Capítulo 11- Dirty Harry

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Exactamente una semana después y las opiniones de la suegra de su hijo estaban colmando la paciencia de Jay Poulston.

"Como se puede ver, el comedor principal tiene una hermosa vista a los jardines de Kensington". El gerente extendió su brazo hacia las grandes ventanas de celosía.

"Sí, es realmente bonito". Eleanor miró ansiosamente hacia abajo a la libreta llena de preguntas que trajo con ella. "Umm, ¿No hay problema si ...?"

Jay observó como su madre se colocó frente a ella, interrumpiéndola. "A mi hija le gustaría hacer la decoración del lugar ella misma. ¿Confío en que eso no será un problema?". Su tono sugirió que sería mejor que no lo fuera. Pero para el gerente, Fiona Calder era poca cosa. Después de todo; este hombre había tratado con la aristocracia durante años y aún así logró mantener su cabeza.

"Seguramente, hasta cierto punto. Sin embargo, debo advertirle que tenemos algunas reglas para bodas: no vino tinto, no flores de colores, la lista de invitados debe ser examinada y aprobada por el palacio ... Y sin cúrcuma ".

"Bueno, ahí se va el bufete de curry de pavo , ¿eh, mamá?". Louis habló en su oído.

Ella luchó para reprimir una risita antes de girarse hacia él con una mirada de advertencia. "¡Detente! ¡Ve apoyar a tu novia! ¡Vamos!".

Ella lo miraba alejarse, tan guapo y adulto en su traje azul marino ajustado. Su corazón dio esa ahora conocida punzada cuando se dio cuenta de que había pasado de niño a hombre sin ella. En ese cambio, él parecía haber perdido algo. El niño que ella había conocido estaba tan lleno de diversión y vida, pero este joven tenía un aura de cansancio, como si la chispa dentro suyo hubiera sido apagada mientras ella estaba demasiado lejos para detener eso.

Lo observó mientras se movía para pararse al lado de esa hermosa chica, notó como dudaba antes de colocar con cuidado su brazo alrededor de su cintura.

"Entonces, ¿Cuánto es de anticipo? ¿Y es reembolsable?".

"¿Qué ... en caso de que me dejes en el altar?" Eleanor solo estaba bromeando, pero Jay se sorprendió al ver que él no se reía. En cambio vio cono detrás de su rígida sonrisa había un destello de ... ¿Eso era sorpresa?. Casi como si hubiera sido atrapado. Luego desapareció. Él sacudió la cabeza apresuradamente.

"¡No, no, claro que no! Por si elegimos otro lugar o algo así".

El gerente frunció el ceño ante eso, mirándolo de arriba abajo con molestia. Pero Louis se mantuvo firme, mirándolo fijamente. "La tarifa de alquiler es de 14, 000 libras
con 5, 000 libras de anticipo, no es reembolsable".

"Oh, bien... Bueno, gracias por su ayuda. Echaremos un vistazo a los alrededores ¿Eso está bien?".

"Por supuesto".

El gerente los dejó solos y la madre de Eleanor se acercó a ella, con sus tacones de diseñador sonando en los azulejos. "Bien, ¿Qué les parece?".

"Umm, pues..."

"Seamos realistas querida ... Definitivamente no es Claridges. Son el mejor centro de Art Deco en Londres. Tienen la entrada privada al salón de baile... ¡Incluso los tocadores de las habitaciones son simplemente divinos!".

" Sí, pero ... "

"De acuerdo, llamaré a Claridges, ¿Quieres?".

Esperaba que Louis defendiera a su prometida pero en lugar de eso, se quedó mirando al horizonte, su expresión entre distraída y aburrida. Tendrá que hacerlo ella misma. Caminó hasta pararse al otro lado de Eleanor, poniendo una sonrisa.

Birds in gilded cages {traduccion}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora