— ¿Cuál es el nombre de Yang Mi?— pregunté.
— Yang Mi— respondió el ángel a mi lado.
Dirigí mi mirada hacia a él y entre cerré mis ojos — Eso ya lo sé— dije e hice una pausa — Tú eres el Ángel Han, ¿Ella que ángel es?— pregunté.
— ¿Te refieres a su apellido?— preguntó y yo asentí — Su apellido es Jeon, así que ella se debería presentar como Ángel Jeon— respondió.
Mi boca formó una "o" de la cuál no salía ningún sonido. — ¿Cómo se conocieron ella y Jeongin?— pregunté. Ambos tenían una relación que parecía ser hermosa, así que suponía que la historia era igual.
— No lo es— dijo y yo lo miré — La historia de como se conocieron no es para nada bonita— explicó.
— ¿Por qué?— pregunté.
Esperé ansiosa su respuesta pero de sus labios no salió ni una sola palabra, era como si tuviera un candado que no le permitía decir nada.
El resto del camino se quedó callado al igual que yo.
Por alguna razón nuestros pies nos llevaron a mi casa. Al entrar pude ver a mi madre dormir en el sofá de la sala. En la pequeña mesa de adelante permanecía un vaso lleno de vodka junto a la botella de dicho líquido.
Sin decir nada me acerqué a ella y me senté a su lado. Sabía que mi madre no podría sentir el abrazo que le estaba dando pero aún así quería abrazarla, la extrañaba con toda mi alma, quería decírselo pero no me podía oír.
Sentí como una de sus manos se posaba sobre la mía. Al girar un poco la cabeza pude ver cómo Jisung se unía al abrazo.
— Vas a despertar, la podrás abrazar y decirle cuánto la has extrañado— dijo mientras su aliento en mi cuello hacia que un escalofrío recorriera por todo mi cuerpo.
Al sentir que él se alejaba, voltee y tomé su mano lo más rápido que pude.
— Abrázame— dije mientras mis ojos hacían contacto visual con lo de él.
— ¿Qué?— preguntó.
— Necesito un abrazo y ella no puede hacerlo— respondí.
Miró para otro lado por unos minutos, luego volvió a verme y preguntó — ¿Quieres que te dé un abrazo maternal?— yo asentí con mi cabeza — Está bien, pero voy a necesitar algo— dijo y lo miré extrañada sin entender.
¿Preparación mental? No, no creo que sea eso lo que necesita.
Jisung se puso de espaldas a mí y de su mano salió el sonido de chasquido.
Oh por Dios, esto no debe ser cierto.
— ¿Cómo me veo?— preguntó mientras volteaba a verme.
Intenté contener mi risa pero no podía, se veía demasiado gracioso.
— Hey, no te rías, sé que las pestañas largas no me quedan para nada bien— dijo y yo aún no podía parar de reír.
Era bastante gracioso verlo con el corte de cabello que tenía mi madre y un poco de maquillaje, lástima que no tenía ropa de mujer eso hubiera sido más gracioso.
Las lágrimas de mis ojos comenzaban a salir y el dolor en el estómago se comenzaba a hacer presente, todo por culpa de Jisung.
— Hey, no me culpes, tú eres la que no para de reír— dijo mientras me señalaba.
— Lo sé— dije intentando parar mi risa pero era casi imposible — ¿Por qué te pusiste eso?— logré preguntar.
— Me hago pasar por tu madre para darte un abrazo maternal— respondió.
Yo lo quedé mirando, mi risa se había ido pero había dejado una sonrisa dibujada en mi rostro. Era increíble lo que podían hacer los ángeles, realmente increíble.
Miré a mi madre una vez más para luego decir — ¿Nos vamos?—.
Jisung asintió y con un chasquido el cabello largo y el maquillaje se esfumaron. Que triste.
. . .
Ambos caminábamos bajo la luz de la luna y de las estrellas. No cruzabamos ni una sola palabra, nos quedamos en silencio.
Lo primero que llegó a mi mente al salir de mi casa fue Changbin, realmente me sentí mal de que muriera de esa manera, que ni siquiera se pudo despedir de su familia y amigos. Eso en verdad era muy triste.
— No desaparezcas— solté.
— ¿Qué?— preguntó él mientras me miraba con su ceño fruncido.
— Si llega mi hora, por favor, no desaparezcas— respondí.
— Está bien— dijo.
Los días pasaban y yo perdía la esperanza de que pudiera llegar a despertar. Quizás los doctores tenían razón, quizás no vuelva a despertar. Las probabilidades eran muy bajas, mi cuerpo había sufrido bastantes lesiones.
De pronto, una idea vino a mi mente, yo era prácticamente un fantasma en estos momentos y había gente que decía oírlos o verlos.
— Quiero ver a una de esas personas que pueden ver fantasmas— dije a Jisung.
— ¿Médium?— preguntó y yo asentí — Tú eres médium— dijo y lo miré con mi ceño fruncido al no entender lo que dijo — Médium tonta por creer que en verdad tienen ese poder— respondió.
— Tú no crees que los médiums pueden ver fantasmas pero recuerda que yo no creía que los ángeles y demonios existían— dije.
Se quedó en silencio sin saber que decir, mantenía sus labios cerrados y sus ojos fijos en los míos. Que me mirara me ponía realmente nerviosa y lo único que quería hacer era dejar de mirarlo pero no podía, sus ojos eran atrapantes.
Finalmente quitó su vista de mí y yo agradecí mentalmente que lo haya hecho. No sabía que podría llegar a pasar si no dejaba de verme.
— Yo me estaba preparando para un golpe— dijo.
— ¿Qué?— pregunté confundida.
— Me preparaba para el golpe que me ibas a dar si no te dejaba de mirar— respondió.
Me quedé congelada, ¿Estaba oyendo mi mente otra vez? Ash, maldita sea, espero que no haya escuchado lo que dije, eso sería realmente vergonzoso.
No me atrevía a preguntar desde cuándo estaba escuchando o qué había escuchado al conectar su mente con la mía.
Comencé a caminar sin avisarle al ángel, porque, claro, no hacia falta que se lo dijera. Donde yo vaya él iba detrás mío.
— Cuando amanezca iremos con una médium, aunque no sé porqué quieres ir con una— dijo al terminar de posicionarse a mi lado.
— Es la única forma de decirle a mi madre que la extraño— hablé.
En estos momentos, mi único deseo era poder contactarme otra vez con mi madre. Quería que amanezca ahora mismo.
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angelic melody | han jisung
Fantasy𝗬𝘂𝗻 era aquella 𝗺𝗲𝗹𝗼𝗱𝗶́𝗮 que lograba enamorar a ese ángel con su voz tan 𝗮𝗻𝗴𝗲𝗹𝗶𝗰𝗮𝗹. ➤ ❝ Fantasía ❞ ➤ ❝ Heterosexual ❞ ➤ ❝Prohibida copia u adaptación❞ ➤ ❝ Historia 1OO% mía ❞ ➤ ❝ Playlist en mi perfil ❞ Esta historia tiene una peq...