Olvidemos la guerra Santa, Parte 2. [Finalizada]

Capítulo 14: Papá está en peligro.

Aquella mujer y aquel peli azul de larga cabellera se encontraban decepcionados por no haber encontrado aquella vasija de Ares.
-maldita sea Deuteros, ¿dónde podrá estar?

-Athena dijo que la tenía custodiada junto con la de Apolo

-desgraciadamente no podemos regresar, Athena se dará cuenta

-bien, como gustes, debo regresar a hacer mis deberes
Aquel santo ignoro a aquella mujer para irse caminando en dirección a su casa.
-Debo investigar sobre Tenma -pensó aquel peli azul mientras bajaba aquellas escaleras-

Toda esa tarde en el santuario iba pasando tranquilamente, sin embargo, a la mañana siguiente, Luco y Saga partirían al pueblo cercano por suministros.
-me alegra tener a dos mujercitas, ¡ups...!, diosas, diosas -sonrió- de nuestro lado -dijo Luco-

-tienes razón, esperemos que todo esto se termine, odiaría perder a otro ser querido -dijo al abrazar a su omega-

Al llegar a aquel pueblo, Saga guio a su omega a los típicos puestos en los que compraba, sin embargo, aquella rubia nuevamente hizo aparición.
-hola mi querido Yasión

Saga se quedó petrificado al escuchar a la mujer, pero aprovecho la distracción de su omega para irle a reclamar.
-no me digas así, tú y yo no somos nada -dijo al jalarla del brazo-

-auch, oye me lastimas

-escúchame mi esposo viene conmigo, así que te pido que no me hables, no quiero perderlo por tu culpa

-está bien, está bien -respondió molesta-

Saga dejo a aquella mujer lejos de donde estaban, luego regreso a cargar las bolsas de su esposo.
-¿vas a comprar otra cosa? -preguntó el alfa-

-la verdad no, creo que es todo, pero me gustaría pasar a comer contigo -dijo al abrazarlo-

Justo en ese momento Luco notó la mirada de la rubia, por lo que de inmediato frunció el ceño.
Saga acepto un tanto nervioso, pero Luco lo tomo de la mano y lo llevo a un local. Ahí probaron un poco de alimento, además de darse de vez en cuando muestras de cariño como besos y abrazos.

Al final se fueron de aquel lugar, no sin antes Luco notar que la rubia no dejaba de seguirlos y mirarlos molesta.
En cuanto llegaron, aquel omega le indico a su alfa que llevara la mercancía hacia su casa, mientras él aria unas cosas.

Aprovecho el momento y regreso unos cuantos metros de donde estaba la casa de Aries. Ahí se encontraba la rubia observando.
-¿hasta cuándo te ocultaras Deméter? -dijo Luco-

-¿tú como sabes quién soy?

-eso no es la cuestión, si no, ¿qué es lo que pretendes?, Tenma quiere vivir tranquilo y no solo ellos, si no todos aquí en la tierra -dijo al cruzar los brazos-

-sabes, pienso tomar el mando de lo que una vez desprecie, el inframundo

-¿por qué?

-venganza, venganza de haber matado a mi amado Yasión, de haberme violado una y otra vez