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Anna

Con el paso de los días me había conectado mejor con la señora Estela, se mostraba muy amigable.
Todas las tardes, después de salir del colegio me venía con Cole a su casa para hacer manualidades, era tan placentero hacerlo con una figura materna, jamás lo había experimentado.

-Espera maldito rubio -baje las escaleras de la escuela y comencé a perseguirlo.

Veo que en el asiento de la banca al costado del camino se encontraba Cedric acostado con todos sus compañeros. Las camisas mal puestas, las corbatas las traían al reves o en la cabeza, estaban muy despreocupados por sus aspectos.

-Aqui viene la princesa de sexto -escucho a uno decirlo mientras me señala.

Cedric se levantó rápidamente y se empezó a acomodar su cabello, aunque se veía lindo despeinado-. Oye Anna, ¿tienes un segundo?.

-Cedric, hola -di un pequeño suspiro-. Te vi hoy en la clase de esgrima, lo hiciste bien.

-Gracias -se empezó a tocar atrás de su cuello-. Te quería decir si...

-¿Si...? -lo mire ilusionada, ¿será que me invitaría al baile?.

-Vamos Grey no tengo todo el tiempo -aparecio Cole de repente al frente nuestro.

-Estoy en algo importante, espera cinco minutos.

-Mira niñita, si no quieres te voy a tener que llevar a la fuerza.

-Relajate Coopper, esta conmigo, sabes que soy de confianza.

-Si y por eso me la llevo -me alzó como una gran bolsa de papás en su hombro derecho y empezó a caminar.

-¡COLE BAJAME AHORA MISMO! -comencé a patalear, no puede ser que me haya sacado así de esa manera, es un idiota-. ¡SE ME VE TODO!.

-No creo que nadie te mire igual, no tienes nada.

-Eres un maldito idiota Cole, arruinaste el momento -me bajó cuando llegamos a la estación.

Llego el tren y fuimos a buscar asientos, uno muy lejos del otro. No me gustaba la idea de estar demasiado tiempo juntos, los chicos ya creían que estaba en algo con él y otras que somos hermanos. Cuando llegamos a Praga, caminamos en silencio a su casa. ¿Quién es él para haberme sacado de esa manera?.

-Hola chicos -Estela nos dio un beso a cada uno-. Que alegría verlos con esas caras...

-Su hijo me arruinó el momento con Cedric Evans.

-Ya te dije el motivo Grey, deja de llorar.

-Eres un idiota maldito rubio teñido.

-No soy teñido para tu información, asquerosa y mugrosa zanahoria.

-Chicos ya ya, parece que tienen 4 años, venga, vayan hacer esgrima que los conectara y es una orden.

Nos fuimos al patio, era gigante, lleno de plantas y una pequeña laguna, entre esas cosas se encontraba el garage, Adentro tenían todo el atuendo.
Cuando nos metimos al garage noté que Cole se estaba sacando la camisa, las chicas tenían razón, Cole hizo demasiado ejercicio este año.

El amor no se puede esconderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora