Capítulo 9: Epílogo

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—Entonces todo está listo para la distribución solo queda esperar el siguiente cargamento de cocaína —manifestó Ohm poniendo sus manos sobre el escritorio.

—Así es —asintió un hombre con una sonrisa mientras miraba a los otros tres hombres que estaban sentados— Solo-

—Ohm Thitiwat —habló Fluke con enojo entrando con brusquedad al despacho del azabache atrayendo la atención de todos los presentes.

—Fluke ¿Que haces aquí? —preguntó Ohm poniéndose de pie para después acercarse al castaño— Creí que ya estarías en el aeropuerto.

—Thitiwat —habló un de los hombres aclarándose la garganta— Estamos en una reunión, dile al chico que se vaya.

—Necesito hablar contigo sobre ésto —repuso Fluke levantando la carta que tenía en su mano.

—Thitiwat-

—Quiero que todos salgan de aquí —ordenó el moreno sin dejar de mirar a Fluke— ¡Ahora! —gritó mirando ésta vez a los hombres.

Todos salieron de ahí cerrando la puerta de un portazo.

—Así que la encontraste —comentó Ohm sin dejar de mirar a Fluke.

—Claro que la encontré, estaba en el sobre.

—Creí que romperías el papel sin siquiera leerlo —repuso Ohm.

—No lo sé —encogiendose de hombros— Supongo que la curiosidad pudo más que yo.

—Entonces... ¿Que piensas?

—Aún estoy tratando de entender la razón por la que la escribiste —manifestó el castaño.

—Porque si te decía todo eso en persona quizá me hubiera arrepentido y no habría dejado que te vayas.

—¿Por qué, Ohm? ¿Por qué tienes que hacer las cosas más difíciles? —interrogó Fluke con lágrimas en los ojos.

—Lo siento —dijo en voz baja mientras suavemente limpiaba las lágrimas de Fluke con el dorso de su mano— Yo solo quería despedirme de ti para siempre.

—Por favor —susurró Fluke alejándose levemente del toque de Ohm— ¿Por qué te comportas así ahora? ¿Por qué no simplemente dices que yo fuí el peor error de tu vida? ¿Por qué no me tratas con indiferencia? Quizá así sea más fácil olvidarte.

—Porque te amo mí ratoncito, te amo much-

—¡Cállate! —gritó el castaño en un sollozo— No digas que me amas —con un hilo de voz— No lo digas.

—Es la verdad, te amo —aseguró Ohm sintiendo cómo las lágrimas humedecían sus ojos y mejillas— Pero no te preocupes, yo no te detendré, si quieres irte entonces vete. No entiendo que haces aún aquí, tú eres el que hace las cosas más difíciles.

—¿Sabes qué? Tienes razón —limpiandose sus lágrimas con las mangas de su Jersey— Espero nunca volver a verte, Ohm Thitiwat, te odio.

Sin más, Fluke se dió media vuelta y caminó hacía la puerta.

Tocó el pomo de la puerta y dudó un par de segundos, sus manos y piernas le temblaban, quería romper en llanto y quizá que Ohm le reconforte.

Pero estaba más que claro que eso no sucedería, así que rápidamente abrió la puerta y salió de ahí cerrando la puerta tras suyo.

Éste era el final.

(...)

Ohm no paraba de mirar el reloj en su muñeca.

Be Mine ||OhmFluke||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora