Olvidemos la guerra Santa, Parte 2. [Finalizada]

Capítulo 18: ¡Maldita bruja!, no te saldrás con la tuya, Tenma es nuestro.

Dato sobre ¿por qué metí y use a Saga?:
Use a Saga como recipiente de Yasión, porque dicen que cuando murió, fue colocado en las estrellas, formando con Triptólemo la constelación de Géminis, aunque hay otras versiones, sobre su paradero.

En el caso de porque lo metí, fue porque se me hizo un reto meter a Deméter y a Perséfone, además cuando iba a iniciar mi escritura, me llamo la atención su relación, así que opte por meterlo :3

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Poseidón no perdió tiempo e hizo un portal que daba directamente al barco de Athena.

Tenma ayudo a su padre a levantarse y comenzaron a caminar, luego las niñas aparecieron, uniéndose a la acción.
-si su padre me regaña, las voy a castigar -indicó Tenma-

-hay Papa que amargado, solo vamos de observadoras -dijo Melínoe-

-¿quiénes son ellas? -preguntó el mayor-

-somos tus nietas, somos hijas de Hades y de Perséfone -dijo Macaria-

-que hermosas -dijo el dios-

Lentamente cruzaron el portal y colocaron al dios en una silla, luego Poseidón dejo a las niñas y a Tenma junto con el dios.

En cuanto salió a cubierta, se percató que su esposa era la que mantenía la nave en los aires, Sisifo la custodiaba, mientras Yato mantenía la dirección, así mismo Aiakos esperaba en otra nave.

-ey Dorado con alas ¿cuánto apuestas que te gano en capturarla? -grito Aiakos-

-me desagrada tu forma de ser, ¿cómo puedes bromear en estos momentos? -respondió Sisifo-

-que amargados son, de vez en cuanto deberían de disfrutar de las batallas

-ja... ¿en enserio?, bueno, ¿qué quieres perder?

-así se habla, dejáme pensar... me preguntó ¿qué puedo quitarte?

-dejen de jugar y concéntrense en la misión -dijo aquel peli blanco marina de Poseidón-

-tu ni hables que no estoy contento contigo -dijo la reina al darle un golpe con su tridente en la cabeza-

-auch, perdóneme mi reina

-debemos estar atentos, Deméter no tarda en llegar -indico Poseidón-

Mientras tanto, la diosa de la agricultura buscaba desesperadamente, un peli azul de largos cabellos hizo aparición.
-hola querida tía Deméter, ¿cuanto tiempo sin vernos?

Ella se quedó petrificada, pues sabia con exactitud quien era el dueño de esa feroz voz.
-Ares, ¿qué estás haciendo?, ¿no se supone que estabas sellado?