Noviembre había empezado y el tiempo se volvió muy frío. Las montañas cercanas al colegio adquirieron un tono gris de hielo y el lago lucía de acero congelado. El parque aparecía cubierto de escarcha. Amaba esta estación del año, me gustaba como la nieve
Hagrid descongelaba las escobas en el campo de Quidditch, vistiendo un enorme abrigo de piel de topo, guantes de piel de conejo y enormes botas de piel de castor.
La temporada de Quidditch daría su inicio este sábado.
Harry estaba emocionado por su primer partido, mientras yo solo pensaba en querer volar en aquella escoba.
La afición de Gryffindor estaba muy emocionada, si Gryffindor ganaba, pasarían a ser segundos en el campeonato de las casas.
Los únicos que nos habían visto jugar eran los miembros del equipo. Flint había decidido que sería su arma secreta y yo estaba contento con eso.
La noticia que Harry jugaría como titular estrella se había filtrado, aunque nadie sabia de mi y eso alegraba al capitán del equipo.
Era realmente una suerte que Hermione nos ayudara en hacer las tareas y darnos un repaso por las noches.
Hermione se había vuelto un poco más flexible en lo que se refería a quebrantar las reglas, desde que Harry y Ron nos salvaron del monstruo. Y para ellos, mi amiga era mucho más agradable.
El día anterior al partido de Harry estábamos los tres fuera, en el helado patio, y la castaña hizo aparecer un brillante fuego azul, que podíamos llevar con nosotros en un tarro de mermelada.
Estábamos de espaldas al fuego para calentarnos cuando Snape cruzó el patio. Inmediatamente vi que Snape cojeaba.
Nos arreglamos para tapar el fuego, ya que no sabíamos si estaba permitido hacerlo.
Por desgracia, habíamos actuado muy sospechosamente y Snape se giró hacia nosotros.
—¿Qué tienes ahí, Potter? Los libros de la biblioteca no pueden sacarse fuera del colegio. Dámelo. Cinco puntos menos para Gryffindor. – dijo Snape, tomando el libro de Quidditch.
—Seguro que se ha inventado esa regla. – murmuró Harry con furia, mientras Snape se alejaba cojeando.
—¿Que le habrá pasado en la pierna? – pregunté yo.
—No sé, pero espero que le duela mucho.- dijo Ron con amargura.Como cada noche, la sala común de Slytherin era un lugar tranquilo. Estaba sentada en el marco de la ventana, leyendo un libro sobre pociones avanzadas.
Mire como los demás hablaban entre ellos, mire la hora en el reloj que había arriba de la chimenea. Vi la hora y vi que era hora de que debía ir con los chicos a la biblioteca. Di un pequeño salto para bajar del marco de la ventana. Camine a la salida, pero alguien me hablo.
—Weasley, ¿A dónde vas?
—A la biblioteca y por una pera. – Dije tratando de no verlo ya que cada vez que lo hacia me ponía nerviosa.
—¿Creí que eras mas de uvas? – Me respondió burlón.
—Bueno creo que una pera estará bien, además quiero recordar a mi amigo. – Dije y salí de la sala común, Ya que el rubio no me contesto.Camine hacia la biblioteca y Hermione repasaba los deberes de Encantamientos con Harry y Ron.
—Voy a pedirle a Snape que me devuelva el libro. – decidió Harry, después de estar largo tiempo moviendo sus piernas con inquietud.
—Yo no lo haría.- dijimos al mismo tiempo Ron, Hermione y yo.Como siempre, Harry no nos hizo ni caso, así que decidí seguirlo, por seguridad. Harry bajó a la sala de profesores y llamó. No hubo respuesta.
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𝓛𝓲𝔃𝔃𝓲𝓮 𝓦𝓮𝓪𝓼𝓵𝓮𝔂 𝓨 𝓛𝓪 𝓟𝓲𝓮𝓭𝓻𝓪 𝓕𝓲𝓵𝓸𝓼𝓸𝓯𝓪𝓵.
FanfictionEres la melliza de Ron Weasley. Basada en la primer película y libro de Harry Potter . Todos los personajes le pertenecen a J. K. Rowling a mi solo me pertenece solo Elizabeth Weasley "Lizzie".