Fin (Parte 1)

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Levanto mi mirada para observar a Taeyeon.
Mientras leía cada hoja, ella no dejó de mirarme atenta todo el tiempo; la carta es tan larga que, hice varias pausas y de vez en cuando miré a Tae, a veces con tristeza hasta llenarme de lágrimas, otras con molestia tanta que me temblaban las manos, otras tantas veces la miraba llena de amor del que parecía iba a salirse de mi pecho, y muchas otras con culpa que te produce ganas de hacer magia y cambiar el pasado; sé que de igual forma, Taeyeon prácticamente atravesó por todos los estados de ánimo ante mi silencio inmutable, es que no emití una sola palabra hasta terminar de leer la última oración de la última hoja, tal como me lo pidió.
Coloco sus hojas en la cama, me mira con preocupación pues mis ojos están llenos de lágrimas una vez más en esta noche, tantas que me nublan la vista; soy una llorona es verdad, pero leer esto, es demasiado, ni siquiera tengo palabras para describirlo. Retiro mis lágrimas con el dorso de mi mano.
— si fuiste una de las razones para irme Tae — rompo el silencio; es lo primero que quiero dejarle claro, de todo lo que tengo en mi cabeza para responderle. Si hoy hablaremos con la verdad, yo le devolveré lo mismo que ella me está dando con sus palabras en estas hojas: sinceridad — amarte sabiendo que no podíamos volver a estar juntas era muy masoquista, y quedarme a tu lado solo para no perder tu presencia en mi vida cada día, era un precio muy alto que ya no quería seguir pagando — continúa en silencio como si estuviera asimilando mis palabras, y antes de que pudiera decirme algo retomo mi discurso de todo lo que tengo que decirle, no solo por su carta sino de todo este tiempo en el que me moría de amor por ella pero tenía que esconderlo detrás de nuestra amistad porque a ella simplemente parecía ya no importarle —¿Sabes cuantas señales te di, para que notaras que te seguía amando como el primer día? — ella me mira de pie desde la ventana que da al balcón de la habitación, reclinada al vidrio con todo su cuerpo, con sus dedos ansiosos que se pierden y encuentran entre sus manos — Taeyeon, ¿no te bastó que yo continúe siempre aquí, para ti, a pesar de que tu seguías con tu relación con Baekhyun?, todas las veces que te buscaba para retomar por lo menos nuestra amistad ¿no fueron suficientes para ti? — ante mi frustración camina hacia mí, intentando acercarse pero yo ya estoy molesta — esperaste hasta que tome la decisión de irme para decirme que me amas, pero ni siquiera te atreviste a hacerlo ni en ese momento ni ahora, y para ti la solución más fácil fue pensar que me iba por mi falta de amor hacia ti. ¡Por dios! — me pongo de pie exaltada — es una de las decisiones más difíciles que he tomado hasta hoy — me acerco a ella para quedar cerca, solo unos pasos nos separan — si tan segura estabas de tu amor por mí ¿no te pareció coherente dejármelo saber? — Juro que la amo, pero, ¿por qué le encanta complicarnos las cosas? ¿por qué teníamos que llegar a esto para que me diga que me ama?  Es verdad que molestia no es lo único que siento después de leer todo lo que había escrito, pero en este momento es el sentimiento que prima — ¿en que estabas pen...
— ¿dime? ¿lo que reclamas ahora, cambia el pasado? — me interrumpe, reduciendo a nada la distancia que nos separa — entiende que las cosas tenían que pasar de este modo y así como me lo pediste hace dos días, te lo pido hoy — toma mis manos para entrelazar nuestros dedos — mira las cosas desde mi punto de vista. Si, tienes razón no te dije que te amaba y si me lo preguntas, si pudiera volver en el tiempo, tomaría la misma decisión — me responde con seguridad — ¿no lo ves? Fanny si en ese momento te hubiese dicho que te amaba, nada hubiese cambiado, tu tenías metas y sueños tan o más ambiciosos que los míos, la solución hubiese sido la misma, dejarte ir — aprieta mis manos mirándome con seguridad de que sus palabras son las correctas.
— tienes la razón a medias Taeyeon — suelto sus manos y me cruzo de brazos — si hubiésemos hablado de lo que sentíamos, antes de irme, al menos hubiese tenido razones para querer volver, para buscar soluciones, para hacer que lo nuestro funcione, en vez de solo buscar pretextos para volver a verte como amiga cada vez que venía a Corea — se queda callada analizando mis palabras seguramente intentando encontrar argumentos para debatir mis aseveraciones.
— no quería arruinar tus sueños — repite lo que ya había escrito en su carta y lo que me ha dicho siempre — no era el momento para retomar nuestro amor Fanny, entiéndelo.
— sabes, tienes razón no era ese el momento, entiendo tu sacrificio — mi reflexión es honesta a pesar del tono molesto de mi voz — aun así, desde que me fui hasta hoy tuviste más de tres años para animarte en algún momento y decírmelo, pero optaste por alejarme de ti.
— te lo dije ya, el irte me hizo asumir que tu amor por mí se había acabado y tenías toda la razón para que sea así — camino hacia la cama y vuelvo a sentarme, y es que no me siento a gusto en ningún lugar. Taeyeon se gira para quedar frente a mí; entiendo que posiblemente esta no es la reacción que esperaba de mí y no se trata de que yo sea una indolente ante sus palabras, sus sentimientos, ante su versión de la historia, y todo lo que hubo detrás de cada suceso en nuestras vidas desde que dejé Corea. Sin embargo, sigo pensando que las cosas podían haberse solucionado antes y de otra forma.
— dudaste de mi amor — reclamo dolida — te lo dije hasta el cansancio Tae, no importa lo que suceda en nuestras vidas yo jamás dejaré de amarte — no mentía.
— lo sé — suelta un suspiro de tristeza y toma asiento a mi lado — tienes razón en estar molesta, en reclamarme, en argumentar cada párrafo de estás hojas — toma las hojas que yacen en la cama y las levanta en el aire — pero todo lo que está escrito aquí es la verdad de mis sentimientos, de mi amor por ti —me mira con intensidad y tristeza a la vez — no me importa si te demoras en perdonarme, si no quieres verme por un buen tiempo, no sé, lo que tú quieras — vuelve a asentar las hojas en la cama — esperaré todo lo que sea necesario hasta que entiendas que te amo y quiero estar contigo para siempre — esa afirmación me toma por sorpresa.
— claro, ¡vamos a buscar donde casarnos ahorita! — contesto irónica.
— me quiero casar contigo Fanny — me responde con seriedad, y se pone de pie quedando frente a mí; me deja estupefacta, pues la mujer que ahora habla de matrimonio, era la primera en huir de ese tema, la que no pensaba nunca en matrimonio, la que no quería casarse.
— estás loca — digo molesta mirando a otro lado.
— no es ningún juego, quieres casarte, nos casamos — está tan segura de lo que dice, que todo me parece parte de un sueño, o un invento de mi cabeza.
— si tan segura estás de lo que quieres, entonces seguro sabes cómo resolver nuestra situación actual — me atrevo a retarla mirándola directamente a los ojos — tú vives en Seúl y yo en Los Ángeles, si antes era complicado hoy con la distancia mucho más.
— ¿olvidaste lo que dije en la carta? — me reclama con desilusión — te lo dije yo renuncio a todo por ti — claro que tengo presente esa idea loca y sin sentido que escribió en su carta — han pasado cuatro años desde que comencé a escribir esas líneas y mi decisión no ha cambiado — asegura con la misma firmeza.
— Taeyeon — suelto un suspiro — todo lo que ha sucedido estos días es resultado de un viaje que yo hice por ti, fui yo quien cruzó el océano por ti, pero tú no lo has hecho una sola vez por mí. Fui yo quien apareció en la puerta de tu casa hace unos días, pero ahora resulta que tu harás todo por mí, cuando hasta ahora no has tenido que mover un dedo — la miro con reproche y la misma molestia que no se me quita con nada — si querías saber si yo aún te seguía amando ¿porque no cruzaste el océano por mí para preguntármelo?, sabes donde vivo, sabes dónde encontrarme.
— tienes razón — acepta rindiéndose — pero las cosas no fueron tan fáciles como las estás haciendo ver — de nuevo toma asiento en la cama de modo que solo las hojas en la cama ponen distancia entre ambas. Sé que mi reacción no es la que ella esperaba, se ve triste y confundida — estás ignorando muchas cosas, todos los eventos que han sucedido en mi vida, en la tuya; no es fácil tomar una decisión de la nada y no porque no esté segura de lo que siento, sino por lo que implica, estás siendo injusta conmigo — vuelve a repetir — Fanny ya no sé qué más decirte que no haya dicho ya — suelta el aire con desespero — ¿qué quieres de mí? — me pregunta frustrada señalándose al pecho.
— ¿Qué seguridad tengo que después de unos meses no me digas que lo mejor es terminar? — pregunto con tristeza — yo sé que cuando lo nuestro acabó no fue por un simple capricho tuyo o mío, sé que no solo lo hicimos pensando en nosotras si no en todo lo que estaba a nuestro alrededor, en nosotras individualmente y por separado, tus sueños, los míos — con los dedos de mis manos enumero las razones que nos llevaron a terminar con lo nuestro — tengo miedo de que una vez más, tengamos que terminar con lo nuestro por las mismas razones — bajo mi mirada al piso.
