Dos mujeres con un alto coeficiente intelectual y con unas carreras brillantes ven afectadas sus vidas cotidianas inesperadamente.
Bárbara y Macarena se encuentran en medio del cambio que le deben dar obligatoriamente a sus vidas; sin saber que ell...
Macarena estaba sentada en la camioneta con Mariana, estaba procesando toda la información luego de haber conversado con Tessa. Le pidió unos minutos a su hermana antes de su siguiente parada; ella la estaba esperando fuera del edificio donde se encontraría con la cómplice de su "cuñada", todavía lo pensaba y estaba disgustada.
Se supone que el amor lo puede todo, lo soporta todo... eso incluye el hecho de que, por una mala decisión de ambas, ellas se encontraran, pero bueno el destino sabe hacer uso de todos sus recursos. Sólo hay que aceptar... no esperar, porque nada es como uno lo piensa.
La rubia mayor entendió perfectamente que su hermana estaba analizando mucha información, tenía esa mirada que conocía a la perfección, pero había algo más. Miedo, dedujo.
El semblante de su hermana completó las piezas que necesitaba para tomar cierta aversión hacia esa relación, pero necesitaba tener mayor información. Como en los negocios, no se dejaba llevar por meras suposiciones, al tener mayor información actuaría, lo único seguro es que su prioridad era Macarena. Lamentaba profundamente verle en esas condiciones.
El sonido de una llamada entrante, sacó a ambas de sus pensamientos. Macarena respondió:
—Iv.
—¡Listo!, tengo a ClonBlue, necesito que tú lo veas, porque eso para mí es jeroglíficos.
—No te preocupes, estoy segura que será la solicitado –respondió firmemente.
Ivanna se extrañó, porque conociendo a su amiga ella verificaría en el acto, pero bueno, recordó que ella no estaba del todo bien, ese tema estaba en pendiente. —Te escucho mejor, pero no del todo. ¿Cómo te sientes? –quiso saber.
—Mejor, pero ahora necesito que nos encarguemos de Bárbara.
Ahora sí la sorpresa hizo de las suyas en Ivanna, cuándo pasó de delincuente a Bárbara. Ni siquiera pensó que se había grabado el nombre de ella cuando le dio detalles. No era para menos su sorpresa.
—Okey, ahora sí, ¿qué sucede? ¿Por qué ahora sí la llamas por su nombre?
Era muy extenso de explicar, pensó Macarena y vio la hora que marcaba el sistema digital de la camioneta, faltaba un cuarto de hora para ir por Bárbara, se debía apresurar.
—Luego te explico, ¿Arantza está contigo ya?
Ivanna se limitó a esperar sus indicaciones. —Sí, ya, de hecho, estoy en su bufete, esperaba la información para llamarte, ella sabe todo, sólo esperamos tu orden –expuso.
—Necesito hablar con ella –solicitó.
—Makiu, disculpa que no fui por ti a primera hora –se disculpó la abogada, apenas intervino en la llamada, ya que estaba en altavoz.
—Está bien... Necesito que saques a Bárbara por favor. No quiero que dure un minuto más del necesario allí, según tus buenos oficios.
—Cariño, está complicado, al menos que tenga un oficio firmado pero la Junta Directiva, y para ello tendremos que esperar hasta el martes, el lunes es feriado –informó.
—No, negativo, ella debe salir hoy, pero esa firma es imposible obtenerla, ellos no entenderán esto –dijo con un dejo desesperado–, debe haber otra forma.
—Lo lamento, Makiu, es complicado, ella infringió una zona de máxima seguridad, y fue acusada por el jefe de seguridad de AQ –expuso los detalles–, él fue el que llamó para denunciarla, esto no lo pueden obviar así no más...
—Necesito más opciones. –Su cuerpo se agitó en el asiento, la desesperación crecía.
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