Hola a tod@s!!!, lo primero es lo primero...... disculpen por no actualizar en todo este tiempo :SSS.... espero que sigan la historia y que les agrade !!! Y muchas gracias a los que han leido y han dejado un comentario.
Taemin Pov
*De ser posible alguien, quienquiera, podría explicarme, ¡¿que demonios hago despertando en esta pequeña habitación de cabaña otra vez?!.... Nisiquiera se cómo logró Choi convencerme de quedarme por más tiempo, aunque me encontraba firmemente decidido a acabar con todo mi ser a como de lugar...¿me encontraba?, no. Aún lo estoy.
El sonido que se colaba por la apertura entre la gran puerta de madera y el suelo me arrancó de mi pensamiento, a pesar de ser algo tenue, pude distinguir que se trataba de un caminar que iba y venia, una y otra y otra vez, un caminar algo nervioso. Decidido a saber la causa de todo aquel zapateo, o al menos detenerlo, me puse en pie de un solo brinco, más animado de lo que me esperaba de mi mísmo, pero fue tal la rapidez de mis movimientos que en un segundo, mi visión se tornó borrosa, y la cabeza me daba vueltas. Esperé un par de segundos a que aquella incomoda sensación se fuera y me dirigí hacia la gran puerta de madera que me mantenía a salvo del insoportable Choi.
Hasta ese momento no me había percatado de lo oscura que estaba la habitación en la que desperté, ya que un rayo de luz me golpeó directo en la cara en el mismo segundo que mi mano, debilmente, empujaba la puerta. *¡Estar en la oscuridad es más cómodo!* Me dije *No tengo que estar lidiando con molestos rayos de sol todo el tiempo*.
Para el momento en que mi visión había regresado a la normalidad, era ya muy tarde como para pasar inadvertido, Choi se acercaba a mi con una sonrisa pegajosa y un "-¡Buenos dias Lee!-" atorado en la garganta.
-¿Cómo te sientes hoy Lee?- Me dijo con un aire demasiado amistoso para mi gusto.
-Normal, Choi... Yo estaría mejor si usted no hubiese...- Fuí interrumpido por el traicionero sonido de quien no ha provado bocado hace días.
-Acompañame Lee- Dijjo Choi con la más grande de las sonrisas pintada en el rostro. Aún no logro comprender el porque de su sonrisa, siempre está allí, como pintada.
No hay suficientes motivos para estar feliz cada segundo del día, pero si los hay de sobra para finjir estarlo.
Sin darme cuenta Choi me había dirigido hacia la única mesa que perduraba en mis recuerdos borrosos de la noche anterior. La cual se encontraba impecablemente puesta para el desayuno de una persona.
-Adelante Lee. Sientate- Juro que si sonríe otra vez mientras me mira voy a golpearlo.
-¿Una sola persona?- Le dije tratando de sonar indiferente, pero en realidad, me sentía deseoso de saber por que Choi se estaba haciendo cargo de mi todo el tiempo, como si me conociera de antes, como si me guardara algún tipo de confianza que yo no llegaba a entender.
-Si, una sola persona. ¿Que hora crees que es?, mi estomago está lleno hace mucho- Contestó, mientras cruzaba los brazos y levantaba una ceja burlandose de mi estropeado reloj biológico.
Mi orgullo me ordenaba a gritos que no me sentara, que saliera corriendo y lograra lo que no había conseguido la noche anterior, por otro lado, no podía soportar el olor del pan recién hecho, el jugo de naranja que me guiñaba un ojo, y los colores calidos de la mixtura resultante entre un huevo frito y finas rodajas de tomate. Aunque es muy probable que solo fuera la presencia de Choi lo que me confundía y me impedía salir corriendo... *No, debo estar perdiendo la cabeza... tengo el estómago vacio, ¡y eso es lo que me confunde!... debe ser eso* Me grité una y otra vez mientras hacía desaparecer los alimentos entre mis manos.
Una vez satisfecho, levanté el rostro para encontrarme solo en la mesa. No había rastros de Choi, lo que me resultó extraño ya que desde que me trajo aquí ha estado observando cada uno de mis movimientos con presición. Me sentí solo y un sentimiento escaló por mi espalda dejandome helado en el instante... *¿Que es este repentino peso en mi pecho?, ¡ya se!, ¡debe ser que aún tengo el estómago vacío!*... Pero los platos limpios frente a mi y yo, sabíamos que no era tan cierto.
Haciéndome saltar del susto, un golpe fuerte surgió de la puerta de entrada, y antes de que pudiera reaccionar, Choi salió por la puerta de la habitación contigua a la que se me había asignado (Por obligación cabe resaltar), y a una gran velocidad se encaminó hacia ella, abriendola solo un poco con la delicadeza que caracterizaba todos sus movimientos. Quice acercarme ya que la curiosidad me correteaba por todo el cuerpo, pero me detuvo el tono de alarma con matices de sorpresa de la voz de Choi.
-¡Key!... No esperaba para nada verte aquí-
.............¿Key?...................