Capítulo 30: "El sueño acabó: Remordimiento para uno, felicidad para otro"

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Una castaña entraba presurosa a su camarote al tiempo que pensaba: ¿Qué probabilidades hay de qué el recuerdo lo que paso entre los dos?, ¿qué probabilidades hay?, él estaba muy mareado, bueno yo también lo estaba, pero no tanto como él, aún no sé qué nos pasó, ¿sería por efecto del alcohol que sucedió ello o él en verdad quería estar conmigo?, se supone que él se va a casar, que ama a su novia, ¿no?, debió ser efecto del alcohol, claro por parte de él, pues por mi parte fue por amor, por este amor contenido dentro de mi desde que lo conocí, pero ahora que haré, cuando el despierte tal vez no recuerde lo que pasó, pero si le llamara la atención la manera como se encontrará y de seguro atando cabos sabrá que fue conmigo con quien pasó la noche. ¡Qué vergüenza¡ ahora si no podré verlo a los ojos, tal vez lo mejor sea abandonar el crucero el día de hoy, no vaya hacer que se le ocurra buscarme antes de irse, si eso haré abandonare el crucero hoy, claro tendré que ser muy cuidadosa pues él también dejara el crucero hoy.

La castaña se acercó al lugar donde estaba su maleta, la abrió, sacó una toalla, unos accesorios de baño y camino hacia el servicio higiénico de la habitación, al tiempo que algunos recuerdos vividos hace algunas horas venían a su mente, haciendo que sintiera su corazón acelerarse y su rostro arder.

-.Recuerdo.-

Espérame aquí, decía un ebrio Tsubasa, mientras un tanto tambaleante trataba de colocar una tarjeta en la ranura de una puerta.

Déjame, yo lo hago, respondía una castaña, tomando la tarjeta en su mano para ser ella quien abra la puerta.

Dios, nunca había bebido así, siento como si estuviera flotando, decía sonriendo Tsubasa.

No debiste tomarte esos tragos, respondía la castaña, haciendo una pausa para acotar: Ya está, puedes pasar.

¡Gracias¡ ya regreso, decía Tsubasa, entrando al camarote, mientras la castaña lo observaba desde la puerta.

¿Dónde?, ¿dónde las deje?, escuchaba la castaña, al tiempo que un ruido hizo que se preocupara y sin dudarlo más entró a la habitación.

¿Te paso algo Tsubasa?, dijo la castaña al tiempo que se acercó al lugar donde el joven estaba sentado.

Solo resbale y tire algunas cosas, nada grave, respondía sonriendo Tsubasa.

La castaña se acercó a él, y empezó a observarlo, mientras Tsubasa sonreía.

Pues parece que no te paso nada, decía Sanae.

Te lo dije, no tenías que preocuparte hermosa, respondió Tsubasa, haciendo que la castaña pose su mirada en él.

No me confundas Tsubasa, dijo Sanae con voz quebrada, al tiempo que el joven de cabello desordenado acercaba su rostro a ella y sin que esta pudiera evitarlo la beso.

Era el beso que tanto había esperado la castaña, ese beso con la persona que ella amaba de verdad, tal vez las circunstancias no eran las más apropiadas, pero Sanae en ese momento solo se dejó llevar por el amor que ella sentía y correspondió el beso con tanta dulzura, que ese simple acto, hizo que Tsubasa profundizara el mismo.

El beso poco a poco se iba transformando en caricias, en caricias que ella se negaba a rechazar y dejándose llevar por su amor solo correspondía a las mismas, mientras sentía que su corazón latía a mayor velocidad.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

Ya no puedo dar marcha atrás, lo que pasó ya no puedo borrarlo, además fue tan lindo, él me hizo sentir amada, no sé si por los efectos del alcohol o porque me confundió con su prometida, pero me hizo sentir amada, pensaba la castaña, mientras abría la llave de la ducha para empezar a enjabonar su piel.

"EL VIAJE QUE LO CAMBIO TODO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora