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—¿Cómo que tienes otro proyecto?

—Así es la escuela, mamá. ¿Qué puedo hacer yo?

—No estoy segura.

—Es el proyecto mensual. Además, ¿Cuándo te eh mentido?

—Está bien, pero no regreses tarde.

—Claro que no, mamá. Te veo al rato —agarré mi mochila y salí de la casa.

Corrí al granero, donde ya casi todos estaban.

—¿Quién falta? —pregunte.

—Edrea —dijo Briana.

—Que novedad —dijo Dan rodando los ojos.

—Ya estoy, chicos. Perdón la tardanza —dijo Edrea llegando al granero.

Todos nos fuimos rápidamente a la parte trasera del granero, nos cambiamos y maquillamos. Arriba de nuestros vestuarios nos pusimos una sudadera negra y, debajo de la capucha de esta, una gorra igual negra. Nos encantaba dar esa aurea de misterio antes de los concursos.

Ya estábamos todos listos. Salimos del granero, dejando las mochilas escondidas, nos dirigimos al bar. En la calle tratábamos de ir juntos, escondiéndonos. Claro que destacábamos mucho, podríamos parecer pandilleros de no ser por el maquillaje, la falda y pantalones de lentejuelas coloridas. Muchas personas ya nos conocían, pues el pueblo no es muy grande, en el camino dos niños de masomenos unos 9 años nos reconocieron y no pudimos negarles una foto.

Llegamos al bar, la fila era enorme, entre ellos divise a Orson y a Carla. Ocultándonos, de nuevo, entramos mientras se escuchaban gritos. Ya adentro nos fuimos a donde esperaríamos nuestro turno.

—Oh, cariño —me tense al escuchar ese apodo— ¿Tú eres la chica que se registró hasta el final, cierto? —era la coordinadora del evento.

—Sí, no sabe cuánto le agradezco el tiempo —dije sonriéndole.

—No hay problema. Eh estado viendo las encuestas, ustedes ya ganaron y aun no se ha presentado nadie, que locura. No sabía que eras famosa, cariño.

—Y nadie lo sabe —dije— tratamos de ser discretos, ¿sabe?

—Oh, claro. Venía a decirles que son los últimos en presentarse. Suerte —sonrío y se fue.

—Qué social me saliste —río Sean.

—Ya, ya. Edrea, trajiste el mix, ¿cierto? —pregunto Maciel.

—¿El qué? —pregunto confundido. Todos lo vimos con ganas de asesinarlo—. Es broma, aquí está —dijo sacando el USB de su sudadera.

—Bien, ¿listos? —pregunte poniendo mi mano en el centro.

[•••]

—La última presentación creo que es la más deseada —estaba diciendo el presentador—. Denles una gran bienvenida, que es su primera presentación en House Dance. Ellos son...

—No me invitaste a verte, querida.

—Mierda —susurre.

—¿Keira? —escuche la voz de Finn—. Ya nos to.. ¿Qué haces aquí, idiota?

—Solo vine a desearles suerte —dijo con una sonrisa macabra.

Finn me jalo hasta el escenario. Empezó la música, todo iba bien, el inicio en el momento exacto, todos coordinados, ya llegaba la parte del break dance y de la nada apareció el supuesto Jaguar. Empezó a hacer sus propios pasos, Sean corrió a quitar la música, todos estaban confundidos.

—¿Qué demonios haces? —pregunte enojada.

—Lo que tú me enseñaste.

—Solo vete —dijo Dan.

—Claro, me iré —dijo con una sonrisa—. Pero antes —saco de alguna parte de su vestuario una toalla húmeda, se limpió la cara y se la mostro a todos. Mierda, Orson.

Nadie lo podía creer, todo el público estaba lleno de dudas sobre nosotros, todos los del evento se nos quedaron viendo con desconfianza. Todos conocían a Max, y las terribles cosas que solía hacerle a la gente.

Empezó a faltarme el aire, volví a escuchar las risas de todos, esas estúpidas risas. Él me estaba viendo, con su estúpida sonrisa. Logre agarrarme del brazo de alguien antes de caerme, pero no lo logre, me desmaye de nuevo.

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