuesto, estoy más que segura que a muchísimas mujeres gustaron de él.

-Si, muchas estuvieron atrás de él, pero él estaba atrás de una, que lo volvía loco.

Llegamos hasta un lago, nos sentamos a la orilla de este.

-¿Por qué? Digo, estar atrás de alguien que ni te mira.

-Así es el amor Anna, nos aferramos a esa persona que más nos cuesta tener, pero cuando la tienes, ese amor se hace más grande.

¿Termino estando con la chica?.

-Claro que sí, pero muchas relaciones no duran para siempre...

-Eso lo tengo más que claro, mi padre biológico dejó a mi madre por no querer tenerme...

Nos quedamos en un gran silencio incómodo. Las hojas de los árboles se movían por la brisa. La respiración del profesor comenzó agitarse.

-Eso es mentira, jamás haría algo así.

-¿Disculpe? -lo mire desconcertada, no estaba procesando lo que me acababa de decir.

-Digo -se levanto bruscamente del suelo-. Yo como padre, entiendo que ningún padre haría algo así.

-No todos tienen su pensamiento profesor -comencé a agarrar rocas pequeñas para empezar a tirarlas al lago.

-Oh créeme preciosa, jamás haría algo para lastimarte.

El amor no se puede esconderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora