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Después de leer la carta había entendido una cosa, Brad estuvo involucrado en la muerte de mi esposa. No podía creer como nunca supe que yo estaba enfermo y mi esposa sí.

Seguía subiendo los pisos restantes del edificio. Los pasos que daba sentía que se hacían cada vez más fuertes y la oscuridad me consumía poco a poco.

Cuando llegué al último piso noto que una puerta se había terminado de abrir con un sonido de madera crujiente y el de las bisagras resecas, agudo y molesto. Más que miedo me dio angustia porque capaz que había una persona ahí, así que me dispuse a gritar en busca de señales de vida.

-¿¡Hola!?- Grité escuchando mi eco alejarse por el pasillo negro y lleno de humo.

Escucho un sonido de destrucción, era el suelo, se desmoronaba poco a poco. Me di el valor de saltar a la puerta que estaba abierta y el suelo del pasillo se cayó causando una gran nube de humo.

-¡No!- Grité como si sirviera de algo mientras apoyaba mi mano en algo para poder levantarme.

Cuando me levanto y tengo una mejor panorámica de lo que veía dije sin dudar:

-Mi antiguo piso de departamento.-

Sentí kenopsia.
Me puse a buscar a ver que encontraba. La nostalgia a medida que iba encontrando cosas era muy bella.

Encontraba notas quemadas, cintas VHS inservibles por todos lados, ropa mía y de mi esposa y otras cosas más que me hicieron llorar.

Trastorno, dos personalidades diferentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora