Kagome por fin fue a la escuela, donde Hojo solicitó hablar con ella en privado. Ambos hablaron pero Kagome trató de evitar decirle sobre su pasado, ya que aún sentía que no era el momento. Las clases iniciaron y Kagome apenas si podía entender las materias del día. Sus amigas la miraban distraída a pesar de no quitaba la vista del pizarrón. En la hora del almuerzo, la psicóloga solicitó a Kagome en su oficina y ella tuvo que aceptar.
Sango - Toma asiento Higurashi.
Kagome se sentí en la silla del pasiente y Sango empezó a hacerle la pregunta.
Sango - Me contaron tus amigos sobre ese cambio repentino, ¿Cómo te haz sentido en estos días Higurashi?
Kagome - Solo enferma, ya que tuve un resfriado. De ahí en fuera no tengo mucho que decir...
Sango la escuchaba y tomaba nota sobre su comportamiento físico, tono de voz y expresión facial. Sabía perfectamente que Kagome no quería abrirse con ella por lo tanto no quizo forzar la situación.
Sango - Higurashi, nunca es bueno guardarse los secretos que nos hacen daño físico o emocional. No importa si no quieres compartirlo, pero si me gustaría que te desahogaras de algún otra forma y sacaras toda esa carga. No sé, alguna actividad que te haga sentir liberada.
Kagome - Pues estoy en el club de Boleiball. Solo que últimamente no hemos tenido mucho que hacer...
Sango le dio una hoja con todas las actividades que podría realizar sin tomarle mucho tiempo o distracciones de las materias, ya, que eran sensillas y podrían realizarse en casa. Después Kagome se levantó y Sango noto algo extraño que se miraba en el hombro de ella.
Sango - ¿Te susedio algo en tu hombro?
Kagome mira que se le salió un poco el vendaje que tenía en su hombro. Sota le dijo que tenía 2 días inconsciente, pero antes de perder la conciencia ella escucho y sintió claramente el hagarre de ese Demonio. La herida en su hombro era la prueba y solo la miraron su madre y su abuelo.
Kagome - Cuando me recupere de mi resfriado hace unos días, le ayudaba a mi abuelo en la bodega y por un descuido me lastime.
Sango - Ya veo, debes tener más cuidado Higurashi. Nos vemos aquí la próxima semana. Solo quiero saber si tienes otra vez ese cambio anormal.
Kagome asintió y se despidió. Antes de salir, la misma psicóloga miró que algo negro apareció cuando Kagome estaba cerrando la puerta y se impacto. No fue su imaginación pero si sospechaba de algo, esa joven corría peligro.
Hojo estaba afuera del salón esperando a Kagome para almorzar juntos y así fue, se fueron a otro lugar. Platicaron un momento y parecía que lo que pasó hace unos días fue una pesadilla.
Hojo - Kagome, ¿quieres que salgamos este sábado?
Kagome - Por supuesto, realmente tengo ganas de salir algún lugar.
Sonó la campana y regreso a clases, todo estaba normal, no había señales o alucinaciones por parte del demonio esta vez. Regresó a su casa y su abuelo ya la estaba esperando con algunos escritos muy antiguos.
Kagome - Abuelo ¿Qué sucede?
Abuelo - Kagome, nesecito que me escuches hija ya que posiblemente, hemos encontrado el origen de lo que posiblemente esta pasando.
Kagome tomó asiendo nerviosa y miró todo lo que su abuelo tenía en la mesa.
Abuelo - El nombre de Kikyo fue una de nuestros antepasados, fue una guerrera espiritual de este lugar. Una Saserdotisa para ser exactos. Estoy hablando de 500 años atrás. Los demonios y las guerras eran las que más dominaban por estas tierras. Kikyo fue quien deseo darle fin a eso solo protegiendo este lugar de la maldad. Sin embargo, ella se retiro de ese oficio, pasándole su lugar a su hermana menor Kaede, que es quien escribió todo esto. Es un diario y el escrito donde parece el nombre de Kikyo por última vez, es en este...
El abuelo tomó uno de los escritos con cuidado y empezó a dar lectura.
Abuela - Hoy es un día luto tanto para el pueblo como para mi. Esta mañana se celebraba con mucho entusiasmo la boda de mi querida hermana con aquel hombre que cuido al verlo herido. Ese hombre se convirtió en su primer amor, por lo que ahora estoy a cargo de sus deberes en su lugar. Después de la boda, mi hermana Kikyo desapareció y fui en su búsqueda. Encontre un charco de sangre en el bosque a pocos metros, mi sorpresa fue encontrar muerta a Kikyo al pie de un árbol, donde un demonio estaba sellado con una flecha vieja y este tenía sangre en sus garras. No puedo describir lo que sentí en este momento y ser testigo de aquella escena. No sé qué pasó en ese lugar ni tampoco encontré al esposo de mi hermana, pero solo resare y pediré por ella para que su alma pueda descansar en paz.
Kagome se sintió triste al escuchar esas palabras y el abuelo la miró.
Abuelo - El Demonio del diario es que fue sellado en este árbol de nuestro templo. Desde que tengo memoria, este árbol se le conoce como Árbol del Tiempo. Un ser que no fue derrotado por la naturaleza ni por la mano del hombre. A vivido por muchos años de pie y siendo testigo de muchas cosas. Sin embargo esa marca del árbol es la prueba de que el demonio fue sellado ahí pero falta algo.
Kagome - ¿Falta algo? ¿A qué te refieres?
El abuelo le muestra una fotografía de su mamá de Kagome, joven fuente al árbol y otra donde Kagome llegó a casa siendo una bebé.
Abuelo - Observa bien ambas imágenes Kagome y dime si encuentras una diferencia.
Kagome las mira y nota algo que apenas si puede observar.
Kagome - La de mi madre tiene el árbol pero este en la marca tiene un punto y en la mía no... ¿Qué significa ese punto abuelo?
Abuelo - El Demonio fue sellado con una flecha, atravesando su corazón, por lo tanto ese punto representaba ese sello pero como puedes ver... Desapareció desde el día que naciste Kagome.
Kagome se levantó asustada, ahora entendiendo un poco la situación.
Kagome - El sello se rompió...
Abuelo - Hija, espera no te adelantes. Aun puedo seguir investigando el tema, no temas te prometo que le encontraré explicación a esto.
Kagome empuño sus manos y miro a su abuelo.
Kagome - Abuelo, ¿Por qué no me dices la verdad? Ese punto que ya no se mira en ese árbol significa que el mentado sello se rompió y el espíritu de ese Demonio está atormentandome desde entonces. Algo me dice que ya sabes la razón...
Abuelo - Hija... Simplemente quiero protegerte Kagome.
Kagome ya iba a gritar pero sintió un mareo y perdió la conocimiento por un momento. De pronto, sintió que estaba en un río y se miró reflejada, esa no era ella. Su rostro parecía otro y la vestimenta tampoco le pertenecía. ¿Quién era esa persona?
Abuelo - ¡Kagome reacciona hija!
Kagome se levantó con cuidado y el abuelo la ayudó pero algo se le cayó a él y ella lo tomó. Sintió un es año frío enorme...
Abuelo - Kagome, hija no te asustes porfavor...
Kagome - Es similar a mi...
Era una pintura vieja de una Saserdotisa muy bonita pero sus rasgos faciales eran similares a los de Kagome.
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El Demonio de mis sueños
Siêu nhiênTodas las niñas sueñan en algún momento de su vida, con la persona con quien quieren estar. No tuve esa misma suerte. Mi nombre es Kagome Higurashi y tengo 15 años de edad y estoy cursando tercer año de Secundaria. Siempre e vivido en Tokyo y vivo...