UN AMOR CASI IRRACIONAL

Capítulo 3

All Might entraba por la puerta de la sala de maestros, mientras Stephanie terminaba de curar su mano y Eraserhead guardaba el botiquín en su lugar.

- ¡Señorita Stephanie, la estaba buscando! Oh, pero ¿qué ocurrió? - dijo All Might mientras observaba la mano vendada de ella. 

- No es nada grave, rompí por accidente una taza y me corté. Eraserhead me ayudó a curar mi herida - contestó mientras le ofrecía una gran sonrisa a éste.

- ¡Eraserhead, actuando justo como lo que es, un gran héroe! - acotó All Might, a lo cual el pelinegro no respondió.

- Y dígame All Might, ¿me estaba buscando? - preguntó al héroe número 1.

- ¡Cierto! quería hablar con usted en privado si es que no tiene algún otro pendiente por hacer señorita - contestó. 

- Para nada, vamos a mi oficina. Eraserhead, lamento mucho lo sucedido, te pido me permitas repararlo - decía Stephanie con una reverencia mientras su rostro se ruborizaba de vergüenza al recordar todo el incidente. 

- No es necesario- dijo el héroe haciendo una seña, indicándole que dejara de pensar en ello. 

Dicho esto,  All Might le ofreció su brazo y tomaron rumbo a la oficina de ella; mientras ambos se marchaban de ahí, el pelinegro sintió de nuevo esa sensación molesta en la boca del estómago al ver ese gesto de All Might hacia ella, pero lo ignoró; revisó la hora y se dio cuenta que aun tenía tiempo para dormir antes que la clase de Mic terminara, por lo que volvió a meterse a su saco, reposando sobre el sillón de la sala, pero algo no le permitía cerrar los ojos, esa extraña sensación que ahora había escalado hasta su pecho, y de nuevo, el sudor en sus manos. Decidió que lo mejor sería caminar por los pasillos para despejar su mente. Quizás solo era cansancio.

Mientras tanto, Stephanie y All Might habían llegado a su oficina, al entrar se dio cuenta que del cuerpo de All Might salía vapor, ella se preocupó al no saber lo que ocurría.

- All Might, ¿se encuentra bien? - le preguntó asustada. 

- Señorita, necesito mostrarle algo, algo que le pido desde ahora, lo mantenga en estricto secreto - contestó el. 

- Por supuesto que si, pero dígame ¿que le ocurre? - dicho esto, el vapor se intensificó ocurriendo algo que ella jamás concibió siquiera observar algún día; frente a sus ojos, la inmensa e imponente figura del héroe número 1 desaparecía para darle paso a la silueta de un hombre extremadamente delgado, tanto que parecía un cadáver con la piel pegada al hueso, un hombre con las mismas ropas que llevaba puestas momentos antes el símbolo de la paz... Un cadáver viviente que escupía sangre. La imagen la dejó en un breve shock, aún más cuando ese hombre le hablaba con la voz de All Might, - ¿será un impostor? ¿ es esto parte del quirk de alguien más?- pensaba aterrorizada. 

- ¿Q... quién eres tú? ¿D.. do... dónde está All Might? - logró preguntar cuando pudo recuperar la conciencia, 

- Señorita Stephanie, ¡yo soy All Might! permítame explicarle - decía el. 

Ella no creía esas palabras; al voltear la vista al suelo, se dio cuenta que aún tenía la mano lastimada sin cubrir con el guante. Sí, era la única opción, tenía que usar su quirk, tendría que ir en contra del juramento que se hizo a sí misma de no volver a usarlo nunca. Era necesario, si ese hombre era un villano y se infiltró a la escuela fingiendo ser All Might, debía detenerlo a toda costa hasta que los héroes llegaran. 

Se acercó rápidamente a ese hombre, lo tomó por la espalda y lo puso contra la pared - dime quién eres en realidad - dijo mientras posaba su mano descubierta sobre la frente de el.