06 || Soy un monstruo

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Steve subía a toda velocidad al quinjet junto a sus hijos, necesitaba salir de Wakanda cuanto antes, para ese punto es muy probable que Tony ya supiera su ubicación.

Después de unas horas de vuelo, al aterrizar pudo encontrar a su amiga Carol Danvers a la espera de recibirlos. Ella se ofreció a resguardar a la familia en lo que todo baja y se soluciona.

Aunque sin duda no esperaba ese recibimiento por parte de Natasha, quien simplemente no estaba de acuerdo con protegerlo.

—Nat, por favor —pidió Danvers a la Alfa.
Carol como Omega sabía lo difícil que podía ser descubrir una infidelidad, por eso apoya a Steve.

—No quiero estar de ningún lado —la pelirroja se cruzó de brazos—. Debiste decirme antes —suspiró recargando su peso en la pared.

—No lo hice porque sabría que no ibas a querer —mordió su mejilla interna.

No quería, pero iba tener que correr a Rogers.

—Pudimos llegar a una solución —dijo con un tono de voz un poco agrio.
Odiaba cuando su Omega tomaba decisiones sin consultarle.

—¡Tú no lo entiendes !—espetó.

—¡Claro, hazme quedar como la mala del cuento! —gritó.

—No te estoy pidiendo nada imposible, ¡por favor! —arrugó la nariz.

La Alfa estaba apunto de replicar, pero se detuvo al ver entrar al Capitán.

—Carol, creo que será mejor irnos —dijo un tanto apenado—. No quiero causar más problemas —se disculpó.

De saber que no era bienvenido, no hubiera aceptado la ayuda de Danvers en un principio.

—No, ¿dónde se quedaran?  —interrogó—. No puedes andar por ahí en tu estado —negó la Omega.

—Estaremos bien, buscare un hotel —sonrió.

—Steve, al menos deja que Sarah se quede, le hará bien —trato de convencer Danvers.

Al principio Rogers se mostraba reacio, terminó cediendo.
Le hará bien a Sarah convivir con Astrid y Kailani.

—Gracias por la ayuda —sonrió Steve.
La verdad no tenía la mínima idea de aquel lugar iría, pero él y su hijo se las podrán arreglar.

🍁🍁🍁

Anthony no podía estar tranquilo.  
Después de leer aquella nota sus emociones están a flor de piel, no podía ni pensar.
C

ausó daños enormes con sus estupideces, daños que quizás sean difíciles de arreglar a la primera.
Pero no había tiempos para lamentos cuando al fin descubrió el paradero de su aún Omega.

Aunque la idea de que arruinó todo no dejaba de rondar en su cabeza, al parecer su amigo notó lo distraído que estaba ya que más de una vez trato de entablar una conversación con él.

—Sabemos que Steve se encuentra en Wakanda, el equipo va para allá —comentó Rhodes en uno de sus intentos por traer a Tony al mundo real. Este lo miró y dejó escapar un largo suspiro como respuesta.

—¿Crees que soy un monstruo? —seguía viéndole.

—Querer a tus hijos contigo no te hace un mounstruo, Tony —.
El Beta era tan ignorante de la realidad.

—No me refería a eso, Rhodey —. El Alfa volteó su mirada y retiró sus gafas, tal vez en fondo sentía vergüenza de sus actos.

El moreno continuaba sin comprender del todo lo que su amigo quería decirle.

ʙʀᴏᴋᴇɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora