088: Bienvenidos a Bellagio

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Capítulo 88

(PDV de Spencer)

Estábamos mirando una película en el cine, al parecer era de un niño que veía niños muertos y la gente pensabas que estaba loco.

Realmente no sabía por que diablos era para niños, quizá y la animación era infantil y de "stop-motion", pero la película era rara y hasta cierto punto escalofriante.

Había recordado el nombre, era "Paranorman".

Término la película y fuimos al Josh's a cenar, un restaurante en la plaza.

Al entrar nos dieron mesa para 8 personas mientras nos miraban raro.

¡Oh vamos! ¡Hay familia de 20 hijos!

Quizá y pensaban que todos eran nuestros y nos veíamos muy jóvenes para tener 7 hijos.

Nos sentamos en la mesa y todos comenzaron a opinar querían para comer, era mucho ruido así que tome la sonaja de Chris y la soñé fuerte.

Ellos me miraron con las palabras en la punta de la lengua.

-¿Morgan? -comencé.

Hamburguesa, con papas!

-¿Grace? -la mire. Ella talló sus ojos.

-Hot cakes con Nutella. -susurro adormilada, era algo tarde a lo que acostumbraba dormir.

-Marie. -la señale.

-Hot dog con papas.

-Max. -seguí.

-Una hamburguesa con papas y un hot dog -dijo sonriendo.

Todos rieron y yo negué.

-Jade y Olive? -dije por último.

-¡Ensalada! -dijeron a la vez.

-Adolescentes tenían que ser .-dijo Max girando los ojos.

-Cállate, puberto. -dijo Jade rodeando los ojos.

Pedimos las cosas y cuando las trajeron pasamos el rato conversando sobre la escuela de Justin y los proyectos nuevos que quería hacer, de como le iba a Marie y Max en la secundaria y a Jade y Olive en la universidad.

Terminando saque a Grace en brazos y Justin a Morgan.

Yo miraba fijamente como el cuidaba de sus más pequeñas hermanas y me preguntaba si iba a ser así si tuviéramos hijos.

Una sonrisa se formó perfectamente en mi cara y deje a Grace en brazos de Marie.

Subí adelante con Justin y el manejo hasta la casa poniendo su mano sobre mi muslo.

Al llegar bajamos todos y nuestras maletas ya estaban abajo, los niños hicieron cara de perritos regañados y se unieron a un abrazo casi familiar, sólo faltaban las dos bellas durmientes.

Nos despedimos de cada uno y agarramos las maletas saliendo.

Entramos al auto y Justin me miro con una sonrisa tierna.

-¿Lista para nuestra hermosa, sensual y excitante, luna de miel? -pregunto alzando las dos cejas.

Yo me sonroje y solté una carcajada.

-Lista -susurre como una sexo servidora y luego reí.

-¡Spencer por dios no hables así! -dijo comenzando a manejar y tapando su miembro.

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