Jisung miraba algunos patos que caminaban sin cesar por cerca del lago del parque, sí, otra vez estamos en el parque. Parece que al ángel le ha encantado el parque.
Corría detrás de los patos para asustarlos. Parecía un niño persiguiendo a esa especie animal. Uno de los tantos patos extendió sus alas un rato.
— Así que, ¿intentas presumir tus alas? Te mostraré las mías— gritó Jisung al pato y extendió rápidamente sus alas.
El pato volvió a extender sus alas y soltó un graznido hacia Jisung, quién no tardo en contestar a aquel animal
— Mis alas son muchos más grandes y hermosas que las tuyas— dijo.
— Ya déjalo, es solo un pato— me acerqué a Jisung.
— Es un pato muy presumido ¿No crees?— preguntó mientras me miraba.
— Vamos— dije al ángel mientras tomaba su mano y lo arrastraba hacia fuera del parque.
Jisung no hizo ningún esfuerzo por soltar el agarre de nuestras manos y, obvio, yo tampoco lo solté.
Ambos caminábamos por unas calles llenas de tiendas y entre todas se podía distinguir una cafetería que conocía a la perfección. Nos acercamos a ésta y, aunque costó, solté la mano del ángel y tiré de la puerta, pero ésta no se abrió.
— ¿Sabes leer?— preguntó Jisung mientras señalaba con su dedo índice el cartel que colgaba de la puerta de cristal y decía "Empuje".
Solté un suspiro como queja. Era algo que siempre me pasaba, en vez de empujar, yo tiro de la puerta. Creo que algún día tiraré de una con gran enojo y la terminaré rompiendo.
Finalmente, empujé la puerta y ambos ingresamos a aquella cafetería. El olor a café inundaba nuestras fosas nasales. Amaba ese olor a café aunque, debo admitir, en la mañana era mucho mejor.
— ¿Qué haremos aquí? No podemos pedir café para beberlo— dijo Jisung.
— ¿No puedes darnos café con tus poderes?— pregunté mientras lo miraba fija y con una sonrisa esperando a qué dijera que sí.
Jisung se quedó un rato congelado con su mirada fija al suelo. Luego de unos minutos asintió con la cabeza y volví a tomar su mano para dirigirlo hacia una mesa que se encontraba al lado de una gran ventana. Una vez sentados, un chasquido de el ángel hizo que aparecieran dos cafés.
Sabía que mi alegría era mucha. Hace mucho tiempo que no bebía café debido a mi estado de coma. El café era lo que más amaba en la vida, un día sin café es como sentir que estoy a punto de morir.
— No seas exagerada, no podrías morir solo por no beber café un día— dijo Jisung luego de dar un sorbo al café.
— Te juro que sí— hice una pausa y lo pensé un rato — Bueno, tal vez no moriría pero sí podría desmayarme, un día de abstinencia al café — tomé un poco de café y seguí hablando — No lo soportaría—.
— Si llegas a tener pareja me encargaré de informarle que amarás más al café que a él— dijo y miró a la ventana — ¿Ese no es tu mejor amigo?— dijo mientras señalaba.
Miré en dirección a su dedo señalador y, efectivamente era Minho. Solo bastó esperar unos segundos para que mi mejor amigo entrara a la cafetería y tomara asiento, casualmente, donde estábamos Jisung y yo.
Jisung miró a su lado al chico y luego me miró a mí. Hice lo mismo, miré a Minho y luego a Jisung.
Minho mantuvo su vista en su celular hasta que llegaron para tomar su orden, capuchino, a pesar de todo sigue ordenando el mismo tipo de café.
— Aquí solíamos venir Minho y yo antes de la escuela— dije dando el último sorbo a mi café.
Un segundo chasquido de Jisung y las tazas desaparecieron.
— Ahora me tendrás que ayudar si quieres seguir tomando café aquí mientras esté en coma— dijo y lo miré con el fruncido.
El ángel comenzó una cuenta regresiva del cinco hasta el uno y yo no entendía a que se debía hasta que ví a la chica entrando a la cafetería con toda la furia del mundo.
— ¡Han Jisung!— gritó ella.
El nombrado me miró con una sonrisa y guiñó su ojo izquierdo y volteó — Yang Mi— dijo con una gran sonrisa en su boca.
— Tú, Ángel Han, vé a lavar la taza que has dejado en mi casa o te voy a...— Yang Mi no pudo terminar de hablar debido a la llegada de otro ángel.
— Yang Mi, Yang Mi, te deberías calmar, yo puedo lavar esa taza— dijo Jeongin colocando sus manos en los hombros de la chica.
Yang Mi, un poco más tranquila dijo un "está bien" a su novio y ambos desaparecieron pero, no fueron los únicos. Minho también había desaparecido y no me di cuenta.
— ¿Nos vamos? No creo que quieras perder tu clase de música— dijo Jisung y al mismo tiempo se ponía de pie.
Al escuchar "clase de música" no dudé en ponerme de pie y caminar rápidamente a la puerta.
. . .
Llegamos a la escuela y nos dirigimos con pasos apurados a la sala de música que había en el edificio. Al ingresar a la sala, mis compañeros se encontraban en sus típicos lugares menos una persona. Eunri.
— Maldita desgraciada— dije al verla sentada en mí lugar justo al lado de Minho.
— No creo que ellos dos vayan a tener una relación, se nota que el tiene algo en contra de ella— dijo Jisung.
— Dejó a su mejor amiga en coma, obvio que va a tener algo en contra de ella— dije mientras me acercaba hacia ellos.
— Yun, te lo advierto, no hagas nada malo— habló Jisung a mis espaldas.
— Solo será un pequeño tirón de cabello— dije mientras enredaba otro mechón de pelo en los tornillos de su asiento.
El profesor ingresó a la sala y para saludarlo, todos los alumnos se pusieron de pie pero no lograron decir "buenos días" debido al gritó que dió Eunri.
Una risa escapó de mi boca, sentí la mirada regañadora de Jisung sobre mí y mis oídos captaron el sonido de un chasquido, el cual, nos traslado a otro lugar.
— El día en que mueras serás un ángel, deberías de dejar de hacer cosas malas— dijo Jisung manteniendo un ceño fruncido.
Bufé ante sus palabras, miré hacia otro lado y cuando crucé mis brazos lo miré, — ¿Acaso iré al infierno por hacer algunas cosas malas?— pregunté.
— Sí— respondió y comenzó a caminar.
Al igual que él, comencé a caminar detrás de él. Sin duda sería un camino largo.
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angelic melody | han jisung
Fantasy𝗬𝘂𝗻 era aquella 𝗺𝗲𝗹𝗼𝗱𝗶́𝗮 que lograba enamorar a ese ángel con su voz tan 𝗮𝗻𝗴𝗲𝗹𝗶𝗰𝗮𝗹. ➤ ❝ Fantasía ❞ ➤ ❝ Heterosexual ❞ ➤ ❝Prohibida copia u adaptación❞ ➤ ❝ Historia 1OO% mía ❞ ➤ ❝ Playlist en mi perfil ❞ Esta historia tiene una peq...