— Fanny — levanta mi mentón con sus dedos delicadamente — ¿de qué sirve haber pasado por todo lo que pasamos para cometer los mismos errores una vez más? — me mira fijamente — si no quisiera estar contigo, simplemente hubiese optado por lo que he venido haciendo estos años, guardar lo que siento y dejarte vivir tu vida en paz — retira su mano de mi rostro — por favor, sé que estás molesta pero no permitas que esa molestia te haga actuar injustamente.
— te amo Tae, solo la vida sabe todo lo que me haces sentir, estos dos días para mi han sido un sueño; volver a tratarnos de esta forma, como si fuéramos una pareja, volver a besarte, estar contigo, decirte que te amo — Taeyeon escucha atenta todas mis palabras, pero puedo ver su miedo por lo que voy decirle a continuación — son cosas que jamás volví si quiera a soñar que podrían suceder de nuevo, te empeñaste en alejarte de mí todo el año anterior y dolió. Yo que jamás dejaría de amarte dejé de insistirte, de buscarte, estaba resignada a que ese era mi destino, amarte, pero no poder estar contigo nunca más y que hoy me digas que todo lo que hiciste fue porque me amabas, que jamás dejaste de amarme — suelta un suspiro y yo también — me ilusiona no voy a negarlo, pero me enoja, me frustra y lo que voy a decir quizás y no es lo que esperabas — la miro con las lágrimas escapando de mis ojos sin poder controlarlo una vez más — pero necesito tiempo para entenderte y entenderme — hago una pequeña pausa, ella no dice nada — lo lamento si no es lo que querías escuchar, pero es lo único que puedo darte hoy, y estoy consciente de que con esto puedes desilusionarte e irte y rendirte de nuevo, pero es lo que siento ahora, lo lamento de verdad.
— lo que dices no cambia nada Fanny ¿quieres tiempo?, te lo dije antes, toma el tiempo que necesites — extiende su mano para limpiar mis lágrimas de nuevo — yo lo quiero todo contigo, y eso no cambiará mañana ni en uno, dos o tres años o los que sean necesarios — tomo su mano que limpiaba mis lágrimas apegándola a mi rostro y beso su palma. Ella se acerca a mí aún más y me abraza con fuerza, besa mi mejilla y mi frente con sutileza, para luego volver a apegarse a mí.
— debo preparar mis maletas — comento mientras me suelto de su abrazo, me pongo de pie; estar cerca así de ella me vuelve débil de cierto modo y si seguimos así, terminaré quedándome con ella sin usar la lógica. Ella suelta un suspiro de frustración, entiende que es mi forma indirecta de pedirle que se vaya, me mira con dolor.
— paso mañana por ti para dejarte en el aeropuerto — me pide con suavidad poniéndose de pie también.
— es mejor que no — no es una buena idea porque por más molesta que yo esté con ella, con todo; la amo y despedirnos en el aeropuerto hará todo aún más doloroso. Sumado a eso, si seguíamos la lógica, juntas, solas, en un aeropuerto, no es una buena idea por todo lo que implicaría: las cámaras, fanáticos y lo mediático que se volvería todo.
— Fanny... por favor...
— Tae... — la miro como lo hacía cada vez que quiero mostrarle que me está haciendo sentir incómoda.
— de acuerdo... — sé que le está costando tragarse sus palabras y todo lo que seguramente quiere refutar y decir; quizás yo estoy siendo muy injusta con ella, o quizás me estoy dejando llevar por cómo me siento en este momento, pero por ahora, era lo que siento es correcto.
— no quiero que dejemos de hablar — me pide conciliadoramente, y estoy de acuerdo con eso; yo quiero tiempo para entender todo, no para alejarla de mi de nuevo. Jamás ni en el peor momento de nuestra vida hemos dejado de hablar por completo, eso no cambiará ahora —aunque nos hemos alejado, jamás hemos dejado de hablar, no por mucho tiempo — comenta al parecer leyéndome el pensamiento— no quiero que lo hagas por favor.
— no pasará Tae — le aseguro con mi mirada fija en la suya, sus ojos se ven tristes y claro que me duele verla así.
— te dejo para que puedas prepararte — camina hacia la cama para tomar las hojas que me había escrito.
— ¿qué haces? — me acerco también, mientras veo como las dobla y las guardaba en el sobre — son mías — reclamo y extiendo mi mano para que me devuelva el sobre.
— de acuerdo — me lo extiende de regreso — por cierto — comienza a buscar en su chaqueta y saca de su bolsillo izquierdo una bolsa de gomitas — para tu viaje — me las entrega y ese pequeño detalle me envía de regreso al pasado.

Ella...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora