Birds in gilded cages {traduccion}

final.

Louis se acostó en su cama y escuchaba mientras afuera la tormenta se hacía más fuerte, la lluvia golpeaba el techo y salpicaba el cristal de las ventanas. De repente, el timbre sonó desde  el pasillo. Se giró para mirar los luminosos números verdes de su despertador. 2 am-¿Quién diablos podría ser a esta hora? Tal vez se lo había imaginado. Pero no, ahí estaba de nuevo, seguido de una serie de fuertes golpes, casi como si alguien golpeara algo contra la puerta. Saltó de la cama y salió corriendo al pasillo para encontrar a su madre ya de pie en lo alto de las escaleras. Se volvió hacia él mientras este se acercaba y sacudió la cabeza violentamente.

"No vas a bajar".

Mientras ella hablaba, el timbre volvió a sonar y se oyó otro fuerte golpe. El esposo de su madre, Dan, salió de su habitación agarrando un bate de béisbol. "Probablemente sea un borracho que se equivocó de casa. Si no es así, llamaré a la policía".

"¡Dan, no!" Pero la ignoró.

"Vamos, Louis". Asintió y lo siguió escaleras abajo. Dan se colocó detrás de la puerta con el bate levantado. "Ábrela y si es un loco, lo golpearé".

Con el corazón latiendo con fuerza, la abrió y jadeó sorprendido al reconocer la figura encorvada en el umbral.

"¡¿HARRY?!"

Harry estaba empapado, la lluvia goteaba de su ropa y el cabello castaño se le escapaba por debajo de su capucha. Se desplomó hacia adelante, temblando violentamente, un par de muletas lo único que lo mantenían de pie. Cuando levantó la cabeza, su rostro estaba gris y contraído de dolor. Pero cuando lo vio, sus ojos se iluminaron.

"¡Louis!" Fue un jadeo de alivio.

Luego cayó hacia adelante.

Louis corrió a atraparlo, hundiéndose en el mojado umbral de la puerta con él mientras lloraba del dolor.

"Shh, está bien, te tengo".

Harry enterró su rostro en su hombro. "Lo-lo siento, lo siento mucho. Solo ... t-tenía que verte".

Levantó la vista hacía Dan, que había dejado el bate y los miraba boquiabiertos a ambos en estado de shock. "¡Ayúdame a llevarlo dentro!"

Dan se arrodilló junto a ellos, agarró uno de los brazos de Harry y lo colocó por encima de su hombro, y juntos se las arreglaron para ingresarlo a la casa.

Diez minutos después, Louis colocó una pila de ropa en el brazo del sofá y vio como su madre deslizaba la aguja en el brazo de Harry.

"Ahí, cariño". presionó hacía abajo el émbolo de la jeringa. "Esto ayudará a disminuir el dolor".

"Gracias". Harry siseó entre dientes mientras ella retiraba la aguja. "Lamento haberlos despertado a todos".

"No seas estúpido". Louis dejó caer una toalla sobre su cabeza y comenzó a secarse los rizos, sacandole una risita de sus labios. "Es bueno verte".

"Entonces," Jay se sentó sobre sus talones para mirarlo. "¿Cómo te lastimaste las piernas?"

Harry se mordió el labio, evitando sus miradas. "Estoy seguro de que Louis te contó ..."

"¿Que te han secuestrado? Sí, cariño, me lo contó todo. Y no hay necesidad de avergonzarse". Ella extendió la mano para colocarla sobre la de él y el rizado la miró, sorprendido por el gesto de consuelo. "Eres increíblemente valiente por haber superado eso".

Él tragó. "Justo antes de que vinieran a rescatarnos, fui ... fui atacado. Uno de los hombres que me atacó me sacó las piernas de lugar. Todavía están bastante mal, así que uso mis muletas o una silla de ruedas".