»Clases«

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Llegar a una nueva escuela no siempre sale bien, en algunos casos encuentras amigos en el momento en el que pisas tu nuevo salón de clases.

Otras veces pueden pasar meses para que finalmente encuentres algún amigo.

La aquamarina esperaba que todo saliera como en el primer caso, sin embargo, el tan solo llegar al salón hizo que los murmullos se desaten. No entendía por qué, no sabía por qué había gente murmurando mientras la observaban fijamente.

Se sentó en un asiento vacío, justo al final de la fila, y esperó pacientemente a que las clases empezaran.

—Buenos días alumnos, que agradable verlos nuevamente. Si bien parece que nada cambió, no es así. Tenemos a una nueva estudiante y quiero que le den la bienvenida. Por favor, ven aquí y preséntate.

La aquamarina se levantó de su lugar, y se dirigió al frente del salón, exactamente junto a su maestro.

—Me llamo Miku Hatsune, ¡es realmente un placer conocerlos a todos, y espero que nos podamos llevar bien! — sonrió ampliamente.

Sin embargo, a sus compañeros no les pareció importar esta presentación.

—Muchas gracias Hatsune, siéntete cómoda y si tienes alguna duda, solo pregunta.

—De acuerdo. — sonrió y volvió a su asiento.

Las clases empezaron y mantuvieron su ritmo hasta la hora del receso.

Cuando el timbre indicando el descanso sonó, todos los alumnos soltaron sus lápices y salieron alborotados del salón.

—¡Hey! ¡Esperen! ¡Aún no termino...! — la maestra encargada del curso suspiró, se dio la vuelta a ver los asientos vacíos y descubrió a la aquamarina aún sentada. —¿Por qué no saliste?

—Aún no había terminado de explicar. Además, esta última parte es la que necesito para terminar de comprender la clase, ¿puede...?

La maestra se sorprendió, aquel salón era conocido por tener a los alumnos menos responsables y ordenados del grado, y que aquella aquamarina quisiera terminar su clase era algo que la hacía feliz.

—Bien. — sonrió. —Entonces, para poder resolver este ejercicio necesitamos...

Unos minutos después, la aquamarina salió del salón. Había comprendido la clase y se sentía tranquila. Quería recorrer los alrededores para encontrar un lugar en el cual comer.

Caminaba sin rumbo alguno, y sin darse cuenta, dos chicas de su clase la empujaron, haciendo que esta caiga al suelo.

—¿En serio? Qué maduro. — dijo la aquamarina mientras veía como se iban alejando.

—¡Oh! ¿Estás bien? — se acercó una chica pelirrosa a donde estaba.

—Ah, sí, no te preocupes. — sonrió.

—¿Eres nueva, verdad? — le tendió la mano para que pudiera levantarse.

—¡Sip! Me llamo Miku. — aceptó la ayuda de la chica.

—Me llamo Luka, ¡gusto en conocerte Miku!

—¡Igualmente!

—¿Vas a un lugar en específico?

—De hecho, ni siquiera sé dónde está cada cosa. — rió.

—Ya veo, entonces, ¿quieres que te enseñe el lugar? ¡Podemos conocernos mejor mientras tanto!

—¿No es mucha molestia? No quisiera quitarte tiempo.

—¡Para nada! Es un placer poder ayudarte. — sonrió. —¿Entonces? ¿Qué me dices?

—De acuerdo, ¡vamos! — se posicionó al lado de la pelirrosa y empezaron el recorrido.

Recorrieron todo el lugar hasta llegar a la cafetería.

—¿Y cómo te van las primeras horas de clases? — preguntó la pelirrosa mientras se sentaba en una mesa.

—Algo mal, para serte sincera. — rió avergonzada mientras imitaba las acciones de la pelirrosa.

—¿Hm? ¿Y eso se debe exactamente a qué? — preguntó algo desconcertada.

—Siento que mis compañeros no me quieren con ellos.

—¿En qué salón estás?

—¿Eh? 4C. — dijo confundida.

—Ah... Ahora entiendo, no te preocupes, no es culpa tuya. El salón es conocido por los alumnos irresponsables y desordenados. Tú tranquila, en unos días nos reorganizarán y verás que te cambian de salón.

—Ya veo... Creí que había hecho algo que los había molestado.

—¡Oh! ¡No, no! Para nada, eres perfecta, no cambies solo por los demás. Además, los salones 4B y 4A son completamente diferentes al 4C. ¡No te arrepentirás de estar en alguno de los dos!

—Entiendo, entonces dejaré de darle vueltas al asunto, gracias. — sonrió. — Por cierto, ¿eres de último año, verdad?

—Así es.

—Hm, ¡ojalá pueda entablar una amistad contigo antes de que el año acabe! No quisiera dejar pasar el tiempo y que te vayas. De hecho me caes bien.

—¿Y para qué esperar? Tú también me caes bien, ¿por qué no te llevo a comer en el próximo receso con una amiga? Es de tu mismo grado, y tal vez puedan intercambiar ideas.

—De acuerdo, hagámoslo.

—¡Perfecto!

El timbre anunciando el fin del descanso sonó, y todos los alumnos se encontraban de vuelta a sus respectivos salones.

Ambas chicas se separaron y volvieron a sus respectivos salones.

Estaba algo entusiasmada con la idea de poder hacer nuevos amigos. Quería conocer gente que no sea solo de su salón. Y aunque tal vez no todo haya salido bien al principio, logró hacer una nueva amiga. No veía la hora de conocer a otra persona.

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Luego de casi 3 meses, lo prometido es deuda :)
¡Los tekaeme y ojalá puedan acompañarme en esta historia!

—Durga Angel salió del capítulo ✨

Cheer Up Miku! | LenKuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora