Hola a tod@s !, primero que todo, muchas gracias por el apoyo que me han dado hasta ahora, gracias a todos los que han leido y comentado. Espero que les guste como va la historia hasta ahora, y que sigan de cerca lo que se viene XD. buuueno, sin más aquí ñes dejo este cap, espero que les guste!
Bye Bye~
Minho Pov
Se había vuelto a desmayar, ¡Que idiota soy!, debí haberle puesto algo más de ropa para que su pequeño cuerpo se calentara. Aún estaba bastante frio cuando volví a tomarlo en mis brazos.
arrastré uno de los grandes sillones de terciopelo rojo al frente de la chimenea, saqué las sabanas del cuarto, y allí recosté a lee, lo cubrí para que no sintiera más frio.
Que las personas que me rodean se enteren de que vengo de la realeza siempre ha sido un contratiempo por una cosa o la otra, así que pensé que sería mejor ocultar todas las cosas que rememoraran eso.
escondí la túnica roja, con los cuadros y los diplomas que se encontraban esparcidos por todo el lugar, y , ya que no hallaba más que hacer, y no me encontraba de ánimo para seguir mi lectura, me senté al frente de lee a esperar por su recuperación.
Taemin Pov
Todo se encontraba oscuro una vez más, y ya no sabía donde me encontraba ni quien era, ni me importaba más.
En el pecho, un dolor punzante.
En la cabeza, un mar fiero de pensamientos.
En el corazón, una sola cosa restaba, una calidez que a paso lento empezó a llenarme el alma, a llenarme el cuerpo, a calmar mi dolor, a lamer mis heridas, a apaciguar mi mente.
una vez más, me encontraba siendo salvado. Una vez más me habían traído de regreso de aquella negra espesura sin fin, de ese sentimiento de derrota, la carga de mis hombros se hizo un poco menor y me encontré a mi mismo luchando por abrir los ojos, por ponerme en pie, por vivir. Algo que jamás había hecho.
Lo primero que vi al abrir mis ojos, fue a choi sentado en frente mio, se había quedado dormido. Tenía su mano derecha apoyada en su rostro y el codo en su rodilla, mantenía equilibrio en esa posición. A la vuelta de un par de segundos se despertó.
-Se le va a volver costumbre perder la conciencia de esa forma Lee- me dijo con tono de broma.
-Ah, y a usted se le va a volver costumbre cuidar de mi- Deseé no haber dicho eso, por un motivo que yo desconocía completamente, mis mejillas tomaron un tono rojo, todo mi rostro había subido de temperatura súbitamente. Y el silencio que reinó por un largo rato se hacía más y más molesto. Así que decidí ir a buscar mis cosas, e irme de una vez, no soportaba más todos los cambios que habria sufrido en lo que yo calculaba habían sido un par de horas.
Mi ropa estaba seca, la tomé y me di media vuelta para cerrar la puerta de la habitación para así poder vestirme, al ir cerrando la puerta, pude darme cuenta de que en mi trayecto del sillón hasta el cuarto, Choi no había despegado sus ojos de mi, y eso me hacía sentir irritado sin ningún motivo.
Su sola presencia me era molesta, empezando por que me había sacado de la nieve, cosa que yo no deseaba, me había quitado mis ropas, y siempre me veía con esos ojos profundos,colmados de paz... ¡Como si alguien tuviera paz verdadera!... ya no podía soportar más su profunda voz, ni su cálida sonrisa... Todo debía ser falso, una sucia mascara que tarde o temprano se rompería y caería al suelo. y yo no estaría allí como para verlo. Eso no sucedería ... no otra vez...
Me vestí lo más rápido que pude, sin pensar. Abrí la puerta de un golpe y emprendí mi camino hacia la puerta de madera que daba campo al frio bosque nocturno.
En el trayecto Choi se puso de pie.
Me miraba con esos redondos ojos.
Me atravesaba con la profundidad de su mirada.
Pero eso no me importaba, o al menos eso quería creer.
Abrí la única puerta que obstaculizaba mi campante escape, y sentí la cachetada del frio viento contra mi piel, instantáneamente cerré los ojos y retrocedí medio paso.
-Oye Lee... No se que hice para ponerte de mal humor pero...-
- ya cállese - Lo interrumpí con un grito - ...no hable más ...-
Me disponía a dar un paso fuera cuando Choi volvió a dirigirse a mi.
-Hey, ¿¡estas loco!? .. ¡no puedes salir al bosque así como estás, solo conseguirás morir!- Traté de ignorar la preocupación de su profunda voz.
- ¿Y que es lo malo?... ¡no entiendo!- contesté dando un paso, que más parecía un brinco de pavor.
mis pies quedaron en contacto con la nieve. Me hundí hasta los tobillos. Escuché unos pasos.... ¿alejarse?. Perfecto, Choi no haría nada para detenerme esta vez, terminaría de una vez por todas con esta patética existencia mía.
Un solo tirón bastó para devolverme hacia el interior de la cabaña...Choi me sostenía un brazo con su fuerte mano que no soltaba el agarre por más que forcejeara....
Tenía la cabeza inclinada hacia adelante, no podía verle el rostro y estaba respirando entrecortado.... -¿que le pasa?- pensé con ganas de mandarlo al diablo si podía.
- ¡¡ya suélteme!! - Grité con todas las fuerzas que poseía - ¡¡no tiene ningún derecho de impedir que me largue de aquí!!-
Me sentía tan humillado, tan rebajado, que solo atiné a abalanzarme hacia Choi para darle un puñetazo. Mis esfuerzos fueron totalmente en vano, pues Choi me detuvo con la mano que aún le quedaba libre, dejándome inmóvil.
Levantó su rostro y lo primero que vi fueron sus ojos... marcados por el temor, la preocupación y algo más que no distinguí... todo su rostro expresaba lo mismo... una mueca de miedo... -¿Porqué? .... ¿Porque Choi me mira así?- me pregunté mientras sentía la tensión de mis brazos desaparecer bajo aquella mirada que, una vez más, me atravesaba el alma.
- ¿P-porque me ha detenido?- pregunté
- "¿porque?" dices.... ¡¡¡te saque ya una vez de la nieve!!! , ¡¡¡ y vi lo mal que te encontrabas Lee!!! ¿¿¡¡¡como podría permitir que pase otra vez!!!??-
dijo esbozando una sonrisa nerviosa, y abalanzandoce sobre mi... por un instante creí que me golpearía, ¿porque?, no se, solo lo sentí..... pero me di cuenta que me encontraba arrodillado en el suelo, y choi estaba aferrado a mi en un extrañamente cálido abrazo. Sus morenos y musculosos brazos me rodeaban en una prisión de la cual no quería escapar, mi rostro, estaba reposando contra su pecho al igual que mis manos, sentí el calor de su cuerpo, invadirme y su dulce voz se hizo escuchar rompiendo el silencio.
-Lee... Desde que te vi, he sentido la necesidad de protegerte, de cuidarte..- soltó una pequeña y adorable risa -Ni se te ocurra preguntarme por que, pero así es... así que, por favor déjame hacerlo, por lo menos hasta que estés mejor y que ya no haga tanto frio afuera-
¿Como decirle que no a su rostro, como negar ese calor abrasador?... lentamente fui cayendo en su encanto, por más que sentía que algo andaba mal... caí por completo en el sentimiento que no me abandonaría.