Capítulo 13- Adormecido

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Con un toque suave el delantero envió la pelota hacia dentro de la red y toda la multitud en las gradas se puso de pie, alentando.

"¡VAMOS DONNY! ¡SIIIIIII! ¡ENTRÓ!".

Harry se giró para mirar a Louis. El joven a su lado no podría ser más diferente al que había visto por primera vez en la fiesta de esa noche. Había desaparecido el traje de diseñador y los zapatos de cuero a medida, para ser reemplazados por zapatillas, pantalones de chándal y un uniforme de fútbol. En lugar del cabello peinado hacia atrás y bien afeitado tenia un esponjoso flequillo  y rastrojo de barba. Parecía mucho más joven, las líneas de preocupación que normalmente arrugaban su frente ahora se habían ido. Y entonces se produjo el cambio más significativo. Louis parecía de verdad, genuinamente feliz. Parecía brillar de adentro hacia afuera, como si una chispa apagada hubiera vuelto a la vida. Harry casi sintió que lo estaba viendo por primera vez... Y era hermoso.

"Estamos ganando. Tenemos esto en el bolsillo a menos que vaya a tiempo extra". Louis tomó un sorbo de su cerveza y se giró a mirarlo. "¿Qué?".

"Nada ... Son un buen equipo".

"Los mejores de la liga, amigo. Mi abuelo solía llevarme a todos los partidos. La única vez que lo vi llorar fue el día en que nos sacaron de la liga. Fue jodidamente horrible. Ellos transportaban un ataúd cubierto con los colores de los Rovers alrededor del terreno de juego. Pop lloró como un bebé. Pero hemos ido ganando fuerza desde entonces. Y ... y ... y podríamos estar a punto de jodidamente ganar". El chillido agudo del silbato final hizo eco en el pequeño estadio. "¡SIIIII! ¡GANAMOS!"

Se giró y le dio a Harry un choque de cinco antes de saltar y mover el puño en el aire mientras la multitud aplaudía a su alrededor. Animado por la energía de Louis, Harry también vitoreó, gritando y aplaudiendo con él mientras el equipo hacía una vuelta victoriosa en el campo de juego. La multitud comenzó a levantarse de los asientos.

"Entonces, ¿a dónde vamos ahora?".

Louis le rodó los ojos. "Nosotros, Harold, vamos a encontrar un proveedor reconocido de cervezas finas, licores y un ánimo para emborracharnos exquisitamente, como uno aprendió antes de conseguir ser expulsado ​​de la escuela pública".

"¿Qué?".

"Vamos a meternos en un bar para conseguir una jodida borrachera". Louis le hizo una mueca, cruzando los ojos y Harry se echó a reír.

"Se supone que tenemos que cuidar a los niños esta noche, ¿recuerdas?".

"Oh, mierda, sí". Los hombros de Louis se hundieron en decepción y luego sus ojos se iluminaron. "Pero uno no hará daño, ¿verdad? ¿Solo para brindar por la victoria?".

"Supongo que no".

"Por supuesto que no. Vamos". Agarró su brazo y Harry dejó que lo guiara por las escaleras hacia la salida del estadio.

"¡LOUIS!". Ambos se giraron al oír el grito para ver a un hombre de mediana edad que se acercaba a ellos, con su camiseta de fútbol estirada sobre su barriga. "¡Sabía que eras tú! ¡¿Cómo estás, muchacho?!".

"¡Bobby!" Este extendió su mano y Louis la tomó antes de abrazarlo. "Estoy bien, estoy bien". Lo soltó y se giró hacia Harry. "Bobby este es mi amigo Harry".

"Hola". Harry le estrechó la mano.

"Bobby me dio mi primer trabajo, vendiendo hamburguesas aquí en cada día de partido".

"Sí, por diez libras y entradas gratuitas a los partidos.¡Sin embargo era trabajo infantil, solo tenía diez años!".

Y la idea de que el pequeño Louis vendiera hamburguesas para poder ver los partidos gratis de alguna manera era muy entrañable. Harry sonrió. "¿De Verdad?".

Birds in gilded cages {traduccion}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora