Capítulo 40: "Una nueva razón para no decaer: Un nuevo empezar"

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Un moreno miraba intrigado a su amigo de cabello desordenado, mientras este se ataba los pasadores.

Desde que volviste de Japón, tras los amistosos te he notado un tanto extraño amigo, pero no he tenido la oportunidad de poder preguntártelo hasta hoy amigo, ¿a qué se debe ese brillo particular en tus ojos?, ¿acaso ya encontraste a la belleza oriental?, decía Pepe, mientras posaba su mirada en su amigo.

No, aún no, solo sé que ella nunca dejo Japón, ahora los investigadores están nuevamente buscándola en cada rincón de mi país, respondía Tsubasa, con calma.

Por ello estás feliz, claro ahora de seguro darán con ella amigo, solo sé paciente, acotaba Pepe.

Lo seré, claro que lo seré, respondió Tsubasa, haciendo una pausa para agregar algo que dejo a su amigo con los ojos abiertos como platos: Creo que Sanae puede estar esperando un hijo mío.

Japón: "Okinawa"

Sírvete Sanae, decía Maki, mientras le alcanzaba a su amiga un pequeño platito.

¡Gracias¡ respondió Sanae, tras recibir el mismo.

Es el dulce tradicional de mi pueblo, acotaba la joven deportista.

Se ve delicioso, dijo Sanae.

¿Cómo te sientes?, agrego Maki, viendo el abultado vientre de su amiga.

Feliz, estoy a solo semanas de conocer a mi bebe, dijo Sanae, mientras la joven de porte atlético sonreía.

España: "Cataluña"

Vaya, eso si no me lo esperaba, decía Pepe sonriendo.

Como te digo fue algo que se dio, respondía sonrojado Tsubasa.

No tienes que darme ninguna explicación amigo, ni a mí, ni a nadie, ahora si todo encaja amigo, ella de seguro como lo pensaste al enterarse de su embarazo no supo cómo enfrentarlo con su familia y amistades, por ello a lo mejor no volvió a Tokio ni a su pueblo natal, y con lo que respecta a ti, pues de seguro debe sentirse apenada contigo, ya que tú te fuiste del crucero sin que ella te diga en verdad quien era, por ello hasta ahora no ha hecho nada para buscarte y decirte que espera un hijo tuyo, decía Pepe.

Sí yo pienso lo mismo, lo único positivo de todo es que sé que nunca salió de Japón, y que los investigadores que contrate la andan buscando por diferentes pueblos, respondía Tsubasa.

Pues de seguro pronto la encontraran, dijo Pepe.

Sí, respondió Tsubasa con optimismo.

Bueno vamos, acoto Pepe, mientras el joven de cabello desordenado asentía.

Semanas después:

Un joven de cabello desordenado escuchaba atentamente lo que le decían a través de su celular, mientras estaba sentado en una pequeña mesa de un café, esperando su pedido.

Y eso es todo lo que tengo que informarle por ahora joven Ozora, escuchaba Tsubasa.

Solo me queda tener paciencia, ¿no?, dijo Tsubasa.

Así es, respondió una voz a través de la vía telefónica.

¿Y de aquí a que pueblo irá usted?, dijo Tsubasa.

Voy a Okinawa, escucho Tsubasa.

¿Y qué novedades me tiene de los señores Nakazawa?, acoto el joven de cabello desordenado.

Hasta donde me informo mi colega que está en Nankatsu esperando poder contactarlos, ellos ya retornaron, pero hasta ahora no ha podido sostener contacto con ellos, pues el señor Nakazawa no tiene un horario de entrada y salida fijo de su casa, y con respecto a la señora, ella no platica con desconocidos, ese fue el mensaje que mi compañero recibió a través de un empleado de parte de la señora, escucho.

"EL VIAJE QUE LO CAMBIO TODO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora