Un estruendoso sonido de un cristal siendo quebrado en mil pedazos retumbó por toda la habitación.
Seguido de otro, además de muebles siendo volteados con brusquedad al suelo.
Quería gritar de la impotencia que estaba sintiendo.
Golpeó la pared con su puño sin importar que sus nudillos sangraban siguió golpeando hasta lastimarse la muñeca.
—Señor —habló un hombre con miedo en su voz— Rojas lo espera en su despacho.
—No quiero ver a nadie —dijo con seriedad mientras pasaba una mano por su muñeca— Trae el botiquín de primeros auxilios —ordenó Ohm.
—Si señor —el hombre salió de la habitación para después de unos minutos volver con el botiquín— Aquí tiene señor —dejando el botiquín sobre una mesita y luego irse.
Ohm abrió con furia el botiquín y después sacó una venda para después envolverlo en la muñeca lastimada.
Tenía que hablar con Fluke, pero sería difícil ya que de seguro el idiota de Wayne lo cuidaría más.
Wayne no amaba a Fluke, para él solo era un trofeo, tener a un chico hermoso como Fluke de cierta forma significaba poder, en cambio Ohm si amaba a su ratoncito, lo amaba de verdad y no solo como si fuera un logro, Fluke valía más que eso.
Su plan no debía cambiar, aún podía ser feliz con Fluke, ambos podían escapar.
A la mierda todo.
No podía renunciar a Fluke, sin importar que esté esperando un hijo de Wayne, Ohm amaba tanto a Fluke que podía aceptar eso.
(...)
Hace algunas horas que Wayne se fue y ahora Fluke estaba en su cama llorando, había soportado no hacerlo en frente de Wayne.
Toda la noche lloró en silencio, tapando sus sollozos con sus manos, fingió estar dormido para que Wayne no vea sus ojos rojos.
Unos murmullos hicieron que levatara la cabeza y fijara su vista en la puerta que fue abierta.
Inmediatamente Ohm entró y el castaño rápidamente se puso de pie y corrió a los brazos del azabache en busca de un abrazo.
Ohm envolvió sus brazos alrededor de su castañito.
Fluke apoyo su cabeza contra el hombro de hombro de Ohm mientras lloraba.
—Ohm, te ex- te extrañé mucho —sollozó el castaño.
—Aquí estoy mí amor —tranquilozó Ohm abrazando más fuerte al menor.
—Tengo miedo —susurró Fluke— Tengo mucho miedo.
—No te preocupes ratoncito, estoy aquí para llevarte conmigo —manifestó alejando levemente el cuerpo de Fluke para verlo directamente a los ojos— Te amo, ya te lo dije y nada ni nadie podrá separarnos, ¿Lo entiendes?
—Si —asintió Fluke con una sonrisa— Te amo, te amo.
—Y ahora nos iremos juntos, no dejaré que Wayne te tenga un minuto más —repuso Ohm dándole un casto beso en los labios a Fluke— Así que ponte algo cómodo, tienes que ser rápido, ¿Está bien?
—Si, si —dijo Fluke con emoción.
—Entonces apúrate mí niño, yo vigilaré la puerta.
Fluke asintió y corrió hacia su clóset, rápidamente sacó una playera blanca, un Jersey negro con el estampado de un gatito astronauta, después sacó un pantalón jardinero.
Se puso toda la ropa junto a unos Convers negros.
Cuando estuvo listo corrió hasta Ohm.
—Ya estoy listo —dijo con una sonrisa.
—Te ves hermoso —aduló mientras acariciaba el pelo del castaño para después entrelazar su mano con la de Fluke— Es hora de irnos.
(...)
—Señor Thitiwat, la puerta trasera está despejada —informó García— Yo puedo distraer a los de las cámaras, pero tiene que ser rápido, sí el señor Wayne se entera que yo le estuve ayudando todo éste tiempo, él me mataría.
—Lo sé García —manifestó Ohm— Pero te estoy pagando con una buena cantidad de dinero. Pero no te llevaré conmigo, sí traicionaste a Wayne quién me asegura que no me traicionaras a mí, lo siento García.
Pasando por un lado de García, Ohm junto a Fluke se dirigieron a la cocina ya que ahí estaba la puerta trasera.
Una alarma empezó a sonar en cuanto entraron a la cocina.
Fluke se asustó poniéndose nervioso, en cambio Ohm sacó su celular de su bolsillo realizando una llamada.
El castaño puso escuchar que Ohm estaba enojado.
—¡Ahora mismo! Por la parte de atrás, en cinco minutos —sin decir más más, terminó la llamada y guardo su celular de nuevo —Mierda —susurró.
—Ohm, ¿Qué haremos ahora? —preguntó Fluke bajando un poco la voz.
—Tendremos que improvisar, Fluke, pase lo que pase no te dejaré atrás —manifestó Ohm.
Fluke asintió.
—Bien, deben haber ido a tu habitación, y revisaran todas las salidas así que nuestra única opción es correr hacia los árboles —explicó el azabache— Si crees que no puedes hacerlo entonces idearé otro plan ¿De acuerdo?
—No, no, no, la idea de correr hacia los árboles me gusta —dijo el castaño.
Ohm asintió y se acercó a la puerta que daba al jardín trasero, desenfundó su arma y apuntó al frente. Fluke se puso detrás del azabache.
Miró a ambos lados antes de salir por completo y darle una señal a Fluke para que lo siga.
Una vez vió que no había nadie, bajó el arma y volvió a agarrar la mano de Fluke para empezar a correr con dirección a los árboles.
Escuchó disparos que provenían desde dentro de la casa, posiblemente García y otros tipos estaban en un tiroteo.
Siguieron corriendo por unos minutos.
Ohm pudo ver un coche negro y sonrió.
—Estamos cerca amor —dijo Ohm casi sin aliento.
Fluke miró al frente y también vió el auto.
Ambos subieron a la parte trasera y el coche comenzó avanzar.
(...)
—¿Qué te parece? —preguntó Ohm entrando a una casa junto a Fluke.
—Me encanta —sonrió Fluke— ¿Pero sabes que me encanta más? Estar contigo —abrazando a Ohm— Te amo.
—Yo también te amo mí niño —acariciando suavemente la espalda de Fluke— Por fin estaremos juntos.
—Asi es, los tres —manifestó Fluke.
Ohm no respondió, de pronto una ola de celos lo invadió, por lo que se alejó de Fluke dando por terminado el abrazo.
—Deberias ir arriba —dijo secamente mientras sacaba su celular— Quizá quieres darte una ducha, hay ropa en la última habitación del pasillo, la compré toda para ti, también hay toallas limpias en el baño —explicó sin dejar de mirar su celular.
Fluke asintió aunque Ohm no lo viera, así que con una expresión triste en su rostro, caminó hasta las gradas para subir al segundo piso.
Quizá Ohm solo estaba preocupado por todo lo que acaba de pasar. Pensó Fluke.
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¡Hey!
Espero que les haya gustado :) y gracias por los comentarios, de verdad los apreció mucho, aunque no lo crean esos pequeños detalles son como un impulso para seguir escribiendo ^^
¡Ay bye!
