La despedida

18 11 1
                                    

Si alguna vez has salido de viaje en la madrugada notaras que todo alrededor es diferente, como un segundo plano y lo mas importante siempre hay una energía distinta, algo que te hace ver que esto no es normal, esa sensación se podía respirar desde el momento en que la puerta del apartamento número 44 del piso 6 del edificio 3 se cerró, la casi nula luz que tenían los pasillos hacia aún más pesado el ambiente, el resonar de las 2 maletas sonaba como un grito agonizante a un final de lo menos agradable, las paredes parecían ya estar acostumbradas a ese tipo de ocasiones, pues solo a lo lejos se escuchaba el murmuro de alguna puerta o una ventana, el piso se quejaba a cada paso, tal vez advirtiendo que no era una buena idea el salir de madrugada. Pero aun así Emma y flora no les prestaron atención a esas señales y solo siguieron con su camino. Al llegar al final del pasillo flora llama al elevador, las dos en ese momento odiaron mucho el haber rentado ahí, no las ayudaba en nada que todo se viera tan viejo, cansado y triste, no era lo que necesitaban ahora, pero ese día cuando recorrieron el edificio con la compañía de la encargada no se les hizo tan feo, tal vez era por que era una tarde verano y por las ventanas entraban unos rayos de luz que hizo que todo se viera mas acogedor, tal vez fue la idea de poder tener cada quien una habitación o tal vez fue que era para lo único que les alcanza en ese momento, sea cual fuera, ya hacia 3 años que habían estado ahí, viendo y yendo ir a varios otros, y también volviendo y yéndose ellas mismas. El elevador por fin abrió sus puertas en lo que pareció mucho mas tiempo de pensando. Al mirar al dentro notaron por primera vez que el elevador no era muy grande y teniendo en cuanta las maletas vieron que tenían que hacer 2 viajes. Primero fue flora, pues así podía prender el auto.

La espera para Emma fue aun peor sola, por que pudo dejar pasar los pensamientos que había ocultado todo este tiempo, a cada paso que daba a dirección a lo que alguna vez fue su casa tenia mas miedo de lo que le esperaba o lo que no, tenia miedo de todo lo que había cambiado y lo que seguiría de la misma forma que esa noche en la que huyo para no volver jamás harta de esa casa que parecía una maldición para ella y su familia. Aun no creía todo lo que estaba pasando y como todo había sido tan repentino, hace algunas horas había hecho planes para la siguiente semana deseando que los días pasaran más rápido y en este momento deseaba que cada segundo durara una eternidad para no llegar al auto. Entro con dificultad a pesar de lo delgada que era ella y lo pequeña que era la maleta color negra que traía consigo. Se cerraron las puertas y todo se volvió mas silencioso de lo que Emma quería.

6

Podía no ir y hacer como que nada había pasado, de cualquier modo, ella ya no tenia familia desde que su padre había muerto.

5

Como podía pensar así, su hermana estaba en peligro, no podía ser egoísta y no buscarla.

4

Podía volver a su casa y esperar hasta mañana para irse, que necesidad había de ir en ese preciso momento.

3

Mientras mas tiempo tardara en llegar más tiempo su hermana podría estar perdida y su madre podría perder la cabeza si pasa un minuto más sin su hija menor.

2

No quiero volver, no quiero ver de nuevo a mi....

1

Madre

Muchas gracias por llegar al final de este capítulo, sé que fue muy corto pero tranquilos después de aquí desearan que no sean tan largos, espero que les este gustando mucho, tengo mucha fe en esta historia. ¡Hasta la proximaaa!

madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora