Capitulo 7.-Predecible

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24 horas habían pasado y ahí estaban nuevamente, el hijo de Angelo y Don Fratinni camino a la casa del líder del grupo Aldena, sin embargo, algo era distinto esta vez. Don Albano Fratinni tenia una sonrisa plena en su rostro, tenia el presentimiento de que sea lo que fuera que Adriano planeaba, aquello tendría resultados maravillosos.

El joven se mantenía con una cara inexpresiva, al igual que siempre. Sin embargo, insistía que tenia todo listo, y que los Aldena no volverían a interponerse en el camino de la familia Fratinni, ni de la venganza del chico de ojos muertos.

Tocaron el timbre del elegante hogar y la puerta fue abierta inmediatamente, Dalacio los observó sorprendido debido a que no esperaba que volvieran a pisar su casa, y menos con tanta paz.

—¿Hum? ¿Los Fratinni? ¿Se les quedó algo?

—Quiero discutir acerca de la película que le regalé —La voz de Adriano se mantuvo en calma y serenidad, no parecía estar mintiendo—

—Nada de lo que sale de tu boca tiene sentido ¿Verdad? —Aldena desvió la mirada al jefe de la familia— ¿Y por que vino tu jefe? ¿Eres un perrito que no puede salir sin correa? ¿O acaso crees que intimidas a alguien con el?

—No estoy usando correa ahora mismo... —Nuevamente se generó un silencio incomodo, y de alguna forma, Adriano se las ingenió para hacerlo aun peor, al observar fijamente a Dalacio Aldena a los ojos y finalmente... Ladrar— ¡Gwaur Gwaur!

Al ver a un chico ladrar con una mirada tan seria no pudo evitar soltar una enorme carcajada, una larga risa llena de sentimientos de incomodidad, pero al mismo tiempo sintiendo una diversión genuina. Por lo que los hizo entrar mientras continuaba riéndose.

Los 3 hombres se sentaron en la sala frente a la entrada, parece que aquella habitación de reuniones no era necesaria para hablar de películas.

—¿Entonces ya habías visto la película? Yo la vi apenas se fueron, sin embargo, siento que el final era demasiado predecible?

—Un final predecible no significa precisamente que sea malo, si esta bien desarrollado puede simplemente ser muy esperado

—Interesante... —El mercenario soltó un suspiro antes de continuar hablando— Sin embargo, siento que las cosas predecibles siempre le quitaran el sentido a la vida...

—¿De verdad? A mi me hace sentir tranquilo... Cuando la vida se siente predecible... Siento que gané

—¿Ganaste?...

—Dalacio Aldena... Gané

Un fuerte golpe se escuchó en la entrada, un montón de hombres armados habían echado abajo la puerta e invadido el lugar. Apuntando con sus armas a los tres jóvenes que se encontraban sentados, se identificaron como el departamento de la policía local, liderada por Derek Volker, aliado del grupo Aldena. El cual entró de los últimos sosteniendo su identificación.

—¿Volker? ¿Es necesario derribar mi puerta para hablar de negocios? —Dalacio se levantó para darle un saludo amistoso, pero este fue derribado por el cuerpo de la policía y reducido—

—¡Silencio! Maldito cerdo repugnante, lo sabemos todo

—¡Claro que lo sabes todo imbécil! ¿¡Que pasó con el pacto con los Aldena!? Tus hombres nos brindarían protección ¿No es así?

—El pacto únicamente contaba los asesinatos, no esta mierda enferma que estas haciendo 

El jefe de policías mandó a sus hombres al piso de arriba, los cuales volvieron con el computador portátil de Aldena. Mientras tanto, los Fratinni se quedaban mudos e inmóviles, contemplando aquella escena.

