𝐒𝐈 𝐒𝐔𝐏𝐈𝐄𝐑𝐀𝐒 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃 | 𝐘𝐄𝐎𝐍𝐁𝐈𝐍

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¡Advertencia!
Este capítulo incluye menciones de
homofobia y violencia escolar, si eres
sensible a estos temas lee bajo tu propia
responsabilidad, sin más que decir,
¡disfruta el capítulo!

El pelinegro caminaba cabizbajo por las aún luminosas calles de Seúl, el atardecer se hacía notar cubriendo el cielo con un hermoso color naranja y un degradado de azules, morados y rosas, sin duda un espectáculo natural que Hueningkai no se daba el tiempo de contemplar.

Luego de girar la perilla de la fina puerta de madera atravesó esta misma para entrar en su lindo hogar y colocarse las pantuflas de casa, casi sin hacer ruido. Una vez completó su pequeña misión tomó los tirantes de su mochila con ambas manos, comenzando a caminar hacia las escaleras, lo único que quería hacer era lanzarse a su cama y abrazar a su peluche con forma de conejito el resto de la tarde.

— ¿Llegaste? — preguntó la hermosa mujer de cabello largo saliendo de la cocina mientras se limpiaba las manos delicadamente con un trapo húmedo, Hueningkai se limitó a asentir con la cabeza sonriendo, no tan sincero para tomar su camino de vuelta y así llegar al segundo piso, en el que solo bastaron unos cuantos pasos para atravesar la puerta de su habitación y cerrar esta delicadamente.

Como planeó desde el inicio, se dejó caer de espaldas sobre el colchón tomando casi inmediatamente a su esponjoso amigo entre sus brazos, para abrazarlo contra su pecho como si de esa simple acción dependiera su vida entera. Todo a su al rededor era silencioso, en calma, solo se escuchaban los chillidos de los diminutos grillos anunciando la caída de la noche.

Aunque el ambiente fuera relajante para cualquier persona que pisara la habitación con aroma a menta, la cabeza del joven chico no paraba de hacer ruido, preguntándose una y otra vez si estaba haciendo lo correcto, si debía seguir haciéndolo porque siendo realistas... ¿de qué servía ya si Soobin no le pertenecía a Yeonjun? ¿de qué servía seguir llorando por alguien a quien nunca tendría? ¿de qué servía seguir luchando?. Sin previo aviso algunas lágrimas decoraron la lechosa piel del joven, llenas de dolor, angustia y tristeza recorrieron todo su rostro hasta caer a quien sabe donde. Tratando de calmar ese dolor en el pecho que desde días atrás lo atormentaba, abrazó al conejito con más fuerza, cerró sus ojos y comenzó a respirar profundamente.

「🌷リプレイ」

Hueningkai nunca había sido un niño igual a los demás de su edad, siempre prefería jugar a las muñecas o a la hora del té con sus hermanas que a los aburridos camiones de bomberos con otros niños. No le gustaban los deportes, tampoco los programas de cualquier personaje animado peleando sin razón alguna, prefería pasar la tarde viendo las películas de "Barbie" u horneando galletas junto a su madre, a diferencia de otros niños no se imaginaba rescatando a una bella doncella de un malvado dragón, más bien se imaginaba a sí mismo siendo rescatado por un apuesto príncipe azul, Hueningkai siempre fue diferente.