—Señor, lo registramos todo, esta lleno de pornografía infantil, y ... —El policía dudó un momento, parece que tenia sus dudas acerca de contarle a su jefe— Jefe... Tambien encontramos fotos de su hija pequeña —Al decir aquellas palabras, la piel de Derek Volker se puso roja de rabia, tomó el computador para poder ver con sus propios ojos aquel acto horrible—

La computadora de Dalacio Aldena tenia muchas películas, informes acerca de sus negocios y algunos juegos... Pero también se encontraba repleta de pornografía infantil, cientos de fotos y videos de menores de edad siendo violadas y asesinadas. Y luego, una carpeta llamada ''Objetivos'', con fotos de menores caminando por la calle, entre ellos, la hija de 7 años del jefe de la policía.

—Mi hija... —Volker le dio una patada en el piso al inmóvil mercenario— ¿¡Que mierda tenias planeado!? ¿¡Creíste que no me enteraría!? Vas a pagar muy caro

—¡Espera! ¡Eso no es mío! ¡No se como llegó ahí! 

—¡Silencio! ¡Llévenlo a la comisaria! —El jefe se agachó para ponerse a la altura de su rostro— El trato con los Aldena se acabó, voy a ponerte los cargos por todos los asesinatos, ningún Dios evitará tu pena de muerte

—¡Detente! ¡Esto es un error! —Dalacio Aldena jamás en sus 28 años había tenido pánico, hasta el día de hoy. Sus gritos invadían el lugar mientras era llevado al lugar donde pasaría sus últimos días de vida— ¡Ayudame Fratinni! ¡Te daré lo que quieras! ¡Maldita sea! ¡Ayudame! —Don Fratinni se encontraba tan impactado por la escena que no era capaz de responder, por lo que incluso si hubiera querido ayudar, no podría haber ayudado— ¡Ayudame! ¡Hijo de Angelo! ¡Te ayudaré! ¡Te diré quien mató a tu padre! ¡Por favor! ¡Adriano!

Ambos no se conocían hace mas de un día, sin embargo, esta era la primera vez que el mercenario lo llamaba por su nombre, por lo que sentía que al menos, debía darle una explicación de lo que había pasado, sin llegar a comprometer todo.

—Esto fue predecible, Dalacio Aldena —Esas palabras fueron suficiente para perturbar aun mas la mirada del mercenario, que se dirigía lentamente a una muerte inevitable. Se dio cuenta antes de ver por ultima vez al hijo de Angelo, que esto no había sido una broma cruel del destino, si no que había sido derrotado—

La policía se llevó al mercenario y tuvo que hacerle unas cuantas preguntas a don Fratinni, sin embargo, su influencia y unos cuantos sobornos lograría que ambos pudieran irse del lugar sin mayores problemas.

—Y entonces... ¿Los Aldena ya no serán un obstáculo? ¿Qué pasará con sus mercenarios?

—Don Valdano se encargará de eso, ya mandó gente para tratar asuntos legales

—En ese caso ¿Me vas a contar como lo hiciste?  ¿O acaso Dalacio Aldena siempre fue un pedófilo y nadie lo sabia?

—La película que le regalé no fue solo una excusa para entrar a su casa, el disco venia cargado con diversos programas que me dieron acceso a su computadora —Adriano mostró su celular, en el cual se encontraban las fotos de la hija de Volker— Con un vinculo de ese tipo, podría colocar lo que fuera dentro de su computadora, y creí que lo mejor sería apelar al instinto paternal del policía, así que le pedí a Don Valdano que me consiguiera estas fotos

—En ese caso, me viene una duda ¿Qué habrías echo si no hubiera visto la película? ¿O si hubiera utilizado un DVD u otra cosa para verla?

—... —Por primera vez en mucho tiempo, los ojos de Adriano se abrieron sorprendidos y su cara se puso roja de vergüenza—

—¡Jajaja! ¿En ese caso tu plan habría fracasado?

—Supongo que si —A pesar de que su corazón estaba lleno de odio, aun tenia sus momentos adorables—

—¡Jajaja! No te preocupes, funcionó ¿No es asi? —Don Fratinni le dio una sonrisa y le mostró una tienda de dulces— Vamos, debemos entrar ahí

—¿Venden algo especial?

—Solo los mejores chocolates de todo el mundo...



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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA Buenos dias uwu

El hijo de AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora